Opinión

La columna

  • Por Cynthia
La columna

Por Carlos Jaramillo Vela

Tijuana, Baja California: el regidor incómodo, un dolor de cabeza para el PAN.

La inserción de Maclovio Murillo: una clara señal jurídico-política.

Teporaca Romero: el ingrediente que le faltaba a la Plaza del Mariachi.

Reyes Baeza: con las cartas en la mano.

Una disculpa y una felicitación: una por Patricio Martínez, la otra por Navidad.

Vaya momento malo el que le está haciendo pasar al CEN del Partido Acción Nacional y al gobernador blanquiazul de Baja California, Francisco Vega Lamadrid, uno de sus compañeros del cabildo de Tijuana, el regidor Luis Torres Santillán, recientemente detenido junto con otras personas en Estados Unidos, bajo la acusación de lavado de dinero. El involucrado acababa de estrenarse en el puesto de regidor, del que tomó posesión hace algunas semanas, el 1 de diciembre, cuando fue aprehendido por las autoridades estadounidenses.

La detención efectuada por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, el viernes 16 de diciembre, en San Diego, California, implicó no sólo el arresto de Torres Santillán, sino también el de otras personas vinculadas familiar y/o socialmente con Fernando Beltrán a quien algunos consideran como uno de los empresarios más favorecidos por el gobierno que dirige Francisco Vega en esa entidad, pues ciertos medios informativos revelan que a Beltrán le han sido adjudicadas importantes concesiones públicas que representan cuantiosos recursos.

El lío jurídico en el que se halla envuelto el regidor panista no es cosa menor, ya que para obtener su libertad provisional deberá pagar una fianza de al menos 5 millones de dólares, lo que habla de la complejidad del caso. Así las cosas, tanto Ricardo Anaya, dirigente nacional del panismo, como el gobernador Vega y el alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum –también de extracción panista-, tendrán que seguir de cerca el curso que la justicia norteamericana tome para definir la inocencia o culpabilidad de su correligionario Torres Santillán, pues deberán fijar un posicionamiento respecto a quien de la noche a la mañana se ha convertido en el militante más incómodo del PAN.  

Una de las noticias que mayor resonancia ha tenido en los recientes días es la incorporación del abogado Maclovio Murillo Chávez como titular de la Consejería Jurídica del Gobierno del Estado de Chihuahua.

Evidentemente, con este movimiento el gobernador Javier Corral Jurado fortalece un área de especial interés para su gobierno, pues para nadie son un secreto los antecedentes profesionales, la experiencia y el prestigio que rodean al afamado jurisconsulto, así como tampoco son desconocidas las intenciones que el mandatario estatal tiene para ir a fondo y con todo en la tramitación de los expedientes relativos a los asuntos más “delicados” que puedan surgir al auditar a la pasada administración.

Tal auditoría puede significar desde el punto de vista político la rentabilidad y supervivencia para unos, o la bancarrota y muerte para otros. Eso lo sabe bien el gobernador. Por ello la inserción de Murillo en los intramuros del gabinete de Corral obedece a una estrategia de innegable connotación jurídico-política.

Respecto al asunto de la multicitada y aún no favorecida Plaza del Mariachi, es evidente que, como se dice en el argot casero, “ahora sí se puso buena la telenovela”. Tal afirmación, que seguramente nadie podrá refutar, se debe a la aparición en escena de la combativa exdiputada y activista social de estirpe priísta, Teporaca Romero del Hierro, quien se encuentra metida de lleno en dicho entuerto, y no porque ande buscando reflectores políticos –que eso sería lo de menos- sino porque ella es, nada más, pero también nada menos, que una de las integrantes del grupo de trece locatarios del conocido inmueble, quienes están exigiendo enérgicamente al Gobierno del Estado el otorgamiento de permisos para venta de alcohol en sus respectivos establecimientos. Si Teporaca -que es una mujer muy popular por su notable incursión en los ámbitos político, social y periodístico-, en ciertos momentos de su paso por el poder legislativo no dudó en oponerse a algunas directrices del entonces gobernador César Duarte, y del coordinador de los legisladores de su partido Rodrigo De la Rosa, tampoco habrá de titubear para manifestar con firmeza sus posturas frente al actual gobierno emanado del PAN.

