Opinión

La columna

  • Por Cynthia
La columna

Cristián Rodallegas: víctima de la crisis económica ¿y del oportunismo político?

La pipa de la paz: Corral y Cabada empiezan a reconciliarse.

Reyes Baeza: una de las cartas presidenciables del PRI.

Los recientes golpes políticos asestados al Delegado del IMSS en Chihuahua, Cristián Rodallegas, han sido interpretados como aviesas intenciones por vulnerar al grupo político del exgobernador Reyes Baeza, el más importante entre las tribus tricolores que hoy hay en el Estado. Si bien es cierto que en nuestra entidad la institución dirigida por el ex Secretario de Hacienda opera en condiciones precarias por insuficiencia de recursos e infraestructura, no menos verdadero es que tal circunstancia no es una situación que venga del inicio de su gestión hasta las actuales fechas, sino resultado de un complejo problema organizacional y financiero cuya solución requiere de una amplia reestructuración de ese ente público. Las difíciles condiciones económicas que marcarán los ejercicios presupuestales federal y estatales durante el año 2017, hacen aún más difícil vislumbrar, al menos en el corto plazo, una modificación sustancial del entorno que envuelve al IMSS. Por ello, es evidente que Rodallegas, uno de los hombres que por años le ha sido fiel a Baeza, está siendo víctima de la crisis económica, pero ¿también de los oportunistas políticos que nunca faltan?

En días pasados, al momento de presentarse por parte del gobernador Javier Corral y sus nuevos funcionarios, el Plan Especial de Desarrollo Social para Ciudad Juárez, se empezó a ver lo que parece ser el camino hacia la reconciliación entre el jefe político estatal y Armando Cabada, el alcalde de la heroica urbe fronteriza. En claro contraste con lo ocurrido durante las semanas anteriores Corral y Cabada dieron la impresión de retomar en su trato recíproco las formas la cordialidad y la diplomacia, pues la cercanía física -ahora sí estuvieron ambos en la gira del góber- y los frecuentes intercambios verbales sostenidos entre el panista y el independiente, generaron expectativas favorables. Mantener un pleito de vanidades de poder no es sensato para ellos ni bueno para los chihuahuenses, pues resulta absurdo un enfrentamiento entre el titular del gobierno estatal y el responsable político de un municipio. Además, Corral y Cabada se necesitan mutuamente, porque el municipio de Juárez, más allá de ser parte de la división política y administrativa del Estado, es una plaza relevante para el desarrollo económico y social de Chihuahua. ¿Corral y Cabada ahora sí fumaron la pipa de la paz con efectos irreversibles y definitivos? Ellos y el tiempo nos darán la respuesta.

Dadas la lealtad, discreción y eficiencia con las que el exmandatario chihuahuense y Director General del ISSSTE, José Reyes Baeza Terrazas, ha conducido su relación con su jefe el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, no son pocos quienes además de verlo como seguro candidato del PRI a la senaduría por Chihuahua, en el ya muy cercano y crucial año 2018, lo visualizan también en la lista de los que tienen reales posibilidades de aspirar a ser “palomeados” para la

“grande”, bajo las siglas del partidazo. Así, junto a los nombres de Luis Videgaray, exsecretario de Hacienda; Miguel Ángel Osorio Chong, de Gobernación; Aurelio Nuño, de Educación Pública; Claudia Ruiz Massieu, de Relaciones Exteriores; y otros prominentes personajes del gabinete nacional; algunos analistas políticos han comenzado a escribir el del deliciense Reyes Baeza, colocándolo entre los presidenciables.

Por Carlos Jaramillo Vela

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