Por León Reyes
Estos días de navidad y año nuevo, meten a todo mundo en un frenesí de emociones, ces a tus seres cercanos, que te aman y los amas casi te amanece en el coloquio, todos los días platicas de los ancestros, de los espacios de querencias de lo bueno y lo malo de este país, pronosticas el futuro, interpretas el pasado.
Comes, tomas, duermes y le sigues con lo mismo, pero llega un momento en que te dices; ya por favor que se vayan todos.
Pues bien, en casa todo regresará hoy a la rutina, cada quien regresó a lo suyo.
Espero no sufrir el síndrome de abandono, pero tengo necesidad de regresar a lo mío.
A pagar la gasolina a precios del gasolinazo.
Un pueblo encabronado, pero aún sin manifestarse, será que nadie saldrá a la calle, pero agazapado esperará el momento de las elecciones para ejercer el castigo y cobrar venganza.
Veremos que va pasando.
Por lo pronto a mi no me gusta nada de lo que sucede.
Me gustaría que fuéramos como pueblo, rápidos de encabronar y de actuar.