Si bien es cierto que en el centro de este polémico caso figura la prohibición legal para la autorización de venta de cervezas y licores en sitios cercanos a los templos -como el de San Francisco, situado a unos metros de la Plaza del Mariachi- no menos verdadero resulta el hecho de que tarde o temprano se tendrá que aplicar un criterio de excepción para liberar los permisos de venta de bebidas con alcohol, pues la construcción de dicho sitio de convivencia, recreación y esparcimiento es producto de una política pública concebida para detonar la actividad comercial, los servicios, el turismo y la generación de fuentes de empleo en el corazón histórico de la ciudad capital. Por ello, la irrupción de Teporaca Romero parece ser el ingrediente que faltaba en la Plaza del Mariachi para confirmar la controversial historia en la que hasta ahora se ha visto envuelto este nuevo inmueble.

Otro importante actor político que, igual que su pupilo y correligionario el ex alcalde Marco Adán Quezada Martínez, también “trae juego” y más temprano que tarde habrá de darlo a conocer es el ex gobernador José Reyes Baeza Terrazas. Este par de inquietos integrantes del Partido Revolucionario Institucional podrán tener todo, menos parsimonia, pues por lo visto no piensan dejar para mañana lo que puedan hacer hoy. Luego de que en los pasados días fuera Marco Quezada quien ocupara las principales planas de los medios de comunicación al hacer fuertes pronunciamientos de autocrítica al interior de su partido; ahora fue su tutor y guía político, Reyes Baeza, quien con la prudencia y el cuidado de las formas que le caracterizan captó cámaras, micrófonos y reflectores al hacer una “mini gira” por Chihuahua, la capital de sus querencias a la que tanto debe y ama porque fue en ella donde comenzó a construir su brillante trayectoria y capital político.

Así, el actual Director General del ISSSTE vino a Chihuahua la semana anterior con el propósito de celebrar con su familia las fiestas decembrinas, y también para expresar su felicitación navideña a las bases tricolores y burocráticas, así como a la dirigencia estatal de los maestros federales. Sí, fiel a sus sensibles modos y al sentido de pertinencia -de los que siempre ha hecho gala-, Baeza se reunió con las y los presidentes seccionales del PRI para recordar muchos momentos vividos y no pocas anécdotas. También convivió e intercambió parabienes con sus compañeros empleados federales de la Delegación Estatal del ISSSTE, y lo mismo hizo con la maestra Rosy Hernández, dirigente de la Sección 8ª del SNTE, a quien además informó sobre nuevas acciones que se implementarán en el año 2017 para mejorar la atención a los maestros y demás empleados federales. Por las vísperas se sacan los días. Baeza “trae sus cartas en la mano” y llegado el momento las pondrá sobre la mesa, pues igual que Quezada, con el camino despejado va que vuela en pos de una candidatura, sólo que mientras el exalcalde tiene en la mira una diputación federal, el exmandatario se dirige hacia el Senado.   

Apreciables amigas y amigos: Deseo ofrecerles una disculpa, en especial al senador Patricio Martínez García, ex gobernador de nuestro Estado de Chihuahua, ya que debido a un error que involuntaria e inadvertidamente cometí, mencioné de manera equivocada su conocidísimo nombre en mi anterior columna de comentarios políticos, pues al referirme a su persona escribí "Patricio Terrazas". Estimo pertinente expresarles que no me percaté de tal error al publicar mi colaboración editorial, sino días después, cuando un amable lector me hizo la observación correspondiente. Este tipo de errores, que suelen ocurrirnos a quienes escribimos ensayos o columnas políticas, generalmente son por descuido -como en mi caso-, y muy raras veces suceden por desconocimiento del nombre de las personas aludidas. Gracias por su gentil comprensión, así como por la atención que con frecuencia me hacen el favor de brindar a mi columna. Que pasen muy felices fiestas decembrinas bajo la gracia de Dios y en armonía con sus seres más queridos.

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