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Empleadas domésticas: un trabajo poco valorado

Karina García Mendoza Las empleadas domésticas comúnmente son contratadas por las familias muy ocupadas, que buscan ayuda adicional para las tareas relacionadas con el hogar, ya...
  • Por Denisse
Empleadas domésticas: un trabajo poco valorado

Karina García Mendoza

Las empleadas domésticas comúnmente son contratadas por las familias muy ocupadas, que buscan ayuda adicional para las tareas relacionadas con el hogar, ya que trabajan horas extendidas o viajan.  También, suelen emplearlas para cuidar de sus hogares mientras están ausentes o cuando simplemente no tienen tiempo para realizar las tareas cotidianas.   

Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones estas mujeres tienen que soportar los abusos de autoridad, debido a que en pleno siglo XXI, cualquier persona que se contrata para realizar labores domésticas, está sujeta a ser vista como de poca importancia; como coloquialmente se dice: “las vemos por encima del hombro”.  

Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, del 2012, en México existen 2.2 millones de personas que se dedican al trabajo del hogar, de las cuales 1 millón 991 mil 646 son mujeres.  En el caso de los hombres, se contabiliza que por lo menos 189 mil 452 se emplearon como trabajadores del hogar. 

La Opción de Chihuahua realizó una visión humana detrás de quienes trabajan en las cuestiones de servidumbre y domésticas, saliendo a relucir personas con una historia que muchas veces se olvida y se cree que son parte de los muebles que adornan una casa. 

A pesar de ser historias "ya contadas" y aparentemente superfluas, por los hechos caseros en los cuales se desarrolla todo, son estos mismos, estos momentos tan minúsculos y aparentemente insignificantes, los que impactan a cualquiera y no lo dejan indiferente.   

María González tiene 50 años, es trabajadora doméstica desde hace 20 años y forma parte del millón de mujeres que se dedican a esta actividad.   

Aunque tenía miedo de salir a trabajar y emprender una nueva etapa en su vida, la muerte de su esposo, así como la falta de dinero para poder solventar el alimento y la escuela de sus hijos, la impulsaron a dar uno de los pasos más grandes de su vida...ser trabajadora doméstica.  

La jornada laboral de María es de 9:00 a 16:00 horas, aproximadamente; el horario varía, según la cantidad de trabajo que tenga; sin embargo, la mayoría de las veces llega tarde a su hogar.  

Por su trabajo cobra 250 pesos diarios, por trapear, barrer y mantener limpia la casa, cocinar y planchar ropa. No cuenta con seguro médico ni prestaciones de ley o algún contrato que la avale y proteja. 

Aseguró que durante dos décadas, con las personas para las que ha trabajado, algunas de ellas fueron groseras o abusivas.  

Y aunque para ella el trabajo doméstico no es desagradable, no le gustaría que alguna de sus hijas se dedicara a eso, pues considera que sus estudios pueden darles mejores oportunidades que las que tuvo ella.  

La historia de Rocío Sánchez se mueve entre sus sentimientos, los cuales llevan estas mujeres en sus entrañas. Originaria de ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, Rocío decidió emigrar a la capital un 26 de octubre de 1975 a la edad de 13 años, debido a que sus padres no podían darle sustento a ella y a sus 10 hermanos.  

"Yo me tuve que venir de Cuauhtémoc porque mi mamá me dijo que no podían mantenernos a todos mis hermanos y a mi, por lo que decidí venirme a buscar trabajo, pero siempre con la visión de superarme, yo quería estudiar y en mi rancho yo sabia que no lo iba a lograr", narró Rocío.   

Contó que por ello emigró a la ciudad y se pudo acomodar en una casa de una familia con alto estatus social, de apellido Betancourt, misma que la recibió y le dio empleo, pero desde un inicio no contó con servicio médico y tuvo un sueldo bajo.   

Rocío indicó que duró trabajando por más de 20 años con esa familia. Tiempo en el cual fue víctima de una serie de abusos graves, que van desde la explotación laboral extrema, bajos salarios y humillaciones, hasta el hostigamiento sexual.  

Otro de los casos de abuso es el de Laura Díaz, una empleada doméstica de 45 años.  Tenía seis años laborando en la última casa, antes de que la despidieran por enfermarse de sus rodillas.

"Yo siempre había sido muy sana, pero comencé a trabajar desde los 15 años limpiando casas y eso ahora me trajo muchas molestias en mis rodillas.  Un día estaba trabando y de repente me dio un tirón en mi rodilla derecha y ya no pude caminar. Me tuvieron que llevar al doctor", narró Laura con un gesto de tristeza.  

