Bajo el volcán

Por León Reyes Castro

Siguiendo a la manada de los Reyes Castro, que sólo busca pretextos para hacer su propio serengueti, ahí vamos a bautizar a Matías, el zocoyote del clan, deciden los padres hacerlo en Cuernavaca, como si saliera gratis el viaje, desde la provincia pérdida, a las tierras Nahuatlacas.

Llegando, recuerdo a Bajo el volcán y decido darle una vuelta a la ciudad tratando de recrear los paisajes descritos por Malcom Lowry en su gran novela.

Por lo pronto se aventó 9 años escribiéndola de 1938 a 1947, todo este tiempo sufriendo o disfrutando del mundo del alcohol.

Bajo el volcán es una novela autobiográfica, que se desarrolla en un solo día, el de muertos, inicia a las 7 de la mañana del 2 de Noviembre, cuando se encuentran en el bar Bella Vista, Geoffrey Firmin y su ex esposa Yvonne y el hermanastro de aquel, cuando se encuentran ya va ebrio el personaje y de ahí en adelante, se narra la caída en desgracia de Firmin quien había sido cónsul en el servicio diplomático Inglés.

La desgracia del ex cónsul es su adicción al alcohol y su paulatino internamiento al infierno.

La novela no dejó honda huella en mi, tal vez porque la leí muy joven y poco recuerdo de ella, pero debe ser extraordinaria, pues en 1999 fue clasificada como una de las 100 mejores novelas del siglo XX en lengua Inglesa, dándole el lugar número 11.

Es la novela, una historia de amor y desamor, como todas estas historias, termina en la caída del personaje en el drama de éste sentimiento, que te hace vivir cuando lo tienes y te hace sufrir cuando lo pierdes.

Recorro Cuernavaca, no encuentro nada de lo descrito por Malcom Lowry, ha pasado mucho tiempo y de las personas a las que les pregunto por la novela y el autor, nadie sabe de ello.

Veo a Cuernavaca como una ciudad fea, sucia y descuidada, aquí los pobres, si son pobres, sólo que con un clima a todo dar, no conocen el frío que raja la cara, ni el calor que seca la testera.

A lo mejor no se siente tanto la diferencia entre pudientes y jodidos, porque hay dos mundos, el que ves por fuera, casas siempre amuralladas y entras a ellas y carajo, hay buen gusto, inicias por los jardines, con el clima semitropical y la habilidad de los jardineros, se crean pequeños paraísos, aquí se esconde lo bello en Chihuahua, se ostenta lo generalmente feo.

¿Por qué aquí se amurallan las casas, por qué en Chihuahua se muestran? Misterio digno de despejar por los chihuahulógos.

Hace años, descubrí el para mi, uno de los restaurantes más completos que he visitado en el país, siempre que estoy en Cuernavaca lo frecuento.

Como todo en esta ciudad, por fuera no ves nada, entras y guau, espacios finamente cuidados, verde todo, plantas de todo tipo, lo que nosotros ponemos en maceta y en el interior, acá son árboles, aves que no me explico por qué no se van, caminan libremente entre los comensales: flamingos, pavos reales, grullas africanas, y lo que yo llamo loros o pericos de todos tamaños y colores.

Atención por el personal, que no se por qué en nuestra ciudad no existe. Te sientes arropado, chipiliado, atendido.

La comida de rechupete, sientes que pagas lo que vale el platillo, yo di cuenta de unos langostinos al ajillo, que para que les cuento, la Dinorah: un huachinango al cilantro, que la Casona, ni que nada.

Me cae que no es malinchismo, la prueba: cuento los días para regresar, ese méndigo desierto, no sé por qué, lo amas y lo odias pero pura madre que puedes vivir lejos de él.

Para no perder la práctica electoral, recurro a viejos e infalibles métodos de investigación cualitativa.

Pregunto en todos lados y a todo el que se me pone a tiro, como les va con Cuauhtémoc Blanco, respuesta sensiblemente mayoritaria: pues le voy a decir algo que le va a dar risa: estamos muy contentos, está haciendo muchas cosas por los pobres y por la ciudad, si así sigue, nos gustaría para gobernador.

Resulta que un canijo que no terminó primaria y se dedicó toda la vida a patear una pelota y a traer buenos cueros, puede ser buen gobernante, ¿Cómo la ven? No estaría bien hacer chihuahuense a un buen futbolista. Quien quita y arregla el desmadre del estado grande y de veras el cielo bendice a Chihuahua.

De ahí en más, el martes elegirá él consejo político nacional del PRI, nuevo presidente, no hay nada nuevo, de pronto un desconocido, resultó que tiene un mundo de virtudes partidarias y políticas que nadie sabía de ellas, que bueno que viene a salvarnos, yo digo, que con que combatiéramos la corrupción que nos ahoga, sería un buen inicio para recuperar el prestigio perdido.

Luego seguiría gobernar en favor de los que menos tienen y velar por los intereses nacionales. No veo que optemos por ése camino.

De Nuño el de Educación también dicen que es muy inteligente y que ha estudiado mucho.

Se la atribuyen a el Manco de Sonora Álvaro Obregón: los muy listos y los muy pendejos se parecen mucho.

Miren nomás como traen a Nuño los profesores, semi analfabetas, según él.

A Quita