Opinión

Más políticos como Eulalio

  • Por Cynthia
Más políticos como Eulalio

Espresso Doble

Por Luis Rubén Maldonado Alvídrez

Se le conoce como café espresso porque se prepara al momento, y se saborea al instante. Es un concentrado de no más de 30 mililitros de puro placer que despierta los sentidos, adornado con su respectiva crema de color marrón.

Sí es doble, pues que mejor para iniciar el día con una experiencia gustativa sensacional que llena de energía.

Por eso recuerde que debe ser muy caliente, amargo al paladar, fuerte en la nariz y escaso al servirse.

Comenzamos el espresso doble de hoy.

Caliente. Eulalio alcanzó el éxito que quizás nunca imagino tras más de tres décadas dedicado a su apasionante profesión, comenzó con todo el ímpetu y la temperatura alta en su pasión. Desde el primer día, a sus escasos 16 años, dejaba alma y corazón a donde quiera que fuera. Poco a poco cosechó las loas y los aplausos.

Amargo. Todo éxito no se logra sin haber vivido una odisea. En su profesión, el camino a la cima suele estar cargado de amargura. Fue en ese verano de 1986, cuando dio el paso decisivo en su vida y comenzó su vida adulta, en una profesión donde el valor es indispensable.

Fuerte. Demostró ser un hombre fuerte, corporal y mentalmente. Durante sus primeros años no encontraba su lugar en el mundo profesional. Tuvo que pasar un trienio para poder demostrarle a las masas, de qué estaba hecho Eulalio.

Escaso. El éxito de mexicanos fuera de su país, es por desgracia, escaso. Eulalio logró hacerlo en el continente europeo donde realizó grandes hazañas que lo consagraron como un mexicano talentoso y exitoso.

Tras convertirse convertirse en una figura del toreo, Eulalio López Zotoluco, el año pasado, siendo para muchos la gran figura taurina mexicana en activo, decidió iniciar su campaña de retiro, para irse lleno de aplausos. Su gira de despedida, comenzada hace un año, ha culminado y ayer, volvió a llenar la Monumental Plaza de Toros México para la última corrida de su vida.

Y se fue, alternando en un mano a mano con el gran Enrique Ponce, saliendo a hombros, lleno de miles de aplausos, reconocimiento y cariño de la afición. Se fue como un grande.

Ojalá, nuestros políticos tuvieran ese sentido que tuvo Zotoluco para retirarse. Nuestra clase política (sin importar partidos) está dominada por una gerontocracia que se eterniza y no permite oxigenación.

Esos que probaron muy jóvenes las mieles del éxito político y que han pasado más de cuatro décadas y no se aferran a él a toda costa, con las pocas fuerzas que les quedan, sin permitir que la democracia mexicana, se refresque, evolucione, se modernice.

Ya ve usted que aquellos que tuvieron poder y gloria en los años 70 y 80, que fueron diputados locales, senadores y hasta gobernadores por el PRI, pues son súper adictos al poder y ahora bajo la sombra de otro adicto al mismo, no quieren dejar que los jóvenes avancen y han abandonado el barco para subirse a una lanchita que los ha vuelto a poner en la palestra, eternizándose en el senado, cámara de diputados, congresos locales y qué decir de la asamblea de la Ciudad de México.

Tales son los casos de Manuel Bartlett y Andrés Manuel López Obrador, desechos priistas que se niegan a retirarse, a permitir que nuevas generaciones forjen la política en México.

Ojalá tuviéramos más políticos como Eulalio López “Zotoluco” quien supo retirarse a tiempo para no acabar con Bartlett o Muñoz Ledo.

Además de conmemorar los 100 años de nuestra Constitución, el México taurino hoy celebra a La Monumental Plaza de Toros México en su 71 aniversario.

Este ha sido el espresso doble de hoy.

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