*El video de la partyimss *Leyva, el más alto *La pusieron pinta *Los corridos

EN serio, que degradante video del Imss circula en las redes sociales, en donde una fiesta congrega a todos los que atienden en horas hábiles. Ni siquiera saber que eran grabados por un derechoabiente indignado, les hizo modificar su conducta. Con globos, espantasuegras y pastel -para ripley- los sindicalizados se pasaron por el arco del triunfo las quejas de los padres que pedían, de favor, atender a niños enfermos. Es ésa, a ese grado llega, la fuerza del sindicato, que se opone a los directivos que pretenden poner orden en casa. No en balde, el delegado, Cristian Rodallegas, se ha visto atorado en algunas acciones por las exigencias fuera de razón de los líderes sindicales. En el video se aprecia, claramente, el amparo que sienten disfrutar los trabajadores, pues ni siquiera disuelven la fiesta, a pesar de ser captados en video con un teléfono celular. Pero, dios los hace… ¡y ellos se enfiestan!

ES la tercera vez que Rodolfo Leyva obtiene la calificación más alta en los exámenes de Ichitaip. En serio, este dato merece que, ipso facto, en automático, le obsequien el nombramiento de comisionado. Su 8.8 fue, de nueva cuenta, la mejor calificación, seguido de un 8.5 de Gustavo Adolfo Esparza y el 8.4 de Juan Carlos Fuentecilla, que por cierto, hizo una maestría en transparencia en la madre patria. Lo que sí deben auditar es a la auditora, Stefany Olmos, a quien la atribuyen empuje para imponer a su marido y a su comadre Mónica Soto, que labora con ella como directora administrativa. El hachazo de las calificaciones dejó sólo ya a 28 aspirantes del centenar que había. En la torre legislativa se preparan para la próxima semana para las entrevistar. Serán miércoles, jueves y viernes, más el ensayo que deberán hacer el martes los aspirantes a comisionados. Si le suma las dos sesiones de la semana, más las otras dos de la Junta de Coordinación Política se obtendrá el resultado de que los legisladores si andan chambeando. El Miguelón Latorre los trae chambeando a todo vapor, para que no caigan en el ocio y piensen en cosas malas, como ésas de reelegirse sin haber rendido frutos y cuentas.

DICEN que a la diputada Leticia Ortega la pusieron pinta el jueves, durante la reunión de la Junta de Coordinación Política. La famosa Jucopa fue el escenario en donde la morena diputada provocó la airada reacción. Es que, Leticia, coordinadora de los dos diputados lopezmorenistas, salió con su rollo de reducir el sueldo de los diputados. El tema es que, debió haberlo hecho cuando entre todos, incluso ella, aprobaron el presupuesto. Pero como que le cayó tarde el nuevo amanecer y, después empezó con sus peroratas fuera de tiempo y lugar, es decir, en su face. La oyeron y oyeron hasta que cansó al diputado Miguel Latorre -que suele ser muy moderado y tranquilo- y Karina Velázquez, que ni se anda metiendo en pleitos. Ambos le pusieron un alto a sus cacayacas y le pidieron seriedad para tratar los asuntos legislativos y congruencia para emitir el voto y no retractarse después. Algunas virtudes ha de tener esa diputada, pues mira que unir el agua y el aceite, es decir, al PRI y el PAN, de un sólo golpe, no es así como cualquier cosa y sólo un buen alquimista podría hacerlo.

LOS trabajadores de Infraestructura Rural fueron por lana y salieron trasquilados. Pensaron que con el nuevo amanecer les sonreiría el sol, pero le cayó la noche temprano y les salieron a aullar los coyotes. Entregaron en charola de plata a sus jefes anteriores, los del duartismo, con denuncias, fotos y datos del uso de maquinaria en ranchos particulares. Sin embargo, fue grande su sorpresa cuando Rolando Sánchez, el nuevo director del área, hizo regresar a la impresentable Miriam Lozoya a la administración. Contra ella lucharon, por los temas de corrupción, en los períodos de Legarreta y de Leonel de la Rosa. Pero ella volvió por sus fueros y les dio tremendo revés, impensable en otros momentos. Despidió a los doce trabajadores de Infraestructura Rural, así, de golpe y porrazo, para mostrar, de nueva curta, de donde salen los cueros y las correas. El secretario de Desarrollo Rural, Rubén Chávez, ni los recibió, ni atendido sus demandas, a pesar que los sopeó hasta el cansancio.

DE la independencia y Victoria salieron señales de cordura y calma en el conflicto con el ex alcalde Garfio. Las investigaciones que se efectúan no incluyen, para nada, su nombre. No hay una acusación formal, en contra de Javier Garfio, como tal, se sabe. Los dimes y diretes como se quiera se olvidan o pasan a formar parte de lo anecdótico. También hay que reconocer que sí calienta tan seguido y en el aire. El tema es que los abogados del municipio se dieron cuenta que se extinguía el plazo legal para hacer observaciones o, de lo contrario, se responsabilizaban de los probables faltantes. Es un tema de formalidad, hasta donde se sabe, que, seguramente, no traerá mayores consecuencias. A menos que en el plan, por la lateral, se siga otro camino que conduzca al proceso. César Jáuregui, el secretario del ayuntamiento, envió el viernes señales de calma, para poder dialogar al respecto. El momento político es inquietante porque, finalmente, el quiebre entre los ex en el estado, condujo a imitar la relación a nivel municipal. Sin embargo, existe, todavía, una apuesta por el diálogo y la aclaración.