Opinión

A propósito de las nuevas disposiciones del Papa sobre el aborto provocado

  • Por José Oswaldo
A propósito de las nuevas disposiciones del Papa sobre el aborto provocado

Por padre Gustavo Sánchez Prieto

1. Desde el inicio de su pontificado y, especialmente, durante este jubileo extraordinario de la misericordia, el Papa Francisco ha insistido en presentar el rostro misericordioso del Padre que resplandece en la palabra y obra de Jesús y, con la fuerza del Espíritu, se manifiesta en la vida entera de la Iglesia.

2. Decir misericordia, como lo afirma el Papa, es reconocer en serio la miseria humana que se traduce en pecado; al mismo tiempo, se afirma la benevolencia del corazón de Dios que responde perdonando y acogiendo al pecador que, arrepentido, movido por la gracia de Dios, pide perdón.

3. La Iglesia, con el Papa a la cabeza, reconoce la seriedad del pecado y la seriedad de la conversión, especialmente en el sacramento de la Confesión.

4. Reservado el aborto, como era la norma, se pretendía subrayar la seriedad y gravedad del aborto; nunca se pretendió afirmar como pecado imperdonable.

5. Ahora el Papa Francisco, sin quitar nada de gravedad al pecado, quiere subrayar el dinamismo de la gracia, sea en el corazón del pecador, sea en el ministerio de la Iglesia.

6. Ni impunidad ni rigorismo legalista. La misericordia y la miseria humana se encuentran en el acontecimiento de Cristo y en el ministerio de la Iglesia. Sea en esta área de nuestra existencia humana, como en tantas otras que reclaman de la Iglesia y sus ministros, una "conversión pastoral”.