Opinión

La columna

  • Por Cynthia
La columna

Óscar Villalobos, Manuel Russek y Mario Trevizo: sin misoginia, ni fobias.. ¿los viables para el PRI?

Corral y Cabada: entre el reencuentro y la separación.

Alejandra De la Vega: absuelta de su millonario donativo a los republicanos.

Nuevos nombramientos de SEECH: ¿ahora sí fueron consensados con la Octava?

Virgilio Cepeda: el sobreviviente.

Donde aún no se define la próxima estructura directiva estatal es en el Partido Revolucionario Institucional, pues a diferencia de su homólogo albiazul, que semanas atrás le abrió las puertas a Fernando Álvarez Monje para que lo capitanee por segunda vez, en el tricolor todavía no se determina como quedarán integrados su Consejo Político y su dirigencia. Hace días un exfuncionario del CDE priísta, estudioso y conocedor de la situación política local y nacional, reveló al autor de esta columna, en orden preferente y desvinculados de cualquier sesgo fóbico o misógino, los nombres de Óscar Villalobos, Manuel Russek y Mario Trevizo, quienes a juicio de él son, objetivamente -según dijo-, los perfiles más viables para conducir al Revolucionario Institucional durante los primeros años de esta su segunda etapa de alternancia política en Chihuahua. A los tres personajes que mencionó los caracterizan, sin duda, perfiles relativamente similares, ya que además de los nexos de afinidad que los unen tanto a ellos mismos entre sí, como con el exgobernador Reyes Baeza y su fuerte grupo político, tienen como comunes denominadores la diplomacia, experiencia, perspicacia, sensibilidad y conocimiento de la organización interna del partido. Asimismo, todos gozan de reconocimiento y prestigio tanto entre la militancia y los grupos políticos del Revolucionario Institucional, como ante la opinión pública. Quizá la única diferencia -y a la vez ventaja para uno de ellos- existente en los rasgos de dichos abogados y políticos, es la que posee en su vasto currículum Óscar Villalobos Chávez, único expresidente del CDE, que aún vive para contar sus enriquecedoras experiencias y recuerdos como dirigente, durante la primera época en la que el PRI cumplió el papel de opositor en Chihuahua –gobierno de Francisco Barrio-, el otro exlíder estatal que contaba con esa nota curricular era el no menos genial Artemio Iglesias -q.e.p.d.-. 

Los que aún no dan visos de tener un cambio en el último status que se les conoció por lo divulgado en diversos medios informativos son el gobernador Javier Corral Jurado y el alcalde juarense Armando Cabada. Sí, para todos, y tal vez también para ellos mismos, sigue siendo una incógnita el futuro de su relación personal e institucional, misma que pese a la madurez con la que han salido a declarar y reconocer públicamente sus diferencias políticas, pasa en este momento por una de sus etapas más incómodas. ¿Será Corral capaz de perdonar a Cabada el agravio que significó para el primero de éstos la osadía mostrada por el segundo al nombrar, sin consulta previa y contra la voluntad del ejecutivo, al ex Fiscal Jorge González Nicolás como Director de Seguridad Pública en el municipio fronterizo? El tiempo se encargará de escribir los restantes capítulos y el desenlace de la historia política de éstos dos notables personajes a los que el devenir ha puesto en la disyuntiva del reencuentro o la separación definitiva. 

