La Fuente

*Gabinete sin sorpresas *Inexperiencia, el común denominador *Pinedo a comunicación social *Duarte: me atengo a los resultados

  • Por José Oswaldo
*Gabinete sin sorpresas *Inexperiencia, el común denominador *Pinedo a comunicación social *Duarte: me atengo a los resultados

BUENO, bueno, bueno, pues finalmente salió, y sin sorpresas, el gabinete de Javier Corral Jurado. No deberían ponerle 2016-2021, porque ese período corresponde al de la administración. Porque, nada asegura, que los que este lunes fueron mencionados, concluyan el quinquenio junto con el nuevo góber. Algunos, claro es, llaman la atención, por distintos motivos, ya sea que no se les hubiera citado previamente o por su currículum. Tal es el caso del Secretario de Salud, Ernesto Ávila Valdéz, que proviene de las filas militares. La mayor parte de su carrera, según la info enviada de manera oficial, la ha efectuado en el ejército, así como también su trayectoria profesional. Ana Herrera, en Trabajo y Previsión Social, va a lidiar con tiburones del derecho laboral y, dada su especialidad en derecho notarial y corporativo, deberá contar con asesores laboralistas porque de lo contrario el medio se la va a comer. En la nueva Secretaría de Cultura, Águeda Lozano es una funcionaria de lujo, pero vamos a ver cómo reacciona con los poetastros locales que se sienten divos y exigen becas para la supervivencia como si fueran carne para los leones. En Obras Públicas, Norma Ramírez luchará en contra de la machista rumorología chihuahuita y Rocío Reza andará como pez en el agua con su cargo de Secretaria de Desarrollo Municipal. Rocío Stefany Olmos, que estrenará la Secretaría de la Función Pública, trae un pesado currículum en la lucha contra la corrupción y, según el discurso de El Paisa, será la que más trabajo tenga en el arranque, para ver si se topa con peces gordos que a ver si no le resultan tiburones. El Fiscal Peniche viene de pelear en la zona caliente de Michoacán, así que anda ya con la espada desenvainada. Conoce el estado de Chihuahua como delegado de la PGR y se espera de su función no sólo la contención de los carteles sino el mantenimiento de la paz sin caer en otra guerra sin cuartel.

EL reto de Gustavo Madero es el de poner a la gente a trabajar sin pasarse de lanza; es decir, sin brincar al Secretario General y sin sentirse gobernador. Ese cargo estará en chino desempeñarlo sin efectos, porque la gente acepta una rienda pero no dos y menos tres, así que deberá recurrir a los moches si quiere fidelidad y acción. César Jáuregui Robles, el Secretario General de Gobierno, no tiene experiencia alguna en la administración. Se dice que es un abogado inteligente y preparado, con dotes académicas y un poco relacionado con el poder judicial federal, pero que se ha mantenido en las alturas, sin conocer lo terrestre de la política en el ámbito estatal. Arturo Fuentes Vélez en Hacienda es el secretario que, al entrar, contará con un plazo de tres meses para demostrar lo que vale. Cierto es que ya trae chelínes en la bolsa -la mitad de La Bursa- para pagar sueldos, aguinaldos y proveedores- pero ahora deberá hacer un plan para conseguir más de lo que Duarte y Jaime Herrera consiguieron. Las obras no se hacen sólo con proyectos y buena voluntad, sino con billetes y su función será muy difícil para lograr su objetivo. De Víctor Quintana hay que decir que debe cumplir la expectativa, pues es un funcionario preparado académicamente pero que a la vez ha andado como pocos en tierra y que conoce y entiende de los problemas comunes. Su problema será que no le alcanzará el dinero para componer el mundo pero se espera que su labor sea realizada con estrategia e inteligencia. Pablo Cuarón es empresario de intachable prestigio y crédito social pero sólo Corral y él saben por qué razón fue nombrado Secretario de Educación. Jamás en su vida ha tomado un gis entre sus manos, dado una clase, o militado en los sindicatos ni en la propia secretaría. Con el tiempo se conocerán las verdaderas razones de la designación, pero a todas luces suena fuera de lugar y, para ello, habrá que preguntarle a los dos líderes sindicales de la entidad qué opinan al respecto. Alejandra de la Vega es quizá la funcionaria que más se pliega a su cargo y de ella no hay nada que decir, excepto el tema del avión que su esposo le prestó a El Paisa. En resumen, con honrosas excepciones, al nuevo gabinete, por su inexperiencia en el ramo de sus cargos, les falta ver más bax.

