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El montaje desesperado de Corral

Por: Gerónimo Stefan Presionado por los señalamientos de incongruencia que le hizo Cruz Pérez Cuellar durante el debate de candidatos del sábado pasado, quien además...
  • Por Denisse
El  montaje desesperado de Corral

Por: Gerónimo Stefan

Presionado por los señalamientos de incongruencia que le hizo Cruz Pérez Cuellar durante el debate de candidatos del sábado pasado, quien además le recalcó la imposibilidad de que alguien con hermanos convictos por narcotráfico pudiera convertirse en adalid de la anticorrupción, Javier Corral  se desbocó y acusó al gobernador Cesar Duarte de lo mismo que el Jefe del Ejecutivo le había dicho en pleno Senado y cara a cara. En este caso señala a uno de sus hermanos como narcotraficante.

Ducho en el arte de la polémica de arrabal, Corral quiso esquivar el señalamiento de su compadre Pérez Cuellar acusando a un hermano del gobernador y diciendo que tiene las pruebas de su dicho. Pérez Cuellar, en una actitud de “pro me laboras” (trabajas a mi favor), solamente dijo: "vaya hermanitos..."

Con esta actitud tan fuera de lugar, no es difícil que Corral quiera librar el embargo del terreno que le promovió Televisa, acusando al gobernador de tener por ahí deudas sin pagar… el resultado sería tan nulo como el que logró ahora con esta carta marcada, sacada de un burdo montaje y alteración de documentos oficiales en el que ya tiene amplia experiencia.

No es la primera vez que Corral se acoge al  consejo de Maquiavelo: calumnia que algo queda…es decir, acusa sin importar que las acusaciones sean falsas… acusa sin pruebas, pues nadie te las va a pedir.

Pero de Maquiavelo a Corral hay un mundo de diferencia respecto a alcances mentales y mientras aquel era un genio de la intriga, Corral se revela como un mentiroso patológico, desesperado e incapaz de medir las consecuencias de lo que dice.

Existe una gran diferencia entre la acusación lanzada ayer por el plurinominal como un acto desesperado y el señalamiento público que se le ha hecho de sus hermanos delincuentes, con fotografías y número de expediente criminal adjuntos.

Frente a la contundencia de estos elementos, el desplante volteriano de Javier, no pasa de ser un mero arranque desesperado por atrapar a un público que no ha logrado congregar en su campaña hecha a base de reclamos y violencia verbal.

No hay que olvidar que Corral negó la existencia de sus hermanos y que aceptar que los tenía precisamente en la condición de criminales, tan solo para calificar el señalamiento de ataque bajo, imposibilitado como estaba para desmentirlo, no lo dejó muy bien parado.

Escudarse ahora en el argumento infantil de que no es culpable de la conducta criminal de sus hermanos, no basta para explicar porqué negó su existencia y sí abona mucho a una eventual complicidad.

La infamia que cometió antes, llegando incluso a negar la existencia de sus parientes incómodos, le inculpa de entrada. La disculpa de no ser responsable de la conducta de ellos llega muy tarde y forzada por el hecho de haber quedado al descubierto tan deplorable relación familiar.

Ante la contundencia de los hechos no tuvo más remedio que agachar la cabeza y ahora pretende levantarla trepándose en el recurso de calumniar, esperando que algo quede.

Pero los hermanos no son el único vínculo de Corral con el mundo del narcotráfico, pues de la misma manera guardó silencio cuando un periódico de El Paso, Texas reveló no solamente el vínculo del gobierno de Francisco Barrio con Amado Carrillo, sino la queja de éste narcotraficante de estar siendo objeto de peticiones de dinero desmesuradas (extorsiones, en el sentido más exacto) por parte del entonces gobernador Barrio. Corral, ya se sabe, estuvo siempre a la sombra bienhechora y cómplice de Barrio.

El más reciente vestigio de los vínculos que Javier pudiera tener con el narcotráfico salió a relucir con el caso de la Chapo diputada de Sinaloa…el estado del que, inexplicablemente, Javier Corral logró un título universitario de abogado, viviendo él en el entonces Distrito Federal.

No se necesita hacer un esfuerzo mental extraordinario para explicarse la razón por la que Corral no acudió a obtener su título de alguna de las muchas universidades defeñas…o de la propia UACJ…o hasta a las universidades de línea… y acudiera precisamente a una universidad de Sinaloa. Para hablar de esto como meras coincidencias se necesitaría ser algo más que inocente.

Lo que no deja lugar a dudas de la acusación inesperada de Javier en el debate, es el vacío de credibilidad en el que se produjo.

¿Quién va a creer que, teniendo Corral información tan importante se hubiera privado de sacarle el provecho que indudablemente le redituaría darla a conocer días atrás ?...

¿Quién va a considerar  un acto de caballero guardarse esta data que, de ser cierta, le abonaría a su campaña de lodo para cambiar el tono a la cantaleta de la deuda y a la supuesta corrupción de Duarte?

El silencio de Corral en torno a la información con la que se quiso quitar los golpes que le estaba propinando su compadre Pérez Cuellar hubiera sido para todo mundo altamente sospechoso…

Por eso se saco de la manga esa carta falsa... una carta que no pensaba utilizar pero que sus asesores le entregaron para manejarla en caso extremo, como ocurrió cuando fue acorralado por El Chacho, por Cruz y por la puntilla  que le dio Jaime Beltrán.

Por estas razones la calumnia de Corral gritada en medio de un debate del cual se esperaban propuestas medianamente creíbles, cae en tierra infértil y representa una comedia equivocada de un volterianismo a destiempo. 

Abrir la boca de manera tan irresponsable solo demuestra que su manejo del poder de la estupidez ya no puede representarle al plurinominal ganancia alguna en su aventura electoral, pero le deja la satisfacción de haber manchado la honra ajena... algo muy característico de personalidades invertidas donde manda la testosterona.

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