Opinión

La columna

  • Por Cynthia
La columna

Por Carlos Jaramillo Vela

Serrano: señala deficiencias a Corral.

La renuncia de González Nicolás: ¿decisión de él, Cabada o Corral?

Dowell: censura las estrategias rudas del grupo en el poder

Sin ambages se expresó estos días, sin duda, el excandidato a gobernador del estado de Chihuahua, Enrique Serrano, en sus comentarios contra el gobernador Javier Corral a quien acusó de no saber gestionar recursos federales para atraerlos en beneficio de la entidad que ahora gobierna. El ex abanderado priísta señaló que ante la ineficacia del gobierno local en turno Chihuahua ocupa el último lugar entre las entidades del país en lo que respecta a captación de recursos del Fondo para el Fortalecimiento de la Infraestructura Estatal, pues en el año 2017 el estado grande sólo tendrá bajo ese rubro 18 millones de pesos, mientras que otras 17 entidades federativas sí aprovecharán tal fondo para la construcción y mantenimiento de carreteras y hospitales por un total de 26 mil 220 millones de pesos, mientras que Chihuahua se quedó mirando pasar la oportunidad porque no presentó proyectos. ¿Estará resentido Serrano por el resultado de junio de 2016?. Eso no lo sabemos.

Es más, dado su carácter sereno y ecuánime creemos que no existe en el ex alcalde juarense rencor personal ni amargura política. Además, en la política unas veces se gana y otras se pierde, y eso lo sabe muy bien Serrano. Sin embargo lo cierto es que de algún modo Serrano le quiso decir a su ex contrincante que no es lo mismo ser candidato que fungir como gobernador, pues indicó que tal yerro en la obtención de financiamiento federal jamás ocurrió en los gobiernos de Patricio Martínez, José Reyes Baeza, ni César Duarte. Serrano Escobar justificó su derecho a cuestionar el desempeño del gobernador panista, refiriendo la solvencia política y moral derivada de su trayectoria personal así como el respaldo consistente en más de 400 mil votos que los chihuahuenses le otorgaron. Así pues, mientras bajo la interpretación de los analistas los señalamientos del ex aspirante tricolor respecto a su ex rival constituyen observaciones sobre deficiencias en su ejercicio de gobierno, para el ciudadano común esto significa en palabras llanas que “Serrano le cantó a Corral un tiro”.

Una de las sorpresivas noticias de los últimos días del 2016, que generó algunos comentarios especulativos, fue la renuncia de Jorge González Nicolás -ex Fiscal General del Estado durante la administración del Gobernador César Duarte-, al cargo de Director de Seguridad Pública en el Municipio de Juárez, que desempeñó desde el comienzo de la gestión del presidente Armando Cabada, hasta esas fechas. De inmediato surgió una diversidad de interpretaciones: que sí por fin el alcalde Cabada terminó cediendo ante las férreas exigencias del gobernador Corral; que si fue una decisión autónoma del independiente presidente fronterizo; o que si simplemente González le dijo tanto al alcalde como al gobernador “aquí pinto mi raya, les entrego su changarro, y ahí nos vemos”. En la formal rueda de prensa mediante la cual el edil y su ahora ex jefe policiaco anunciaron la salida de éste, adujeron una serie de razones justificativas, como el supuesto acuerdo previo entre Cabada y González Nicolás para que este sólo se encargara del arranque de la corporación policial municipal durante los dos primeros meses de gobierno a fin de garantizar su adecuado encauzamiento, y negaron que tal renuncia obedeciera a la presión ejercida por el Gobierno Estatal –gobernador Corral-.

También dijeron que los verdaderos planes de González Nicolás –al término de su gestión como Fiscal del gobernador César Duarte- nunca consistieron en asumir la jefatura policial de Juárez, sino en tomar un merecido descanso. Sin embargo, en virtud del anecdótico menosprecio y los desplantes que en varias ocasiones Cabada tuvo que padecer a manos de Corral como represalia por ignorar el veto del gobernador colocando a González al frente de la policía municipal fronteriza, surgen dudas sobre el origen de la polémica renuncia. ¿Quién tomó verdaderamente la decisión: González Nicolás, Cabada o Corral?

Otro que tampoco quiso recorrer el laberinto verbal de los circunloquios y prefirió tomar un atajo para dejarse ir directo y con todo contra el gobernador Corral es Guillermo Dowell, dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional. Sí, el líder de las huestes priístas fustigó recientemente al mandatario estatal señalando la preocupación del PRI ante el totalitarismo mostrado por los grupos de izquierda que además de ser cercanos a Corral fungen como ejecutores de las estrategias rudas planeadas por el grupo en el poder. Por lo visto, Enrique Serrano no es el único empeñado en cuestionar públicamente la figura de Corral. Dowell está dando muestra de que seguirá siendo un combativo líder hasta el último día de su encomienda.  

 

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