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Conoce el tóxico mundo del modelaje

Para nadie es un secreto que en la industria del modelaje existen muchos sacrificios y en los últimos tiempos muchas jóvenes han roto el silencio para revelar todo lo que ocurre en tan entregada...
  • Por Ely

Exigencias, exigencias y más exigencias...

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Vuelve a la vida

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Cayó en la anorexia

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La vida del modelase sale de lo normal

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Por poco y muere

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Para nadie es un secreto que en la industria del modelaje existen muchos sacrificios y en los últimos tiempos muchas jóvenes han roto el silencio para revelar todo lo que ocurre en tan entregada profesión para lograr verse siempre delgadas y “bellas”.

Kayley Chabot, de 19 años, comenzó a trabajar como modelo a los 15, emocionada e ilusionada con luces, pasarelas y vida llena de glamour. Pero en cuestión de meses, ese sueño se convirtió en pesadilla, confesando todo lo que vivió.

"Estaba tan emocionada de ir a Nueva York. Pero cuando llegué allá, la agencia quedó impactada con mi tamaño. Mis caderas medían 95 cm y necesitaba tener 6 cm menos", dijo en declaraciones al "Daily Mail". De ahí en adelante su mayor tarea era perder peso y mantenerse delgada, debido a su juventud e inmadurez, se tomó la tarea muy en serio y prácticamente dejo de comer.

La joven modelo solo comía 500 calorías al día, trabajaba 5 horas e iba al gimnasio 2 veces al día y como era de esperarse, su salud se vio afectada.

"Se me caía el pelo y estaba cansada todo el tiempo. No aguantaba el día en la escuela y llamaba a mi mamá para que me fuera a buscar, porque estaba débil y tomaba muchos laxantes. Me daba miedo hasta beber agua", declaró la Kayley. 

La modelo había caído en anorexia pero en ese momento estaba convencida que que su extrema delgadez le ayudaría a conseguir sus objetivos en la industria de la moda.

Kayley llegó a tener un índice de Masa Corporal de 15.2, considerado delgadez severa y empezó afectar su salud emocional y mental, llegando a pensar en el suicidio Kayley describió como "tóxico" el ambiente que rodea la moda y aseguró que sus amigas compartían su obsesión por estar delgada.  

Ver programas de obesidad para querer estar más delgadas, drogas y alcohol era su nuevo pasatiempo para quitar el hambre. En 2014 tuvo que decidir si seguir o dejar ese mundo, regresando con su familia a Canadá. 

Actualmente la joven ha superado esa obsesión y transformó su delgadez en una nutrición sana y saludable.

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