Opinión

Juntos por México

  • Por José Oswaldo
Juntos por México

Por padre Gustavo Sánchez Prieto

Ante los últimos acontecimientos en la vida nacional e internacional, con su resonancia estatal y para nuestra ciudad, queremos con profunda esperanza y sincera convicción cristiana compartir lo siguiente:

1. Proclamamos con alegría que hay solamente uno que es el Señor de la historia, por el misterio de su encarnación, muerte y resurrección, da sentido y plenitud a nuestra vida, frente al cual "los dioses y señores de la tierra" son nada.

2. Este mismo Señor de la historia nos ha dado inteligencia y voluntad, nos ha llamado a formar parte de la comunidad humana, para que juntos, como comunidad -familiar, social, nacional e internacional- seamos protagonistas de la historia de cada día.

3. Como mexicanos, agradecidos con Dios y orgullosos de nuestra identidad nacional, de la fantástica geografía de nuestro territorio, de la historia vivida como pueblo; desde la herencia de los pueblos indígenas y la herencia secular católica, al amparo de María Santísima de Guadalupe, con la particular idiosincrasia política que nos distingue, hoy como nunca, estamos llamados a asumir los retos del momento presente.

4. No podemos hacer depender nuestra vida nacional de la dinámica propia que el actual presidente de Estados Unidos está imprimiendo a nuestros días. Ni dependencia ni ingenuidad.

5. Como mexicanos, estamos llamados a organizarnos en la comunión, en la laboriosidad, en la justicia, en el respeto, en el encuentro, en la solidaridad, para salir adelante.

6. No es fomentando odios, divisiones, revanchismos, impunidades, abusos, como vamos a superar los retos del momento presente.

7. Como católicos, nos sentimos urgidos a la oración, a la vida ciudadana honesta, participativa, laboriosa, responsable. No podemos cruzarnos de brazos, esperando que otros decidan por nosotros; ni sumirnos en la desesperación derrotista.

8. Juntos, pueblo y gobierno, empresarios y trabajadores, educadores y estudiantes, ricos y pobres, varones y mujeres, campesinos y obreros, y la lista se alarga tanto cuanto la diversidad de la población, juntos por México, en el nombre de Jesús, con la fuerza de su Espíritu, al amparo de María de Guadalupe... juntos por México.