La Fuente

*Muere Don Ramiro Alvídrez *Trevizo y Jaúregui, juntos *Arrebatan poder judicial *Mujeres empoderadas

  • Por José Oswaldo
*Muere Don Ramiro Alvídrez *Trevizo y Jaúregui, juntos *Arrebatan poder judicial *Mujeres empoderadas

A la edad de 82 años murió Don Ramiro Alvídrez este jueves, luego de permanecer unos días internado en la clínica Cristus Muguerza, de la ciudad de Chihuahua. Una complicación de diabetes llevó al hospital al ex candidato a diputado en 1983, la cual derivó en malestares que les orillaron a perder la vida. Don Ramiro Alvídrez Frías fue Director de Tránsito en el sexenio de Fernando Baeza. Tuvo muchos reconocimientos por su labor al frente de la Cámara Junior y no hubo quien no le conociera sobre la avenida Independencia por su taller Alvídrez. Su inconfundible uso de las famosas guayaberas, con las manos metidas en las bolsas de esta singular prenda de vestir, le dieron siempre un toque de originalidad al político. Don Ramiro fue aquel hombre que, entrevistado sobre la receta para durar medio siglo en el matrimonio, respondiera, junto a su esposa, que se requieren dos elementos: prudencia y paciencia. Descanse en paz Don Ramiro Alvídrez y una sentida condolencia a su esposa, hijos e hijas y nietos y nietas. Su cuerpo será velado este sábado a partir del mediodía en Mausoleos Luz Eterna.

EL jueves se toparon en el auditorio Rodolfo Cruz Miramontes, de la Facultad de Derecho, el ex y el es, secretario general de gobierno. Es decir, Mario Trevizo, el que se fue, y César Jáuregui Robles, el que llegó, en un evento de Ciencias Políticas. Aunque algunos quisieran haber visto sangre, dado el tema Duarte-Corral, la cosa fue más bien a la inversa. Trevizo, con la diplomacia que le caracteriza, se mostró al público juvenil como un político de altura, así como lo es. Y Jáuregui Robles, dicen quienes asistieron al evento, no es diferente, pues también le gusta lucir las mismas galas. César habló del liderazgo juvenil, que tanta falta hace en este país, y en este estado, como motor de cambio. Mario, por su parte, se metió al escabroso tema sobre la existencia de garantías o derechos humanos. El estado, dice aquel viejo paradigma jurídico: ¿reconoce u otorga las garantías? Bueno, ese asunto bien daría para escribir no uno, sino varios textos, que en este espacio es impensable hacer, pero que, tal vez, el ex secretario, ahora con tiempo disponible, pueda entrarle. Como sea, el evento dejó un buen sabor de boca entre los estudiantes de la facultad.

LA sorpresa del miércoles fue la iniciativa que subió a tribuna Miguel Latorre, el coordinador de la fracción parlamentaria del PAN. El texto para reformar la ley orgánica del poder judicial del estado está más dulce que una esponja, pletórico de beneficios. Sin embargo, la bola dura está en los artículos transitorios, a través de los cuales, de golpe y porrazo, desaparecen del mapa al actual esquema del poder judicial. En el segundo artículo transitorio, para empezar, se decreta la conclusión de Gabriel Sepúlveda como Presidente del TSJ, pese a que fue electo para terminar en octubre de 2017. “El período del actual presidente concluye al entrar en vigor el presente decreto”, reza el citado artículo. Luego, el mismo transitorio señala que el Pleno deberá sesionar dentro de las 48 horas siguientes para hacer la “designación” (no dice elección) del nuevo presidente. En ese ínter, mientras se elige al nuevo, es decir, por 48 horas, asumirá la presidencia del poder judicial el magistrado decano, quien se encargará de convocar al pleno y dirigir la sesión. Algo que parece ir etiquetado es que si por cualquier motivo no se elige al nuevo presidente en esas 48 horas, seguirá al frente el decano. Al interior del tribunal todo mundo sabe el nombre de ese magistrado que buscar jubilarse como presidente.

EL tercero y el cuarto transitorio son contradictorios, pues mientras uno ordena seguir el proceso de selección de jueves, el otro suspende. El tercero transitorio señala que los procesos de selección deben seguir y concluirse en los términos de la ley. El cuarto, que cualquiera que sea debe suspenderse en cuanto inicie la vigencia del decreto que reforma la ley orgánica del poder judicial en el estado. El quinto transitorio aniquila al actual régimen en el TSJ, al señalar que el Consejo de la Judicatura Estatal no asumirá absolutamente ningún función, hasta en tanto quede integrado de manera total. Es decir, hasta que designen sus representantes los poderes ejecutivo y legislativo. Mientras, al reagruparse los magistrados bajo otra presidencia, es obvio que serán cambiados los magistrados electos bajo la batuta de Gabriel Sepúlveda. El sexto transitorio es magia, ideada por algún genio del derecho, pues ordena que se deroguen todas las disposiciones que se opongan al decreto, para no batallar y en pocas palabras darle directriz al proyecto. Téngalo por seguro, este tema irá a parar hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues fácilmente predecible que Sepúlveda y su gente vayan interponer amparos, controversias constitucionales y cuanto recurso jurídico esté a su alcance.

LAS mujeres chihuahuenses andan muy empoderadas en eso de denunciar la violencia política contra el género. En estos días irán a ver a Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de gobernación, para tratar el tema y establecer políticas públicas de prevención. Y también llevarán a Juárez a Santiago Creel Mirada, para que haga una disertación sobre este tema. Las que traen ese pandero son Kata Espino, consejera electoral, Isabel Encerrado de Mujeres Campesinas, Paquita Jiménez de Observatorio Ciudadano y Meche Fernández de Movimiento Igualitario. También andan Marta González del Centro de Atención a la Mujer Trabajadora, Kiriaki Orpinel de Mujeres Indígenas, Paola Arroyo de Madres de Niños Prematuros AC, Rosy Saénz de Abogadas Demócratas y Verónica Terrazas, consejera de Inmujer. La idea es bajar lo más posible la política de prevención en todos los centros de trabajo, públicos o privados, para evitar casos de violencia política y laboral contra la mujer.

LIZ Aguilera, secretaria general del CDE del PRI, encabezó el jueves la segunda reunión de alcaldes tricolores y diputadas locales para empezar la defensa contra los demoniazos que se avecinan. Es decir, ya prevén los dictámenes de las cuentas públicas del último año de la administración duartista. Los que saben dicen que hay línea para tender al sol todos los trapitos sucios que afloren con la revisión. Y como Liz es experta en esos temas, pues fue presidenta de la comisión respectiva, convocó, a nombre del PRI, porque Dowell anda en México, al cónclave. Asistieron Javier González Mocken, ex de Juárez, y Javier Garfio, ex de Chihuahua, al que le atribuyeron hacer la reunión para buscar el PRI estatal. Sin embargo, aunque sí la quiere, no se niega, fue en calidad de ex alcalde, porque también a él le van a bailar el oso el día de mañana. Las diputadas de la bancada rosa también asistieron a la comida, en La Cebolla Roja, aunque Adriana Fuentes se salió antes porque tenía gente de la Ciudad de México qué atender. La legisladora está centrada en defender el proceso de legalidad, pero donde halla corrupción probada no meterá las manos para nada. Ella e Isela Torres son las que tienen más experiencia en ese ajo, así que su participación será muy interesante. El problema de la política es que, con frecuencia, se plantea el milenario dilema shakesperiano del to be or not to be, que traducido al español, simple y llano, significa que o te vas con melón o te vas con sandía.