Es urgente fomentar la lectura

Antonio Narváez

Según el más reciente censo realizado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, Inegi, en México ya somos alrededor de 115 millones de personas.  De éstas, también de acuerdo a estudios realizados, sólo un 3.4% lee.  Y si queremos ser más precisos, habría que ver ¡qué leemos!…

De acuerdo con datos dados a conocer por el área de Literatura del Instituto Chihuahuense de la Cultura (Ichicult), el promedio de libros leídos al año por el  mexicano, es de 2.9, aunque hay otras estadísticas que informan que una persona lee en promedio 2 libros por año, situación que suena alarmante, ya que el acervo que proporciona la buena lectura desde la niñez, es muy importante, para saber el grado cultural que alcanzará la persona y, en algunas ocasiones, el nivel de estudios que logre a lo largo de su vida.

El tipo de libros que la sociedad prefiera, afirma Enrique Servín, responsable del área de Literatura del Ichicult, debería ser variado y de alto acervo cultural, mas sin embargo, en ocasiones cuesta tener una cultura literaria, debido a que el márqueting de los ejemplares que existen actualmente, son más de fantasía, de ficción, o de asesinos, reales o ficticios, lo cual puede ser una situación grave, porque las historias reales o ficticias pueden llegar a ser realidad.

Por otra parte, agregó Servín, existen los lectores asiduos a diversos autores que disfrutan de sus obras realizadas, que tiempo después se transforman en películas, y muchas veces no resultan tan exitosas como lo fue el libro; y esto tiene consecuencias, ya que los lectores del libro o la saga, son críticos con los filmes.

Entre las críticas se encuentra más comúnmente el que la película no es lo que el libro dice, o que el libro es mejor que el filme, ya sea porque se omiten partes importantes que en su caso, fueron capítulos que cautivaron a lectores frecuentes y logró hacerlos fanáticos de la saga literaria.

Dentro del estado de Chihuahua existen, gracias a los apoyos logrados tanto del sector público como del privado, la Red Estatal de Bibliotecas, misma que significan un gran avance para el estado y sus municipios, pues no existe uno  que no tenga una biblioteca, ya sea grande o pequeña.  Gracias a este sistema, se ha logrado aumentar poco a poco el porcentaje de lectores en el estado, señaló Servín.

Gracias a este programa, advirtió, también se han creado más espacios para la lectura, como lo son los programas de Salas de Lectura, Bicilibros y Paralibros.

Bicilibros consiste en una bicicleta que circula por las calles con el fin de fomentar el interés por la lectura.  Salas de Lectura, tiene como objetivo difundir la lectura y facilitar el acceso de los interesados en ella. Existen salas de lectura para niños, adolescentes y adultos.

En este caso, consiste en entregar una caja con 100 libros a quien decide abrir una sala en su comunidad. La persona que quedará como encargada también recibe una  capacitación y apoyo de expertos, por parte de Conaculta (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes) para que realice su tarea como mediador de lectura.

La intención es abrir espacios de información y crecimiento para la circulación y disfrute de la palabra escrita en las comunidades del país, expresó Servín.

Mientras que en el programa denominado Paralibros, son estructuras semejantes a una parada de autobús que se instalan en parques, plazas y otros espacios públicos. Al igual que las Salas de Lectura, los Paralibros  ofrecen una colección básica constituida por 365 libros, al menos uno distinto para cada día del año, en donde también se  ofrece la asesoría de un mediador y préstamo a domicilio de los libros, en horarios y días fijos que los vecinos y transeúntes conocen.

La Red Estatal de Bibliotecas se ha ido incrementando y mejorando año con año.  Actualmente no hay un sólo municipio que no tenga una biblioteca  incorporada a esta red.  La coordinación base de esta red, se encuentra en la biblioteca Carlos Montemayor, siendo la biblioteca número 291 dentro del sistema, mismo recinto que cuenta con una sección infantil, que ayuda a  fomentar la lectura entre los menores.

ESPECIAL ATENCIÓN A LA PROMOCIÓN Y CONSERVACIÓN DE LA CULTURA INDÍGENA

A nivel nacional e internacional, Chihuahua cuenta con la Sierra Tarahumara, como principal atractivo turístico para visitantes locales, nacionales o extranjeros, pero sin embargo, dentro de ese atractivo turístico, hermoso de por sí, se esconde la cultura indígena, tan arraigada a su pueblo así como sus  tradiciones y mantiene su lengua indígena de nacimiento, sin hablar el castellano. 

Para este segmento de los chihuahuenses históricamente marginados, el estado implementó el sistema llamado Programa de Atención a Lenguas y Literaturas Indígenas, con ayuda del Instituto Chihuahuense de la Cultura, y  este programa está dirigido por el propio Enrique Servín Herrera.

Consiste, explicó Servín, en la promoción de la lectura entre las comunidades indígenas; plantea como objetivo general el llevar a las poblaciones serranas del estado la lectura traducida a su idioma.

Esto, debido a que muchas de las comunidades indígenas en un principio optaron por darle prioridad al idioma español, y olvidaban parcialmente o por completo su dialecto indígena de nacimiento, sin contar los demás problemas y rezago que las comunidades tienen en materias como salud, educación, vivienda, etc.

Fue uno de los tantos problemas que el programa encontró antes de ponerlo en marcha, mismo que su primordial objetivo es traducir a la lengua rarámuri textos literarios, para que sean repartidos por distintas localidades de la zona serrana y se puedan utilizar como principal herramienta para los niños y de esta manera tengan su idioma de raíz como base, y el español, que cabe mencionar que es la segunda lengua más importante.

De esta manera, expresa Servín Herrera, se ha logrado darle la importancia necesaria al idioma en la zona serrana.  Chihuahua es pionero en la publicación de textos monolingüísticos en lenguas tarahumara, tepehuán, guarojío y pima, con la edición e impresión de una gran variedad de libros, audio libros y material publicitario, añade orgulloso el funcionario de Ichicult.

Dentro de las obras que se han traducido, se encuentran obras de Carlos Montemayor, entre ellas “Pueblos de Estrellas y Barrancas”, así como el libro del poeta Antonin Artaud en lengua rarámuri, que habla sobre la etnia tarahumara y la “Guía Onomástica de los Idiomas Indígenas de Chihuahua”.

Los audio libros parecieran una idea un poco descabellada, debido a que en muchas comunidades no existe quizá tampoco un vehículo para transportarse;  sin embargo, se crearon con el objetivo de que los que tengan acceso a un audio libro y a su vez posean un auto, o simplemente un aparato para escuchar el disco, lo hagan en la comunidad, en su troca, manejando por la carretera o en la tranquilidad de su hogar, comenta Servín.

Es pues la lectura un recurso que tendremos para toda la vida, ya sea digital o impreso; para tomarle el gusto de la manera que sea, y lograr un nivel de literatura más amplio del que podríamos tener, para conocer más acerca las cosas, o simplemente tener la lectura diaria para el momento en que no sepamos cómo se escribe una  palabra, si lleva acento o no… que recordemos nuestro momento con el libro, y podamos resolver nuestro problema, concluye Enrique Servín Herrera.