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Aprender a leer y escribir ha cambiado su vida

Chihuahua.- Para María Caballero, vendedora de nopales crudos, el aprender a leer y escribir le ha cambiado la vida, ya que según ella: “ahora puedo dar el cambio exacto y sé...
  • Por Alejandra Pérez

Compañeros compran nopalitos

Compañeros compran nopalitos

Alumnas de Zumba amigas de María

Alumnas de Zumba amigas de María

Chihuahua.- Para María Caballero, vendedora de nopales crudos, el aprender a leer y escribir le ha cambiado la vida, ya que según ella: “ahora puedo dar el cambio exacto y sé el precio de lo que vendo”.

Mejor conocida como ‘Chonita’, es una mujer que da ejemplo de perseverancia, pues todos los días se levanta temprano para iniciar con la venta de nopales desde las 6:30 de la mañana en los alrededores de la Ciudad Deportiva de la capital del estado.

Ella promueve su producto con los deportistas y transeúntes quienes la conocen ya que labora allí desde hace 9 años. Luego de la venta asiste a una clase de ejercicios aeróbicos de la que forma parte como terapia para mejorar su condición física.

Chonita  proviene de una familia rural de Guanajuato al igual que su esposo, con quien viajó a la capital del estado de Chihuahua a la edad de 25 años; actualmente con 55, tiene cuatro hijos y ocho nietos, estudia la educación básica, al igual que algunos de sus familiares.

“Antes de aprender a leer y a sumar, recibía el dinero y no lo contaba, pues no sabía hacerlo. Le pedía a mis clientes que ellos tomaran el cambio y no me quedaba más que creerles y confiar en ellos” – dice – y que gracias al apoyo de su esposo era como lograba contar el total de la venta y saber cuántas bolsitas de nopales había colocado.

Juntos, ella y su marido, han logrado adquirir algunos bienes materiales para su casa... ”Ahora yo cuento mi dinero y hago mis ahorritos, voy hasta el rancho a visitar a mi madre”.

“Tomar la decisión de entrar a estudiar en el Ichea no fue nada fácil, en realidad no quería, tenía temor de ir sola, por lo que invité a una de mis hermanas para que fuera conmigo y estudiara también”, comenta Chonita.

El saber sumar, restar, multiplicar y dividir es algo que le ha cambiado significativamente la vida, pues inició sin saber contar monedas y entregar cambio, comenta que ya puede vender su producto a un precio más justo, después de haberlos vendido por años en 10 pesos, sin obtener ganancia.

Deja claro que realmente ella no pasa apuros económicos, pues su esposo está actualmente pensionado después de laborar como intendente del Instituto Tecnológico de Chihuahua II; además él se dedica a empacar en un supermercado y sus hijos también son un apoyo.

Martín Antonio Valdivia González, director general del Ichea mencionó que es por personas como Chonita que el instituto se esfuerza en continuar trabajando para bajar los índices de analfabetismo, rezago educativo y deserción escolar, “la meta es que encuentren en el ICHEA a ese aliado que tanto necesitan, en el instituto siempre tendrán una oportunidad para estudiar y realizar sus objetivos. Nos empeñamos con dedicación en llevar a todos educación gratuita”.

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