*Las verdades de Hiriart *Los moches de Pinedo y Karina Letayf *Claroscuros en cuenta pública *Fían medicinas en Cima *

HAY instituciones que, a pesar que ya suma el mes y medio que fueron renovadas, todavía no cumplen con sus obligaciones de transparencia. La información de oficio que debiera aparecer en sus portales, no se mira por ningún lado. Sobre todo, claro está, la referente a la cuenta pública, que por ministerio de la ley de transparencia, pero también por obligación expresa del código fiscal, debe hacerse pública. En este caso, sobresalen dos entes públicos, como son el gobierno de estado y la Universidad Autónoma de Chihuahua. Está bien que los titulares de las unidades de información arguyan que los titulares de ambas instituciones cambiaron. Y que, desde que asumieron funciones, ordenaron cambios o nuevos portales para cumplir este ordenamiento legal. Sin embargo, ya transcurrió un mes y 18 días de las nuevas administraciones y nanay de juguetes. Hay que ver qué hacen, en este caso, los comisionados del Ichitaip, pues se supone que la nueva legislación les dio dientes para hacer cumplir sus obligaciones.

MÁS rápido que un reguero de pólvora, corrió el artículo de Pablo Hiriart, en el que llamó inútil e incompetente a El Paisa. Ahí sí que duele, porque, el articulista es de los mismos, allá del De Efe, de esos que circulan por la izquierda. Hiriart le pregunta a mandatario, para qué quería gobernar, si de todo le echa la culpa, ahora, al Presidente de la República. Dice el columnista: si él no iba a poder, ¿para qué se presentó de candidato? Y si iba a pedir que los problemas de Chihuahua los solucione la Federación, ¿qué sentido tiene elegir gobernadores? El columnista dice que mejor se hubiera designado un delegado federal, en lugar de elegir un gobernador, para gestionar la solución de los problemas en el estado. Incluso, al recordar que Corral dijo que el régimen debe hacerse cargo de sus gobernadores, sentenció: o Corral perdió el juicio, o el sistema federal no existe y no nos hemos dado cuenta. Otros dos párrafos, deben subrayarse: Resulta incomprensible que un gobernador tan crudamente opositor en el discurso al gobierno federal, a la hora de ponerse a trabajar tenga que pedirle a Peña Nieto que se haga cargo de la crisis de Chihuahua. ¿O para qué quiso ser gobernador? ¿Para tomarse la foto con sus amigos Denisse Dresser y Gerardo Fernández Noroña en el Palacio de Gobierno?

POR ahí se preguntan por qué, casualmente, las medicinas del Ichisal se surten, en este momento, en las farmacias del Grupo Ángeles, antes Hospital Cima. Los socios, como todo mundo sabe, son los Terrazas y los Vázquez Raña, estos últimos, quienes hicieron el préstamos de 1,800 mdp al estado. El tema para los usuarios del Instituto Chihuahuense de la Salud, no es tanto quien vende o quien financia, sino la distancia. Los de a pie, no pueden ir al hospital mencionado, porque no tienen carro. Pensar en el Vivebús por esa zona, suena distante y tomar un Uber, pues requiere también una inversión. Tal vez a eso se refería el nuevo secretario de Salud, Ernesto Ávila Valdéz, cuando dijo que por el momento los amigos le fiaban las medicinas. El tema aquí es que no se trata de dos cajitas ni de dos pesos y que, precisamente, esto fue uno de los temas más escabrosos para la administración anterior. Tal vez, sólo tal vez, debieran dar una explicación al respecto en la secretaría de salud, pues las quejas de los derechoabientes del Ichisal han empezado a brincar las trancas.

MÁS oscuros que claros, dejó el primer movimiento de ingresos y egresos del nuevo régimen en el estado. Del primero al 31 de octubre, las cuentas que fueron publicadas tuvieron muchas omisiones. No se mencionan los recursos de La Bursa, tampoco los del préstamo de Multiva (a menos que sea esa la existencia en caja, pero lo no dice) y mucho menos el verdadero estado de la deuda pública, pues sólo se menciona que se pagaron, así, a secas, 141 mdp por concepto de intereses. Los dos mil cacareados millones de pesos de deuda a proveedores resultó ser de 681 y nada más. En resumen, el estado reportó en caja, durante octubre, 8 mil 592 melones, de los cuales gastó la mitad, es decir, 4 mil 287 mdp y le quedaron en caja 4 mil 285. Es decir, ni la caja está tan quebrada, pero tampoco rebosa de salud, aunque sí hay números negros y no rojos en la tesorería. Le falta el empujón de los 470 mdp que le ofreció José Meade Kuribreña, secretario de Hacienda, y con eso saca el 2016, raspadón, pero lo saca, para empezar el año nuevo con planes nuevos. Arturo Fuentes Vélez, el secretario estatal de Hacienda, deberá ir a hacer la antesala en la oficina de Meade, no vaya a ser que salgan apuraciones mayores en otras entidades y se escurra por ahí el ofrecimiento federal.

LA coordinación de Comunicación Social que dirige el estulto Antonio Pinedo erogó un gasto de 4 millones 48 mil pesos, en el mes de octubre, sin informar absolutamente nada, en la era corralista de la transparencia. No señala, en el informe de la secretaría de Hacienda, en cuáles medios, en cuáles eventos se efectuaron los pagos, aunque se presume que, la mayor parte de esos recursos, fueron cubiertos en el evento de la rendición de protesta de El Paisa. Hay que ver si Pinedito incluyó los moches de Karina Letayf, de la empresa Planing Solutions, quien anduvo en todos los medios electrónicos ofreciendo publicidad a nombre de Corral, con el consabido mochecito del 15 por ciento. A los canales de televisión y estaciones de radio, principalmente, la directora de ese negocio de marketing, se acercó, en ese período, cerca de la toma de protesta del cuatro de octubre, para manejar la publicidad con esa condición. Ojalá y Antonio Pinedo también meta esos datos en sus informes, relacionados con el ejercicio en el gasto de la comunicación social, en la era corraleja de la transparencia y la comunicación social.