Opinión

Homilía de exequias

  • Por Cynthia
Homilía de exequias

Por el padre  Alejandro Cortés González-Báez  

Este domingo, un ladrón, quien iba acompañado de otro, mató a Luis Arturo Torres García cuando salía de Misa con su mujer. En el momento del asalto Arturo defendió a su esposa a quien estaban jaloneando, y cuando el asaltante se sintió frustrado en su intento disparó su arma. 

Ésta, como tantas otras, es una perdida irreparable producto de muchos factores entre los que está la estupidez humana.

Dado que conocía yo al matrimonio me solicitaron que celebrara la Misa de Exequias, y aquí recojo algunas ideas de la homilía.

Con frecuencia ante estos hechos buscamos culpables: El gobierno… los políticos… la policía… los narcos… los delincuentes…

Es evidente que mientras haya consumidores seguirá habiendo producción, comercio, y rivalidad entre los narcotraficantes y otros delitos de alto impacto en la sociedad. 

En cuanto a quien jaló del gatillo estoy seguro que no lo hizo por odio a Arturo, pues simplemente no lo conocía. Al verse frustrado el asaltante se dejó llevar por la ira… como hacen los niños caprichosos cuando sus papás no les dan los permisos o las cosas que ellos les exigen. 

Si buscamos a los culpables de este crimen… quizás los encontraremos asomándonos al espejo. Probablemente ahí hallaremos a  alguien que no paga salarios justos, o a quien se enoja y se deja arrastrar con mucha frecuencia por la ira y dispara sobre las personas que ama, no con balas de plomo, pero sí con balas de salva que queman por la cercanía: Disparos a quema-ropa sobre su cónyuge, sus hijos, sus papás, sus hermanos…; o quien, iracundo, reacciona con violencia en el tráfico de las calles. 

Somos “dueños” de nuestras vidas… Con frecuencia escuchamos: “Yo soy el dueño de mi vida y no quiero, ni permito que otros me digan lo que debo hacer…”. ¿Dueños? ¿Cuánto te costó tu vida? ¿Dónde la compraste? ¿Cuándo tienes programado morirte? ¿Dueños? 

La primera lectura de San Pablo a los Corintios dice: “Administradores”…, no dueños. Dios te regaló la vida y muchos dones. ¿Ya le preguntaste a Dios qué es lo que quiere de ti? ¿Cómo usas tus ojos… y tus oídos… y tu lengua… y tu dinero… y tu corazón?, ¿Amas a quienes debes amar?, Tú sabes que amas a tu familia, pero… lo sabrán ellos? 

¿Por la forma en que has educado a tus hijos, podrán llegar a ser los gobernantes que necesita nuestro país? Los papás les compran ropa de marca, celular, computadora, un carro y ellos se sienten “dueños” de todo ello. No administradores. Los chavos no pagan ni el auto,  ni las placas, ni los impuestos, ni la gasolina, ni los servicios, ni el seguro, ni siquiera las multas…, ni el deducible del seguro si chocan. Estamos educando monstruos, parásitos egoístas, no buenos futuros esposos y padres de familia. Si acaso van de misiones una vez al año, es porque está de moda. 

Todos, en definitiva, somos en parte culpables por lo que está sucediendo. Nos convendrá hacer, pues, un sincero examen de conciencia sobre el tema.


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