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... hasta bonos de otoño entregan a sindicalizados del estado

Es en materia de bonos donde la imaginación no tiene límites y demuestra como las administraciones estatales, a través de los años, han tratado de complacer en lo posible al...
  • Por José Oswaldo

Por Héctor Arriaga de rutacritica.com.mx.- Es en materia de bonos donde la imaginación no tiene límites y demuestra como las administraciones estatales, a través de los años, han tratado de complacer en lo posible al Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado y sus agremiados.

El primero en aparecer es el llamado “bono de cuesta de enero”, que les significa percibir tres días de sueldo base que aparecen en el recibo correspondiente a la primera quincena del año.

Llama la atención este beneficio porque oficialmente no existe la tal cuesta de enero, sino que es un término acuñado décadas atrás para significar el enorme gasto que hace el mexicano durante las fiestas decembrinas, y que supone deja muy mermados durante el primer mes del año los de por si insuficientes ingresos familiares.

Generoso como es, el gobierno redondea su benevolencia al otorgar también durante ese mes el “bono de inicio de año”, que consistente en la entrega de 1,328.00 pesos y es pagado el 31 de enero, con lo que se que mitiga el doloroso transitar del mes dedicado al dios Juno.

Quince días más tarde, el 15 de febrero, llega el “bono extraordinario” por 682.50 pesos y para redondear el mes para el día 28 toca el turno al “bono de apoyo familiar” formado por un 6 y dos estimulantes ceros.

Para el 15 de marzo, no faltaba más, aparece en escena un bono denominado “de participación”, no se sabe de participación en qué, que engrosa los emolumentos de los esforzados sindicalistas con la nada despreciable suma de 750 pesos.

Aunque el trabajador sea ateo, al arribar la semana santa se le proporciona el “bono de semana mayor” que representa 3 días de sueldo base, y agréguele en abril el “bono sindical” de 900 pesos junto con el “bono del día de las madres” de 500 pesos, donde al parecer a los emotivos encargados de programarlo se les olvidó que el día de las madres es en mayo pero no importa, madre solo hay una.

Quizá para resarcir el error, en mayo toca darle la bienvenida al “bono compensatorio” que consta de mil 250 morlacos pero se entrega la primera parte ese mes y la segunda en junio.

También para fines de junio la administración estatal reabre su abundante cartera para festejar a sus trabajadores papás a los que entrega un bono de 600 pesos y obviamente lleva el nombre de “bono del día del padre”, padre ¿no?

Entrados en materia, para julio reciben un total de mil 350 pesos repartidos entre los 750 del “bono de verano” y los 600 del “bono de fin de cursos”; asimismo el gobierno, que piensa en todo, añade en agosto un bono “de riesgo laboral” también por 600 pesos.

Septiembre, mes de la patria, exacerba el patriotismo gubernamental y en ese mes se entregan en orden de aparición el “bono de servidor público”, el “bono del conserje” otorgado a los esforzados intendentes, y el “bono de uniformes escolares” todos ellos totalizando 2 mil 600 pesos.

Nostálgica la administración, en octubre junto con las hojas de los árboles hace que caigan en el bolsillo de sus sindicalizados 500 pesos correspondientes al “bono otoñal”, y cierra el año con dos agregados, en noviembre el “bono de fin de año” que consta de 30 días de salario neto y eso es aparte del aguinaldo, y en reconocimiento por puntualidad y asistencia añade 3 días de salario cada trimestre.

Para continuar con el maratón, los familiares de cada burócrata reciben a su vez el calor gubernamental y les son destinados seguros de vida, bonos de protección a la familia y el pago de marcha por fallecimiento, que engloban algo así como 36 mil pesos.

Fuentes allegadas afirmaron que se contempla instituir a partir del próximo año, el bono del día del bono, ¿será?.

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