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El Chapo estaba acabado y ya no tenía poder en el cártel

México.- La extradición de Joaquín Guzmán Loera a Estados Unidos ocurrida la tarde del pasado jueves no es un golpe para el Cártel de Sinaloa, ya que este seguirá operando como lo ha venido haciendo,...
  • Por Cynthia
El Chapo estaba acabado y ya no tenía poder en el cártel

México.- La extradición de Joaquín Guzmán Loera a Estados Unidos ocurrida la tarde del pasado jueves no es un golpe para el Cártel de Sinaloa, ya que este seguirá operando como lo ha venido haciendo, explicó la analista en temas de narcotráfico Anabel Hernández García.

En entrevista con EL DEBATE, detalló que desde el año pasado, de acuerdo con información  que le fue brindada por personal de la agencia Drug Enforcement Administration (DEA), el Chapo Guzmán ya no tenía un peso real dentro del cártel y ya estaba acabado.

Todo fue por una pelea que hubo dentro de la organización criminal y eso demostró que él ya no tenía el poder.

Lo que vino a confirmar que el capo estaba disminuido fue el secuestro de sus dos hijos mayores, ocurrido en Puerto Vallarta el año pasado. Aquí, la negociación y que ellos lograran sobrevivir fue la declaración del capo de “yo ya perdí esta batalla, estoy fuera del negocio” y con esto se acabó la pelea interna.

Ahora, con el papá en otro país, lo que podría provocar una desestabilización  en la organización criminal es que los hijos, sintiéndose más libres, tal vez quieran pelear para recuperar el liderazgo de su padre.

“Esta extradición no es un golpe para que trafiquen menos droga, la organización seguirá operando de forma normal”, detalló.

Para la también escritora  otra cuestión que podría generar inestabilidad es que los miembros del cártel estén pensando igual que el Chapo: esto es, que la única alternativa que tiene para recibir una condena menos severa es negociar información.

Con eso quiere decir que Guzmán Loera tendría que revelar detalles del Cártel de Sinaloa, de políticos ligados al mismo, nombres de los empresarios lavadores de dinero y de socios comerciales en Colombia, Centroamérica y Estados Unidos, así como de las autoridades involucradas.

Es debilidad 

Para Anabel, la extradición es un vergüenza para el gobierno de México, una derrota para el sistema de Justicia, una derrota para los propios mexicanos porque deja el sabor amargo de la impunidad.

“Es increíble que el gobierno acepte con esto de forma pública que es incapaz de mantener preso a este hombre, de ser incapaz de hacer justicia para las miles de víctimas de esta organización criminal, ya que el Chapo ha sido responsable de una guerra sangrienta en la última década en la que miles de inocentes han muerto y estos se han quedado sin justicia”.

Detalló que ahora será juzgado en Nueva York y habrá justicia para los americanos, pero no para los mexicanos, y con ello se va a seguir con las redes de corrupción y de impunidad con la que se ha venido operando a lo largo y ancho del país. 

Para ella, el cáncer del mundo del narcotráfico en México no es el Chapo, como lo ha querido vender el gobierno, porque él se va a Estados Unidos, pero miles de involucrados en el Cártel de Sinaloa, así como políticos, autoridades, gobernadores, exgobernadores, sicarios, productores de droga, extorsionadores y socios comerciales, entre otros integrantes de esta red criminal —como expresidentes de la República— se quedan operando como si nada pasara. 

Regalo

Anabel considera que Guzmán Loera sí fue un regalo para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien tomó protesta ayer. Fue un “guiño” para demostrar la buena voluntad, le dio el prisionero considerado más importantes para el vecino país a nivel mundial, después de Bin Laden, y ese es un error que le puede costar muy caro.

Además, el proceso de extradición no siguió el proceso normal y no se agotaron todas las cuestiones legales, por lo que la entrega fue demasiado rápida. 

Para ella, al Chapo no le darán la pena de muerte, pero al estar en una cárcel de máxima seguridad sí le va a dificultar la vida. Aquí indicó que se le acabaron las visitas conyugales, las visitas frecuentes de abogados y no le espera ninguna fiesta.

Explicó que en Estados Unidos las condiciones de las prisiones son muy duras porque a los reos no les da ni el aire natural ni el Sol y allá estar prisionero no suele ser un juego, como en nuestro país.

Sus últimos momentos en México

"El Chapo" vivió con ansiedad sus últimos minutos en la celda en el Centro Federal de Readaptación Social Número 9 de Ciudad Juárez el día de ayer.

"¿Adónde me llevan?, ¿voy al Penal del Altiplano?", fue la consulta que le hizo el líder narco a los oficiales que fueron en su búsqueda para trasladarlo al aeropuerto de esa ciudad que lo llevaría a Estados Unidos. Nadie le respondió. La cadena Univisión logró conseguir los últimos minutos de esa estadía en Juárez.

Allí puede verse a Guzmán con su saco beige, sus pantalones del mismo color, unas sandalias y medias. Las manos, en los bolsillos de su chaqueta. Serían los últimos minutos del jefe criminal en México.

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