*Maru grilla con la bancada rosa *Nuevo delegado en SCT *Los de Villa Ahumada *El cuadro de Villa

LA Maru se dejó caer la greña al invitar, muy grillota, a la bancada rosa del PRI en el congreso del estado. En el Salón 12 de octubre de la presidencia municipal, la comida se convirtió en una agradable conversación. Estuvieron Karina Velázquez, Adriana Fuentes, Imelda Beltrán, Rocío Saénz y la propia alcaldesa de la capital del estado. Ya se sabe que en política, el que peregrina agradece al que brinda posada, más en los difíciles tiempos de crisis. Como esto es igual a la rueda de la fortuna, dicen que amor con amor se paga. O, dicho en otras palabras, todas las ahí presentes entienden muy bien cómo se reparte la baraja. El mensaje enviado, de fondo, es que partes contrarias pueden construir puentes de entendimiento. Puede ser que, en otros niveles, las cosas sean asimiladas de otra manera, porque todo es según el cristal con que se mira. Todas, sin excepción, trabajan sus proyectos, personales, de grupos, o institucionales, y saben que se necesitan para aliviar la pesada carga de la grilla. Maru ha estado agarrando tablas a pasos agigantados desde el arranque de su administración y, en serio, hace bien, porque debe ver el camino de la reelección cuesta arriba.

EL nuevo delegado de la SCT, Rafael Chávez, es egresado de la Universidad Tecnológica de Chihuahua. En el medio, fue visto como un reconocimiento a su trayectoria, haberlo nombrado en el cargo, pues además de haber sido director de Obras de la misma dependencia, ha ocupado otros cargos similares en el estado. Efraín Olivares, el ex delegado, se irá directamente a la jubilación, pues tiene ya bastante antigüedad para ello. En su trayectoria, cuenta haber fungido como coordinador de Obra de la Zona Norte del Instituto de Planeación y Construcción de Escuelas del Estado de Chihuahua, de 1999 a 2001; director de Obras Públicas Municipales de la Frontera del Estado de Chihuahua, de 2001 a 2004; director de Edificación de la Dirección General de Obras Públicas Municipales del Ayuntamiento de Juárez, de junio de 2004 a junio de 2005; director técnico de la Dirección General de Obras Públicas Municipales del Ayuntamiento de Juárez, de junio 2005 a mayo de 2006. De la liga política que le llevó a la delegación de la SCT, ni se diga, pues ya se sabe que fue con el impulso de RB y LM.

UNA cámara anónima envió a este portal informativo fotografías que incluyen en sospechosa conducta a vehículos y trabajadores de gobierno. El hecho fue captado este lunes, por la noche, al filo de las 22:00 horas, en las afueras del restaurante Arizona, en Villa Ahumada. Unas ocho personas, jóvenes, mugieres et varones -diría El Mío Cid- se dirigían al parecer con rumbo a Ciudad Juárez. Los vehículos, dos pick ups, tienen aún el logotipo de Chihuahua Vive. No hay chihuahuita bien nacido que no se pare en el Arizona a echarse un burrito de chile colorado, tamaño magnus, y un cafecito para seguir el viaje. El lector de este portal informativo, que hizo llegar las imágenes, se preguntaba, con tintes partidistas, si entonces no es verdad que no sirven los vehículos oficiales y que no hay ni para gasolina. Los jóvenes sabrán el motivo del viaje y la comisión laboral a la cual pueden haber sido enviados, pero también le pegaron al avispero del rumor por la conformación del grupo y la hora, aparte que, según se comentó, no sabían cómo suspender la alarma antirrobo que se había encendido en una de las camionetas.

DICEN que, por sugerencia mediática de Leonel El Coco Reyes, el gobernador retirará de su oficina el enorme cuadro de Pancho Villa que cuelga en su despacho. Bueno, los que saben, dicen que no es uno, sino dos, las pinturas de El Centauro del Norte, que aparecen en la oficina de la esquina principal de palacio. Ojo, porque se trata de un cuadro hecho por Benjamín Domínguez y, el otro, nada menos que por Diego Rivera. Su valor, y si no lo creen que le pregunten a Águeda Lozano, que bastante sabe de esto, es inapreciable, no sólo monetaria sino culturalmente. No cabe en estas líneas un análisis de la figura de Pancho Villa en la historia de Chihuahua. Empero, hay que recordar, fue no sólo un revolucionario sino también gobernador del estado. La Fuente no es nadie para sugerir nada al C. Gobernador, pero tal vez sería recomendable evaluar hechos del pasado reciente. Villa ha ganado batallas después de muerto, pues el ex alcalde Fito Torres Medina intentó mover la rotonda de División del Norte y le salió el tiro por la culata. Después, Duarte trató de mover a la plaza del Ángel el mausoleo y se le armó una revolución. Así que, hay que tener especial cuidado con la figura emblemática, icónica, del Centauro del Norte. Cada vez que se toca su espíritu, se remueve en Chihuahua los polos de odio y de amor que dejó como herencia su cabalgar por el desierto, la llanura y la montaña.

NI El Paisa ni Jiménez Castro ni Blanquita Gámez se robaron la atención en la sesión solemne de Cuchillo Parado. Fue, sin duda alguna, la diputada local Adriana Fuentes, la que más llamó la atención en el polvoriento pero revolucionario pueblo. Se llevó la atención, por encima de los representantes de los tres poderes del estado, reunidos ahí para conmemorar el inicio de la gesta revolucionaria. Adriana Fuentes arribó a la comunidad a bordo de un helicóptero, que dejó a todos los presentes con la boca abierta. Más tarde, subiría a su face fotos con el gobernador, agradeciendo la total disposición del mandatario sobre las propuestas de la legisladora. También aparece una imagen en donde dialoga con Julio César Jiménez Castro, nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia, que dijo que no sería un edecán del ejecutivo pero que al primer evento en la agenda puso pies en polvorosa para estar presente. Cosas de la vida y de la política, pero ahora le tocó a Adriana pedir audiencia a quien un día trabajara en una de sus empresas y que, ahora funge como gobernador del estado. Por cierto, con Adriana se regresó en el boludo la diputada Rocío Saénz, de Juárez, pues Corral no pudo aceptar el raid, debido a que todo su equipo de seguridad estaba en el poblado.

EN su primera incursión como edecán estatal, el magistrado Julio César Jiménez Castro metió la pata. Los mirones, que son de palo en el lugar de los hechos, soltaron luego la lengua y escupieron la sopa. Resulta que, al llegar El Paisa Corral a Cuchillo Parado, Jiménez Castro y Blanca Gámez le recibieron. El Paisa se derritió en comentarios de halago hacia el nuevo presidente del TSJ. Este, delante de funcionarios, diputados y magistrados, le dijo que habían llegado nuevos recursos jurídicos (¿controversias constitucionales?) de los cuales necesitaba hablar con el mandatario. Corral, avispado, merodeando la zona, apartó a un lugar más retirado a Julio César, miembro de Los Tres Panchos -junto con Paco Molina y Marcos Molina, todos ahijados de Don Augusto Martínez Gil- y se retiraron a dialogar. Los dos asuntos gruesos que trae por ahora el TSJ son la controversia constitucional interpuesta por Gabriel Sepúlveda, a la cual le dio entrada la Corte, y el tema de seguir con todo para sacar del tribunal a los 13 Paramédicos que fueron a darle oxígeno al poder judicial del estado.