EL tema del Coordinador de Comunicación Social, que tantas suspicacias levantó en la revelación del gabinete, tiene su explicación jurídica. El Paisa Corral cumplió con lo preceptuado en el artículo 24 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del estado, en donde se enlistan las dependencias que coadyuvan para sacar adelante las tareas constitucionales. Comunicación Social es una coordinación que, al igual que la Secretaría Particular -Pepe Luévano, el Hijo Pródigo-, la Secretaría Privada -El Menordomo, Panchito Muñoz-, y la Coordinación de Asesores, todavía acéfala, pertenecen al despacho del gobernador. Es decir, aunque en todos los gobiernos priístas se les cita como cargos de primer nivel, orgánicamente, estructuralmente, legalmente, forman parte del despacho. Además, Corral consideró sólo los que aparecen en el citado artículo 24 de la ley para establecer la paridad de género, que prometió y cumplió al designar a su gabinete. Pero tampoco hay duda sobre el cargo de Coordinador de Comunicación Social, pues ya oficialmente El Paisa designó a su amigo Antonio Pinedo. Luis Silva ocupará el segundo puesto en el organigrama del área, con el cargo de Director General de Comunicación. La dirección administrativa depende directamente del coordinador, pero bajo el director estarán sujetas las direcciones de Información, Comunicación, Análisis (de nueva creación) y Vinculación.

ME atengo a los resultados, dijo Duarte en el Salón Gobernadores, en su speach de despedida. Casi al mismo tiempo, pero en Ciudad Juárez, Javier Corral prometía encarcelarlo, durante la presentación de su gabinete. El gobernador andaba hecho una furia política en su último día, de manera muy similar a cuando empezó su mandato, en el lejano 2010. El personaje más distinguido fue, sin lugar a dudas, Enrique Serrano ex candidato del PRI, quien dio un efusivo abrazo a su amigo e impulsor. En la frontera, El Paisa presentaba a Peniche Esquivel como el nuevo Fiscal, responsable del proceso penal que se avecina. Duarte entregaba en la Plaza Mayor el Estado de Fuerza -la policía estatal- y reconocía que era los verdaderos héroes de la recuperada paz en la entidad. Corral se robaba los aplausos en Juaritos por atacar a Duarte, la única promesa de campaña que le hizo ganar la elección, de meterlo a la cárcel a él y a sus cómplices. Duarte, siempre acompañado de su esposa Bertita, ahora también por su hijo César y sus gemelas, utilizaba aquella estentórea voz con la que inició su sexenio, desaparecida del 5 a la fecha y recuperada en su última jornada de trabajo. Como te ves me vi; como me ves te verás, parecía resumir el paso de seis largos o cortos años, según quién los evalúe, el último día de la administración, el ocaso, que hizo posible el parto de la nueva administración.

PADRES de familia de niños de la escuela de mariachi Cutberto Pérez andan enfurecidos, sentidos e irritados. Fueron contratados, aparentemente, para interpretar su música en una verbena popular que se efectuaría en la Plaza Mayor. Sin embargo, al presentarse en el lugar, ocurrió que no había tal verbena y que, tampoco, había nadie de los que contactaron a los pequeños mariachis. Se dijo que una tal Ericka Mendoza y otra persona de la ciudad de México habían hecho el contrato. Sin embargo, nadie les avisó nada sobre alguna cancelación y se presentaron en la Plaza del Ángel para interpretar una serie de canciones rancheras, eso sí, muy mexicanas. Lejos de agüitarse al cien, los pequeños se pusieron se interpretar las canciones de mariachi porque los padres de familia y otros chihuahuenses que se congregaron por el lugar, les pidieron ejecutar el concierto. Se supone que la verbena era organizada por el equipo de Javier Corral Jurado. En esta ocasión, a pesar de la humillación que sintieron, los mariachis no callaron.

LA imagen del perrito chihuahueño que fue plasmada en un edificio de la zona centro de la ciudad, fue finalmente bautizada. Pasará a la historia como La Gigí Cuesta, porque el autor intelectual de la obra es el director del Implan, Benito Rodríguez Cuesta. La raza del municipio es pesada, ya se sabe, y le gusta bromear con el estilo afrancesado del perrito chihuahueño. La Gigí causó una gran polémica entre los chihuahuenses, pues unos aplaudieron el mural y otros, definitivamente, desaprobaron al ícono regional. A Benito también le dicen El Mancerita de Chihuahua, por su gran parecido físico del gobernador de la ciudad de México con el funcionario municipal. Sin embargo -y esto hay que anotarlo- pocos han reconocido sus logros, como pudiera ser el de la avenida La Cantera. Ciertamente, puede no ser la cura de todos los males, pero las modificaciones viales del lugar se habían convertido en un dolor de cabeza para los residentes de la zona y para las autoridades. Fue Benito Rodríguez el que hizo el diseño, que se puso un mes a prueba y que, finalmente, se quedó. Pero ya se sabe cómo es la gente, reacia a reconocer logros y presta para la crítica destructiva.