Opinión

El agua en las sociedades antiguas

  • Por José Oswaldo
El agua en las sociedades antiguas

Por Kamel Athie

(Cuarta de ocho partes)

Todos sabes y reconocemos la gran importancia del agua, sin ella ninguna civilización podría haber existido, la cultura mesoamericana es una ellas. Es por ello que a partir de este capítulo nos enfocaremos a la historia de las obras hidráulicas en México. Durante la época prehispánica las chinampas, acequias, calzadas, diques, albarradones y acueductos fueron las obras hidráulicas más representativas. Los principales materiales para su construcción fueron la madera, la piedra y el lodo así como plantas y tules.

En Mesoamérica gran parte del abastecimiento de agua se logró a través de la recolección y almacenamiento del agua pluvial. El agua era captada mediante canales y zanjas y conducida desde los techos de las casas por canoas, canalitos o canjilones hacia depósitos de barro, cal y canto o piedra. Existían también con este fin almacenes subterráneos como los de San José Mogote (1000 a.C.) y Tierras Largas (1000-900 a.C.) Oaxaca, dentro de éstos depósitos también están los chultunes o cisternas mayas.

Los jagüeyes eran otra estructura determinante para el abastecimiento de agua, consistían bordos de tierra compactados, que recibían el agua de los escurrimientos de los cerros cercanos. Éstos cumplían funciones tanto para distribución y consumo humano como para abrevadero de animales.

También durante esta época se construyen los primeros acueductos, dentro de estos, podemos mencionar la historia de los acueductos mexicas que tuvieron distintas etapas. En la primera etapa se construyó un conducto abierto hecho de lodo y carrizo con la finalidad de traer agua de los manantiales de Chapultepec. La segunda consistió en su renovación mediante escombros y estuco. En la tercera se construyó finalmente el acueducto que incluyó dos canales y para la cuarta se construyó el acueducto sur.

En Mesoamérica, el riego persiguió dos fines principales: 1) el incremento del rendimiento agrícola de plantas cultivadas y de mano de obra y, 2) la ampliación de la “frontera agrícola”. Es la construcción de la presa de Purrón, la obra que marca el inicio de la agricultura de riego en Mesoamérica, esta es la estructura monumental es la más antigua de su tipo que se haya encontrado.

En estos sistemas, el agua era generalmente capturada desde su nacimiento utilizando estructuras llamadas “cajas” para regular el flujo de los canales y para favorecer la elevación del nivel del agua logrando un riego en una mayor superficie de tierra. Del canal principal, se originaba una red de distribución de pequeños canales y acequias con depósitos secundarios de almacenamiento, muchos de estos canales se encontraban impermeabilizados con estuco y calicanto. Debido a la topografía fue necesaria la construcción de acueductos para librar barrancas y desniveles. Evidencias de este tipo de sistemas se han encontrado en el área de Texcoco, Chalco, Coyoacán y Tacubaya.

Éstas eran bordos o “empalizadas” para represar el agua, construidas con troncos, cañuela o varas entretejidas, piedras, tierra y pasto, servían para obligar a las aguas a desviarse a un canal que ya se había construido. Esta agua era utilizada durante la temporada de secas y sus estructuras son destruidas al llegar los temporales cuando los ríos aumentan su caudal haciendo el riego innecesario.

En el valle de Teotihuacán se encontraron paredes de piedra que cumplían, además de la función de la formación de terrazas y protección de la erosión de cerros, la de la contención de agua de lluvia y su conducción hacia canales de riego. Esta fue una técnica hidráulica especializada para adaptar el régimen de cultivos a las condiciones específicas de lugares como el valle de México donde las lluvias eran irregulares.

Mucho hay que valorar de las viejas culturas del agua …

[email protected]