Explicó que el médico le hizo unos exámenes, los cuales arrojaron como resultado que sufría desgaste en ambas rodillas, por lo que se lo comunicó a la señora a quien prestaba sus servicios.   

Añadió que su ex patrona, al enterarse de que estaba enferma, la despidió sin más ni más, un lunes, sin pagarle los días que había trabajado y sin ninguna especie de compensación.   Además, señaló que la hizo firmar una carta de renuncia y le recomendó que no protestara.  Sólo accedió a darle una carta de recomendación para que pudiera conseguir trabajo en otro lugar.    

Laura tomó sus cosas y se marchó. Siguió la recomendación de sus ex empleadores, no protestó. "Así muy claro me acentuó el señor, que con cordialidad aceptara mi renuncia voluntaria, porque pues como es gente pudiente,  no puede uno hacer nada, y yo lo entiendo", y casi llora al platicarnos esta amarga experiencia.  

Existen 12 quejas ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos

Según datos del Inegi, en el estado de Chihuahua el número de trabajadoras domésticas incrementó del 2010 al 2014, y con este aumento se disparan también los distintos problemas que existen en cuanto a limitaciones de derechos humanos laborales, pues esta fuente de empleo es una de las más menospreciadas por la sociedad.  

José Luis Armendáriz González, presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, indicó que bajo el rubro de presunta explotación laboral, en el 2014 se registraron 28 quejas ante el organismo, y a junio del 2015, iban 12 quejas presentadas por mujeres empleadas en casas como sirvientas.  

Si bien no se tienen estadísticas o conocimiento sobre la trata de personas con fines laborales, ésta existe, y las mujeres, sobre todo las trabajadoras del hogar, son uno de los grupos vulnerables más atacados en este sentido, afirmó el funcionario derechohumanista.  

Buscará Secretaría del Trabajo crear ley que formalice este trabajo

Fidel Pérez Romero, secretario del Trabajo y Previsión Social, indicó por su parte que el tema de las trabajadoras domésticas es especial, y es por ello que está en el capítulo de Trabajos Epeciales en la Ley del Trabajo.  

"Este empleo sí está reglamentado, pero la esencia se da al tener una relación de trabajo con la seguridad social. El derecho de todo ser humano es ser protegido hoy y hacia el futuro, esa es una de las luchas más grandes en el mundo", detalló Pérez Romero.   

Con relación al tema, añadió que se necesita llevar a la formalidad a todas estas trabajadoras domésticas. 

"Creo que como seres humanos se lo merecen, porque lo que vamos protegiendo es el futuro, cuando ya no se les contrata a cierta edad, ¿de qué vivirán?, esa es la certidumbre que tenemos que darle a cada ser humano", consideró.  

Según Pérez Romero, este tema tiene muchos años, por lo que se debe volver a subir al debate nacional y buscar el mejor esquema para poder ayudar a estas personas.  "Estoy convencido de que a la trabajadora doméstica, necesitamos darle la formalidad de su trabajo, la seguridad social, y en su momento oportuno haremos la propuesta por el lado del trabajo de Chihuahua", puntualizó.  

No existe ley que regule específicamente el empleo doméstico

César Augusto Pacheco Hernández, presidente del Congreso del Estado, informó que no se ha generado ninguna ley en particular que proteja a las trabajadoras domésticas.  "Existe la Ley Federal del Trabajo, que es la que rige todas las acciones laborales, pero en particular en el estado no tenemos una exclusivamente que regule ese tipo de relación laboral de las trabajadoras domésticas", dijo el legislador local.   

Detalló que ha estado en pláticas con Fidel Pérez Romero, secretario del Trabajo, y aseguró que existen algunos avances en cuanto a cómo se pudieran regular y garantizar los derechos en este tipo de relación laboral.   

"Hasta el momento no tenemos ninguna iniciativa que vaya en ese sentido. Pero es cuestión de empezar a trabajar en ello y ya organizados escuchar las voces de quienes encabezan este tipo de grupos, de la mano de la Secretaría del Trabajo", citó Pacheco Hernández.   

Dentro del mismo contexto, explicó que es una necesidad que tiene la comunidad chihuahuense y se estará abordando el trabajo de las servidoras domésticas. "Muchas veces de esos casos donde se violan sus derechos, pasan al anonimato, sabemos que no cuentan con seguridad social, ni prestaciones", recalcó.  

Por último, enfatizó que es un tema que se tiene que debatir.  "En cuanto nosotros tengamos la petición, seguramente estaremos abordándola, yo estaría haciendo la propuesta en la Junta de Coordinación Parlamentaria para abordar este tema".  

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