Opinión

Priistas frente al espejo: rencores y venganzas

  • Por Cynthia
Priistas frente al espejo: rencores y venganzas

Espresso Doble

Por Luis Rubén Maldonado Alvídrez

¿Usted cree que el café pueda salvar a México?

Pues los productores, tostadores y dueños de cafeterías creen que sí y se reunirán en un encuentro nacional el próximo 1 de abril, en la Ciudad de México, para intercambiar opiniones que deriven en un impulso a este producto mexicano.

Será el 1 de abril porque es el Día del Barista, y estarán presentes más de 100 productores y tostadores de todo el país. Habrá que ver de Chihuahua quienes van, porque a la gran mayoría de los cafés y restaurantes de la capital les urge asesoría para que sepan preparar un buen espresso (salvo tres honrosas excepciones).

Recuerde que un buen espresso debe ser muy caliente al tacto, amargo al paladar, fuerte en la nariz y escaso al servirse.

Y en presentación doble, pues es mejor.

Comenzamos el espresso doble de hoy.

Caliente. El tiempo no perdona y para los priistas ha llegado el tiempo de renovación de la dirigencia estatal, misma que aún ocupa Guillermo Dowell Delgado, quien ha recibido las más duras críticas de muchas corrientes internas del PRI, que desde junio pasado, se han dedicado a lastimar la imagen del abogado radicado en Ciudad Juárez, con el afán de lavar sus culpas de la derrota de la pasada elección.

Amargo. Y es que a muchas de esas cabezas de grupos o facciones del Partido Revolucionario Institucional, no les ha caído el veinte que desperdiciaron valiosísimo tiempo, en destruir en el presente, lo que no hace mucho ayudaron a construir. Muchos de ellos esgrimen argumentos como: “yo no tuve nada que ver en la campaña de Serrano. Por eso no me pueden achacar la derrota”, entre otros tantos. Sin embargo, la omisión también es pecado.

Fuerte. Esas fracciones a las que el PRI se auto redujo desde el avasallador triunfo del 2010, trabajaron muy duro para debilitar desde adentro a ese organismo político, privilegiando los odios, rencores y la sed de venganza, sobre el proyecto político colectivo, global. Y aquí no hay nadie sin mancha: todos contribuyeron.  

Escaso. El problema es que no se quieren ver en el espejo de la derrota. Ninguno de los exgobernadores quiere asumir su responsabilidad en la misma. Los tres tuvieron su pedazo de responsabilidad, como también lo tuvieron quienes fueron alcaldes, diputados, síndicos, regidores, senadores, dirigentes y funcionarios federales, estatales y municipales. El grupo gobernante desde 2010, obviamente también tiene su pedazo de responsabilidad. Y nadie quiere aceptarlo. Por eso, lo más fácil fue atacar hasta el cansancio a Guillermo Dowell y en él descargaron todas sus frustraciones, rencores y venganzas partidistas.

Pésimos ejemplos dan quienes antes fueron referentes para generaciones de priistas, queriendo salvar sus corrientes, grupos o fracciones del PRI, cuando con ello sólo demuestran la total amnesia de que el único “ismo” que debe prevalecer es el priismo.

Y mientras sigan teniendo como eje rector rencores y venganzas, no importa quien llegue a sustituir a Memo Dowell, el priismo no tendrá rumbo de reconstrucción y mucho menos la victoria como destino.

Este ha sido el espresso doble de hoy.

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