Sorpresiva, y por supuesto también polémica, resultó la reciente nota periodística mediante la que el diario Norte Digital, de Ciudad Juárez, reveló los vínculos establecidos con la campaña presidencial del controvertido Donald Trump y el Partido Republicano, por parte de Alejandra De la Vega, actual Secretaria de Economía en el gabinete del gobernador Javier Corral. El hecho de que De la Vega y su esposo, el norteamericano Paul Foster, hayan aportado más de un millón de dólares al ultraconservador Partido Republicano no tendría nada de cuestionable si la conocida empresaria y política se encontrara desligada del PRI y el PAN, partidos políticos mexicanos cuyos militantes se encuentran mayoritariamente opuestos al perfil de Trump - ahora presidente electo de los Estados Unidos-, quien debido a las posturas misóginas y xenofóbicas mostradas en su acre discurso mientras fue candidato a la Presidencia de Estados Unidos, hoy tiene en su contra la animadversión y el temor de la mayoría de los mexicanos. Además, aunque formalmente no lo externen, tanto el PRI como el PAN le apostaban –es más, le rezaban- al triunfo electoral de Hillary Clinton, la candidata presidencial del Partido Demócrata. Obviamente, el gobernador Corral tampoco es la excepción dentro de la mega corriente antagonista que el mismo Trump ha construido contra su persona, pues el mandatario chihuahuense no comparte la filosofía política ni el comportamiento extravagante evidenciados por Trump al menos en su etapa de candidato. Por ello, para la acaudalada y novel funcionaria del gobierno de Corral, llegaron en un momento álgido las revelaciones sobre su cuantioso respaldo financiero a los republicanos -y en particular al polémico Donald Trump-. Sin embargo, los documentos publicados por Norte Digital muestran que las últimas entregas económicas efectuadas por De la Vega al partido de Trump datan del 22 marzo de 2016, es decir, cuando Corral aún no obtenía el triunfo electoral, y –obviamente- la connotada mujer de negocios juarense ni siquiera había sido invitada a ocupar el alto puesto que ahora tiene en el Gobierno del Estado. Por ello, de inmediato surgieron interrogantes: ¿Realizó De la Vega, en fechas posteriores -cuando ya había sido invitada por Corral para trabajar a su lado- otras aportaciones a Trump y los republicanos, incurriendo así en una deslealtad hacia su jefe?  Otra pregunta que emergió, fue si en lo sucesivo la Secretaria de Economía sería considerada como la colaboradora incómoda, o el titular del ejecutivo la absolvería pensando que sus “pecadillos” político-financieros fueron cosa del pasado, como lo aconseja el adagio que reza: “Lo que no fue en tu año no fue tu daño”. Pues, más temprano que tarde, incluso unas horas antes de la histórica y atípica elección que llevó al temible Trump a la Casa Blanca, Javier Corral ratificó públicamente su confianza, aprecio y respaldo a la ingeniera De la Vega, con lo que se le dio vuelta a la página y el caso fue declarado cosa juzgada.

Una de las preguntas que brotó en forma inmediata al analizar la reciente nota que dio a conocer el nombramiento de nuevos directivos de Servicios Educativos del Estado de Chihuahua (SEECH), es si en esta ocasión sí fue tomada en cuenta la opinión de la Sección 8ª del SNTE, para designar a los funcionarios entrantes. Aunque aún no se sabe con certeza que cabildeos precedieron al asunto, lo lógico es pensar que esta vez el gobernador Corral instruyó al Secretario de Educación, Pablo Cuarón, y al titular de SEECH, Manuel Arias, para que consensaran el asunto con el poderoso gremio magisterial que comanda la combativa profesora Rosa María Hernández. El horno no está para bollos, pues en días pasados los mentores de la octava manifestaron airadamente al Gobierno del Estado su inconformidad por la inserción de varios miembros de la CNTE –su disidente y acérrima rival- en los más importantes puestos de la importante dependencia educativa estatal. Tales protestas -se ha dicho- generaron la intervención de Juan Díaz De la Torre, líder nacional del SNTE, quien, según se afirma, pidió al gobernador consideración hacia los planteamientos de sus representados en Chihuahua.

Según versiones que han empezado a trascender, el arquitecto Virgilio Cepeda, quien, bajo el mando del ingeniero Luis Luján Peña, fungió como Director Operativo de la Coordinación Estatal de Protección Civil -durante el sexenio del gobernador César Duarte-, podría continuar laborando en dicha dependencia en el quinquenio del nuevo mandatario, Javier Corral. Además, se dice, el priísta Cepeda no sólo se verá favorecido con la supervivencia política que la tolerancia y pluralidad del mandamás de palacio le otorgarían, pues junto con el valioso indulto viene aparejado el nombramiento como titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil, en la que por seis años se brindó con lealtad y eficacia hacia su exjefe Luis Luján, mientras éste se desempeñó como responsable y jefe de esa área. Un acierto, sin duda, la ratificación y el ascenso del arquitecto Cepeda, pues más allá de su origen emanado de las filas del Partido Revolucionario Institucional, es un funcionario que siempre se ha caracterizado por la sensatez, el profesionalismo y la institucionalidad que imprime al cumplimiento de sus deberes en el servicio público. Felicidades al arquitecto Virgilio Cepeda. Su continuidad habla bien de él, y del gobernador Corral.

POR CARLOS JARAMILLO VELA

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