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Significan importante apoyo los comedores comunitarios

Antonio Narváez Los comedores comunitarios son una acción primordial para poder brindar alimento seguro día con día a aquellas familias que viven en la pobreza o en  pobreza...
  • Por Denisse
Significan importante apoyo los comedores comunitarios

Antonio Narváez

Los comedores comunitarios son una acción primordial para poder brindar alimento seguro día con día a aquellas familias que viven en la pobreza o en  pobreza extrema, situación que sólo les permite ganar un poco de dinero para  comer y desayunar al día siguiente, a cambio de unas monedas, gracias al trabajo en equipo y a la disposición de una colonia o comunidad, que permite a la Secretaría de Desarrollo Social, Sedesol, instalar cerca de sus casas uno de estos comedores para ayudar a quien requiera satisfacer esta necesidad básica.

Este programa se ha implementado principalmente en ciudad Juárez y ha tenido una buena respuesta por parte de las familias de las colonias donde fueron instalados estos comedores.

En un principio fueron 76 los comedores, pero con el paso del tiempo se extendió el programa al resto del estado, principalmente en lugares como  Guachochi, con 8 comedores, además de Rarámuchi, El Vergel, municipio de  Balleza, Ojinaga, Praxedis G. Guerrero, Guadalupe, Distrito Bravos, Puerto Palomas, y dos que se ubican en Chihuahua capital, en las colonias Oasis y  Ladrilleros Norte (ambos son asentamientos indígenas).

José Luis Lamadrid, delegado de Sedesol, explicó el funcionamiento de cada comedor comunitario.  “Lo primero que hacemos es garantizar la alimentación para 100 120 personas aproximadamente. El programa fue iniciado en ciudad Juárez y ha tenido excelentes resultados”, aseguró el delegado federal.

En el caso del municipio de Chihuahua, agregó Lamadrid, optamos por iniciar este programa en esas dos colonias que son asentamientos tarahumaras, pues tienen una manera de organizarse más fácil, y el funcionamiento del comedor depende precisamente de la organización comunitaria, de las personas que  habitan la comunidad o la colonia.  Sedesol sólo en un inicio se encarga de proveer lo necesario para que el lugar funcione adecuadamente, además de cada mes entregar los insumos necesarios.

“Nosotros damos una cantidad aproximada de 15 alimentos, como frijol, huevo, aceite, atún o sardina, pero no damos nada de alimentos perecederos; por este motivo se establece una cuota de recuperación para poder pagar el gas, la luz,  el agua y algún otro alimento, buscando siempre proporcionar un desayuno o comida más balanceado para las personas”, afirmó Lamadrid.

Es la misma comunidad la que, de común acuerdo, fija la cuota de recuperación, ya que ellos son quienes conocen a las familias que tienen dinero para pagar esta cuota, y a los que simplemente no pueden pagar; éstos también pueden acceder a comer, pero a cambio proporcionan un servicio comunitario, ayudando por ejemplo a los que sirven o hacen la comida, a preparar los platos para los comensales, o al final del día, lavar los utensilios que se utilizaron. 

La dependencia federal cada mes proporciona los alimentos base a los comedores, y con el dinero recabado la misma comunidad se encarga de comprar otro tipo de alimentos, como pan y otros productos.  

Las bases del programa para poder instalar un comedor comunitario en alguna zona son:

*  Buscar un lugar cerrado para ubicar el comedor.

*  Que la gente de la zona esté en situación vulnerable en cuanto a  alimentación.

*  Realizar una reunión o asamblea comunitaria con personal encargado de  Sedesol, en donde se haga la propuesta formal a la comunidad.

“El primer paso es que acepten, el segundo es que de las mismas personas de la comunidad, hombres o mujeres, se ofrezcan como voluntarias para ser las cocinaras o los cocineros.  Son veinte personas las que requerimos, porque en cada semana tenemos cinco cocineras o cocineros, y en un mes esos cinco cocinan única y exclusivamente, para no llegarlos a cansar”, explicó el titular de Sedesol en Chihuahua.

Cada comedor comunitario funciona desde las cinco de la mañana, para comenzar con la elaboración del alimento a las seis, y después servir a los comensales desde las siete de la mañana y hasta las diez, para enseguida lavar todos los utensilios y comenzar a preparar la comida que se sirve comúnmente en un horario de la una a las cinco de la tarde.

“La clave de todo es la organización comunitaria.  Nosotros no les decimos a qué horas abrir o a qué horas cerrar, la misma comunidad lo determina”, aseguró Lamadrid.

En ciudad Juárez uno de los comedores registra una asistencia de 150 personas diarias, y el número no ha disminuido en ningún momento.  Como característica primordial es que a él asisten indígenas tarahumaras, dijo el funcionario. 

 “Es uno de nuestros mejores comedores comunitarios en la zona rural de ciudad Juárez, en la colonia Tarahumara; ahí desayunan y comen diariamente 150 indígenas en promedio.  Lo único que nos pidieron fue respetar sus usos y costumbres.  Ellos determinan quién y también qué se cocina, lo que nos hace más fácil el trabajo”, agregó. 

Uno de los comedores que más ha destacado entre los municipios de Chihuahua, es el que se encuentra en Guachochi, el cual fue inaugurado el dos de junio por el presidente de la República, y que actualmente es uno de los más bonitos, con un estilo totalmente de sierra, ya que tiene vigas y acabados de madera. 

De este comedor, el delegado de Sedesol cuenta una conmovedora historia:  “Se trata de una pareja de adultos mayores.  El señor compraba cada día, 20 pesos de dulces, y cuando les daba hambre a él y a su esposa, se comían uno de los dulces; igual a las once de la mañana y a las dos de la tarde, volvían a sentir hambre y se comían otro dulce, eso era lo que comían.  Y ahora, con 5 pesos de recuperación, tienen un alimento balanceado, suficiente para ellos.  Le comentamos este ejemplo al presidente de la República  y se fue muy conmovido”, dijo José Luis Lamadrid.

En el caso de la comunidad de Rarámuchi, el comedor comunitario se instaló  enmedio de los planteles de primaria y secundaria, con la finalidad de beneficiar a los pequeños, ya que en el trayecto de su casa a la escuela, tardan hasta cuatro horas para llegar, y que el comedor se ubique enmedio, permite que el niño o el adolescente antes de entrar a sus clases desayune, y al terminar su estancia en la escuela pueda comer, para después irse a casa.

En cada centro comunitario se hace un estudio por parte de nutriólogos, quienes realizan un plan de alimentación, un menú por mes para la comunidad,  buscando una mejor y más balanceada dieta. 

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