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1946… 2018 (Cinco de 10)

  • Por Cynthia
1946… 2018 (Cinco de 10)

Casa…Home, Última de los abuelos

Por León Reyes 

El 4 de julio era de jolgorio, el 24 de Diciembre era de familia, me atrevería a decir que en las ciudades mis recuerdos nada tienen que ver con la realidad del siglo XXI.

Todavía es temprano para saber si la globalización y el TLC , hicieron un mejor México o si destruimos lo que teniamos y el camino a la modernidad fue un cambio para peor.

Por lo pronto, obvio es que las familias y en particular las mujeres viven y han ganado espacios de equidad no imaginados, pero al mismo tiempo esos cambios han destruido la familia tradicional, y posiblemente, no se ha sustituido con otro modelo o los diversos tipos de familia que hoy son una realidad y me parece, un derecho indiscutible de las personas, es el futuro hecho presente.

Aunque trato de reflexionar sobre algunos temas, en el tema del Hogar, solo por gusto narro el pasado, no tan remoto.

Es pues una visión intimista, nada importante para los demás pero vivificante para mí.

Hoy mismo, en casa de mi Mamá la modernidad sufrió estrepitosa derrota, ante la negativa de algunos miembros de la tribu, de preparar en casa, el menú de Noche Buena,

Así dicen en la familia, proponiendo contratar los servicios profesionales de algún negocio, para no trabajar tanto, de inmediato protestaron los chavos diciendo, ni madre venimos desde México y otros de USA asustados por TRUMP y salen con que no habrá bola en la cocina, pues mejor vámonos al Danys y ahi no ensuciamos nada, acto seguido los modernizadores se rajaron de su propuesta.

Al grano, el 24 en la mañana cubetas en mano,

Llenas de maíz cocido durante la noche, directo al molino de nixtamal, previo aviso de“muchacho cuidado con las manos, pídelo molido para tamales" cumplía mi tarea.

No sé de dónde, pero una semana antes del 24 llegaban a la casa un par de Cóconos vivos no sé cuando cambiaron de nombre, por el de Pavos.

Les daban granos de Maíz, bañados en Sotol, según esto para que no se asustaran y no se hiciera amarga la carne, no sé si esto era cierto, pero briagos si se ponían.

Seguía cortarles el cuello con el hacha y a desplumarlos, todos los primos y primas nos apuntábamos como voluntarios, para luego con las plumas grandes hacer un penacho de Apache y echarnos una bailada.

Cócono en mole, ni sabíamos que en otros lares se hacía Pavo relleno con graby, nosotros lo acompañábamos con sopa de Arroz.

Tamales, que era una friega preparar la maza, mi Mamá era la experta en el batido, en una tina de lámina, vuelta y vuelta por horas, tenía un vaso en un lado y ponía en él un trozo de masa, cuando flotaba "lista la masa" .

Todos los chavos, nos apuntábamos para embarrar las hojas de Maíz húmedas.

Ponches en agua de Jamaica, Nueces, Pasas, Caña, Tejocote y Sotol para los adultos.

Buñuelos extendidos por los varones, sopalpillas, platicando y sotoleando alrededor de la mesa y los niños a la cama, a esperar las 12 y la llegada del Niño Dios, el Santa Claus, ni lo conocíamos.

Las 12 a abrir regalos, trompos, baleros, canicas de barro y agates, trocas de madera y ropa para invierno.

Con rigor la Navidad se extendía del 20 de Diciembre cuando iniciaba la llegada de la parentela Pocha que vivía en USA, se regresaban el 7 de Enero, cargados de productos Mexicanos que en el otro lado no se conseguían.

Yo no sé si todo tiempo pasado fue mejor, pero la neta a mí me gustaba como era antes.

Tenía Abuelos, tíos Viejos que platicaban de la Revolución, la comida sabía diferente, el Sotol era la cura para todos los males y para ponerse alegre, no tenía conciencia de que éramos una familia de Mexicanos jodidos, o no lo éramos tanto, los de México todos eran rieleros, los Pochos le hacían a todo, principalmente obreros textiles o de la construcción.

No había inflación, el dólar se compraba a 12.50 y se vendía a 12.49.

Cuando llovía mi Abuela se cubría la cabeza con un chal y tapaba los espejos con una sabana para que no entrara un rayo o una centella.

La parca no había visitado la familia.

Teníamos al tío Pancho a quién por trasnochador se le había aparecido el " Curro"

Un primo de nombre Luis a quien lo había rasguñado el Diablo por leer Pepines en la noche, cuestión que el cura había dicho en el sermón dominical era pecado.

ME GUSTA LA ÉPOCA QUE VIVO, PERO LOS MEDIADOS DEL SIGLO XX ERAN MÁGICOS.