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Casi mata a su compañera de secundaria al aventarla por hacerle bullying

Chihuahua.- Gabriela Solís Murillo de 14 años, estudiante de la escuela secundaria 3025 del turno vespertino,  fue víctima de una caída a manos de un compañero que...
  • Por Elizabeth Hernández

Radiografía del esguince

Radiografía del esguince

Ahora ya pusieron barandal

Ahora ya pusieron barandal

Adela Solís (Madre)

Adela Solís (Madre)

Secundaria 3025

Secundaria 3025

Chihuahua.- Gabriela Solís Murillo de 14 años, estudiante de la escuela secundaria 3025 del turno vespertino, fue víctima de una caída a manos de un compañero que no tuvo precaución y la empujó arrojándola de un metro y medio de altura, caída que le dejó un grave golpe en la cabeza que pudo costarle la vida.

Adela Solís, madre de la menor, relata que la caída fue tan fuerte que ahora después de ser atendida, se mantiene en reposo total, para que la desinflamación del cerebro ceda. Los médicos indicaron que padece de pérdida de equilibrio y hay algunas actividades que no puede realizar sola, como bañarse.

Además la mujer comenta que en los salones donde su hija se encontraba y cayó metro y medio de altura, no cuentan con protección ni barandal, y ahora después de que su hija cayó los acaban de instalar, así que pide una respuesta a las autoridades educativas ante las secuelas que tenga por esta caída, que si bien ahora se están cubriendo los gastos en su totalidad por el seguro educativo, tiene un límite de 15 mil pesos.

Fue la tarde del jueves 2 de octubre cuando Gabriela acudió a la escuela secundaria con normalidad. También a la secundaria asiste su hermana. Gabriela cursa el 3 año del grupo A, de dicha institución y se encontraba platicando con un compañero, cuando de pronto cayó y no recordó más.

La madre de la menor, Adela Solís, relata que ella se encontraba en casa al cuidado del hogar, cuando fue llamada por autoridades de la escuela indicándole que su hija había tenido un accidente por lo que de inmediato se dirigió al plantel donde se encontró con su hija apenas volviendo en conciencia después de la caída, donde le indicaron que hasta tuvo convulsiones.

De inmediato llamaron a una ambulancia que trasladó a su hija a un hospital donde fue canalizada por la gravedad del golpe al Hospital Infantil.

“A mí no me dijeron que mi hija fue empujada, sólo me comentaron que tuvo un accidente, que se cayó”.

Después de estos sucesos el diagnóstico fue que tenía el cerebro inflamado, un esguince y que el golpe que recibió al caer pudo ser un golpe de muerte.

Por la gravedad del asunto, el Hospital Infantil de Especialidades pasó el caso a la Fiscalía para que tomaran la declaración sobre el accidente.

Aunque los familiares del menor que la empujó al principio actuó de manera muy comprensiva, en la última cita que tuvo la menor afectada al médico, el 4 de octubre se comportaron muy a la defensiva, por la declaración ante la Fiscalía.

“Mi hija está muy triste y decaída por no poder ir a la escuela, la ha ayudado mucho que sus compañeros vengan a visitarla”, expresó Solís.

“Además de que tiene que estar en reposo absoluto, a veces se desespera, se quiere quitar el collarín y pierde el equilibrio, ella no puede estar parada sola”, finalizó la madre de la joven afectada.

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