Opinión

El caso de la familia Lugo

  • Por José Oswaldo
El caso de la familia Lugo

Por Bernardo Cerdeira

Estimado público lector, a continuación me permito escribir sobre un hecho ocurrido en la ciudad mas antigua del estado, Santa Bárbara, y fomentar la cultura de nuestros pueblos. Quiero mencionar que existen varias versiones sobre este suceso pero considero que este tiene mayor veracidad por recabar la información de fuentes oficiales y testimoniales que presenciaron de alguna u otra manera las autoridades municipales, médico legista y el ministerio público.

Agradezco a la familia Campos que en ese entonces su padre fuera el encargado de esclarecer los hechos como ministerio público local y quien fundamenta toda la evidencia con fotografías, archivos y carpeta de investigación.

A la Funeraria Gallegos, encargados de prestar el servicio Fúnebre de la familia Lugo y del asesino en serie Rolando Cross Cavazos, al médico navarro encargado de realizar el peritaje de los homicidios y dictaminar cómo fue la masacre en la hacienda de los Lugo, testimoniales que me permitieron realizar en alguna ocasión un proyecto cultural en Santa Bárbara en una de las fiestas del pueblo minero.

Avalando este proyecto la presidencia municipal, la poeta y escritora Cleotilde Gordoa De La Tejera, embajadora de la cultura de México, el profesor Adrián Caldera, encargado de la presentación de Camino Real de Juan de Oñate y representante del INAH ( Instituto Nacional de Antropología e Historia).

También agradezco a todos los funcionarios públicos que participaron en el trabajo de equipo de este proyecto cultural que contribuyeron en las investigaciones y fichas técnicas para realizar una muestra de lectura y enseñanza de la historia de un pueblo.

Al locutor Magdaleno Gutiérrez del programa Pánico de Estéreo Fiesta Estación 107.1 por la cobertura de permitir el espacio y difundir la historia de la familia Lugo.

Esta historia la habrán escuchado de sus padres o abuelos, era el año de 1958 cuando trascurriría esta tragedia, la familia Lugo estaba integrada por Don Ismael Lugo y su esposa, la señora Dolores Pérez del Molino de Lugo, sus hijas y reconocidas maestras de la escuela Maclovio Herrera, Candelaria Lugo Pérez y Consuelo Lugo Pérez, y la señora Olga Manríquez Lugo, alias “La Nena” y esposa de Rolando Cross Cavazos. Quiero aclarar que La Nena tenía una hija de su primer matrimonio y que sería la única sobreviviente de la matanza de la hiena asesina.

La familia Lugo tenía una miscelánea ubicada en la calle Donato Guerra en el mero centro de la ciudad, en el lugar exacto donde ahora esta ubicado un salón de baile (Leonístico), la maestra Cande y Chelo laboraban cerca en la escuela Maclovio Herrera enfrente del palacio municipal, provenían de Durango dicha familia y por el buen momento de la minería se establecieron en Santa Bárbara.

Rolando Cross Cavazos llegó proveniente del estado de San Luis Potosí, de descendencia alemana, hombre serio y de mirada penetrante, se caracterizaba por no hablar con nadie del pueblo, así lo describían varias personas que lo trataron.

Llegando el chacal a Santa Bárbara se ubicó en un domicilio particular en la calle Mequí en el barrio del Nogal, propiedad de la familia Cavazos.

Caracterizado por consumir de manera frecuente drogas y bebidas alcohólicas, antecedentes de pertenecer al ejército; por otro lado La Nena era una persona muy alegre, de respeto y trabajadora.

Rolando Cross y Olga Manríquez Lugo comenzaron una relación, que no fue muy aprobada por la familia Lugo, llegando a formalizar y estableciéndose en la hacienda.

El 5 de julio de 1958 esa noche era diferente a otras, empezando porque estaba el pueblo demasiado tranquilo ya que estaban por efectuarse las elecciones del presidente de la república, estando Adolfo López Mateo contra Luis H. Álvarez, por lo tanto había ley seca, cerradas las cantinas y los salones de baile.

Rolando llegó alrededor de las 11:00 de la noche a la Hacienda Lugo en donde empezó a discutir con su esposa, La Nena Manríquez Lugo, discusiones habituales. Esto no generó ningún tipo de precaución con la familia, en algún momento de esta pelea Rolando Cross golpeó a La Nena y esta trató de defenderse con un martillo que se lo quitó la hiena y la empezó a golpear. Después de ello salió al patio y agarró un hacha que acostumbraba utilizar para la leña, rematando y asesinando a Olga Manríquez de Cross y un hijo que estaba esperando.

Acto seguido, el chacal se fue a la habitación de los señores Don Ismael Lugo y su esposa la señora Dolores Pérez del Molino de Lugo, personas mayores, a quienes sorprendió con su ataque terminando con ellos a la brevedad y asentando varios machetazos hasta que quiso detener su terrorífica y ventajosa agresión.

La maestra Candelaria Lugo se percató de que algo estaba sucediendo y acudió a averiguar qué estaba pasando, encontró a la hiena de Rolando Cross ensangrentado y con el hacha, reacción que le provocó miedo y sensación de salvarse, corrió la profesora hasta la puerta principal de la hacienda pero por su desesperación no pudo levantar la tabla de madera que sirve de seguro, y llegó Rolando a asentarle varios hachazos, quedando el cuerpo de Cande Lugo en la entra de la hacienda y escurriendo sangre a la calle principal.

Consuelo Lugo “Chelo” escondió a la hija de Olga Manríquez debajo de una cama y ella trató de hacer lo mismo, pero fue imposible escapar de las garras del asesino de Cross.

Según el parte médico y pericial señala que las maestras Cande y Consuelo tardaron una hora en fallecer después de recibir el ataque de la hiena.

Entra las 11:30 y 12:00 de la noche pasaron los hechos. Al siguiente día, alrededor de las 7:00 de la mañana, el vecino de la familia Lugo, el señor Toño Ponce y la trabajadora de limpieza de la hacienda percibieron la sangre que estaba escurriendo de la casa Lugo a la calle y dieron aviso a las autoridades municipales, militares y ministerio público.

Ingresaron varios militares, el Dr. Navarro, médico legista, el ministerio público, licenciado Campos, el presidente municipal, Salvador Uribe, y encontraron a la hija de La Nena a salvo.

Por otro lado estaba Rolando en su habitación lleno de sangre de sus víctimas, semidesnudo, bajo el efecto de las drogas y agotado; pasaría toda la noche pensando la gravedad y barbarie cometida.

Afuera de la hacienda todo el pueblo quería linchar y hacer justicia a la familia Lugo, por lo que determinaron las autoridades que el Dr. Navarro aplicara una inyección letal a la hiena asesina, avalada la decisión por el ejército y el ministerio público.

En las velaciones de la familia Lugo los acompañó todo Santa Bárbara, mientras que a Rolando lo llevaron en el camión de la basura y sólo el personal de la Funeraria Gallegos.

Gracias por su atención.