Opinión

Más difícil

  • Por Cynthia
Más difícil

Por Luis Rubén Maldonado Alvídrez

“No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil”, decía Fidel Castro Ruz a los miles de cubanos que lo recibían en La Habana ese 8 de enero de 1959.

Había tardado en llegar 7 días a La Habana, tras el triunfo de la Revolución Cubana.

La guerra contra el ejército del entonces dictador, Fulgencio Batista, había terminado con su huida de la isla. Por más de dos años los rebeldes comandados por Fidel Castro Ruz, libraron una batalla campal y contra las fuerzas de Batista.

Llegaron procedentes de México, donde por cerca de dos años se entrenaron militarmente y a bordo del legendario bote “Granma”, para desembarcar en Cuba e iniciar la guerra contra Batista desde la Sierra Maestra.

El 1 de enero de 1959, Fidel Castro se encontraba en la ciudad de Santiago de Cuba y utilizando la pequeña frecuencia de un kilowatt de la estación revolucionaria “Radio Rebelde” comienza a girar instrucciones de no cesar el fuego y de iniciar la huelga general revolucionaria en toda la isla. La respuesta es unánime y los trabajadores de la radio y la televisión se conectan con la clandestina estación de radio y transmiten el mensaje de Fidel Castro a lo largo y ancho de Cuba.

Castro por su parte, partía hacia La Habana con mil soldados revolucionarios y dos mil soldados del ejército batistiano que se habían unido a la Revolución. “Yo tardé siete días en llegar a La Habana porque en cada una de las capitales de provincia tenía que detenerme y dar un acto”, confiesa Castro al periodista gallego Ignacio Ramonet.

“El 8 de enero, entró Fidel a La Habana. Yo entré con él. Toda Cuba salió a recibirlo, aunque parte de ella esté ahora en Miami. En aquel momento entregaron su corazón a los barbudos. Nunca he visto manifestación de júbilo popular tan espontánea. Alegría cubana, el pleonasmo llevado al extremo. Un motociclista me permitió sentarme espalda con espalda para filmar el desfile. Antes de llegar al centro de la ciudad, Fidel se detuvo en un muelle donde había algunos barcos de guerra. Subió a uno de ellos y los tripulantes se le cuadraron…”, narraba el periodista mexicano Jacobo Zabludovsky.

Fidel Castro, por su parte, narraba su llegada a La Habana, el 8 de enero de 1959: “Llegué a La Habana después de dar actos por todo el recorrido, fui a Cienfuegos, donde había estado preso en mis años estudiantiles. Bueno, Camilo (Cienfuegos) y el Che (Guevara) esperaban en La Habana, donde el movimiento 26 de julio había tomado todas las estaciones de policía”.

Un día antes de entrar a La Habana, el 7 de enero de 1959, Fidel Castro le respondía a Jacobo Zabludovsky: “Nuestra, gratitud a México porque fue ahí precisamente donde encontramos albergue cuando tuvimos que abandonar nuestra patria hasta regresar de nuevo a ella para iniciar esta lucha…” 

Llegó el 8 de enero de 2017 para conmemorar esta fecha tan relevante en la historia de Cuba y América Latina, con dos bajas: La de Jacobo y, por supuesto, la de Fidel Castro.

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