PRI 88 años

Tercera parte

Por León Reyes

Después de la elección de 1988, se dan las concertaciones, como producto de los acuerdos del PRI, con el PAN, para sacar adelante la elección de Salinas.

Baja California con una candidata, Margarita Ortega, a modo para que pierda frente a Ernesto Rufo.

Chihuahua de pacta de igual manera, un mal candidato del PRI, Jesús Macías, frente a un buen candidato del PAN, Francisco Barrio.

San Luis Potosí y Guanajuato Se entregan al PAN, manipulando la ley, para que los candidatos ganadores del PRI, no se presenten a rendir protesta y los congresos mayoritariamente priistas, con la disciplina impuesta, se les obliga a nombrar gobernador a panistas destacados.

El PRI frente a una oposición que adquiere presencia nacional y se organiza y de testimonial pasa a ser competitiva y también obligado por las presiones internas y externas, impulsa una reforma al sistema electoral, se ciudadanizan los organismos electorales y se crea el Instituto federal electoral.

Así el PRI necesita competir realmente en los procesos electorales.

Ante esta situación en 1990 y 1994 se desarrollan en el partido nuevos modelos organizativos, para enfrentar las elecciones., por primera vez se utilizan las encuestas y otros ejercicios demoscópicos. El PRI en estos temas Se presenta como un partido capaz de adaptarse a los nuevos tiempos.

Internamente sigue estancado en su organización tradicional de sectores y comités estatales, municipales y seccionales que constituyen su organización territorial.

En el ejercicio de gobierno se continúa el proceso privatizador y desmantelamiento del estado benefactor, el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá inicia su vigencia, dándose un gran cambio que transformará a el país en algo diferente.

Aparece El fantasma de la inestabilidad política y económica con el asesinato de Colosio , el de Ruiz Massieu, el levantamiento zapatista, la fuga de capitales, la crisis de 1994.

Zedillo gana por una abrumadora mayoría, producto en buena parte del homicidio de Colosio.

El sexenio de Zedillo transcurre con grandes sobresaltos, la deuda externa el Fobaproa, al finalizar el sexenio, en el PRI, se da un proceso sucesorio ajeno a las tradiciones del partido, se da una consulta a la militancia, compiten Roberto Madrazo y Francisco Labastida. Madrazo es aplastado internamente, en una elección interna simulada y operada por los gobernadores.

Francisco Labastida en una campaña desangelada y con un Priismo dividido, sin enfrenta a un candidato locuaz, parlanchín y de pocas luces. Pero echado para adelante.

Se vive una coyuntura de hartazgo hacia el PRI y por primera vez en su historia pierde la Presidencia de la Republica.

Gana la elección Vicente Fox y se dan 6 años de gobierno sin rumbo.

La derrota y la pérdida de la Presidencia de la República, hacen que el PRI se refugie en los Estados, se resquebraja el modelo político priista, no hay unidad de mando en el poder y los gobernadores operan sus estados como señores feudales o como Virreyes, se atenúa el centralismo Nacional Priista y surgen los gobernadores como factótum regional del Priismo.

Así se llega a la elección de 2006 con Roberto Madrazo como candidato con una pugna interna con Elba Esther Gordillo, secretaria general del PRI y líder moral el sindicato de maestros, pugna que lleva a un desastre electoral por segunda vez consecutiva . El PRI pierde la elección a Presidente de la República.

El PAN ejerce la Presidencia de la Republica durante 2 sexenios.

Un nuevo desastre espera al país Felipe Calderón, Presidente de la República panista, desata una guerra contra el narcotráfico, la violencia generalizadas desborda en todo el país, se pierde la presencia del estado en regiones completas, el ejército en las calles combatiendo al narcotráfico, violando frecuentemente los Derechos Humanos.

El PRI en el proceso electoral siguiente, ofrece un cambio, la oferta es nosotros sabemos gobernar.

Una mala candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota frente a un buen candidato del PRI, proveniente del Estado de México, de donde había sido y gobernador, Enrique Peña Nieto, gana las elecciones y el PRI está la de nuevo en la Presidencia de la República .

 

Todo parece ir bien, reformas estructurales consensadas con los partidos de oposición que ubican a México internacionalmente y nacionalmente en un gran momento, el del cambio, se habla de reformas estructurales que llevarán a México a la modernidad, los logros, se dice, se verán a mediano plazo. Todo bien, pero de pronto surgen casos de corrupción por varios lados, atribuidos al Presidente de la República y su familia y a sus cercanos colaboradores.

Todavía en la elección intermedia de Peña Nieto, las cosas salen bien, el PRI tiene buenos resultados electorales y Aliado con los partidos minoritarios constituyen la mayoría.

El desastre está cerca y no se ve.

Los gobernadores que representaban un cambio generacional, son acusados de corrupción, de autoritarismo, los grados de rechazo a los Gobernadores y al Presidente son mayoritarios que su aprobación.

Así el PRI, para sorpresa de propios y extraños, pierde 7 Gubernatura de 12 en juego y se va un desastre electoral nacional.

El político más experimentado del PRI que funge como su Presidente Manlio Fabio Beltrones, ante el desastre electoral se ve obligado a renunciar.

Frente el PRI, Andrés Manuel López Obrador, quién habiéndose salido del PRD forma su propio partido, Morena se dispone a enfrentar al PRI Y EL PAN en las elecciones Presidenciales del 2018.

Andrés Manuel López Obrador cumplirá 3 candidaturas, tiene presencia en todo el país, su oposición constante y permanente al PRI y al PAN han consolidado a Andrés Manuel López Obrador como una opción viable para ganar la elección presidencial del 2018.

En el PRI Se nombra como presidente a Enrique Ochoa Reza, sin trayectoria partidaria, impugnado por propios y extraños, pero cercano al presidente.

El PRI se encuentra en una situación complicada, ha perdido la mayor parte de los estados que eran su granero de votos, el norte del país en manos de la oposición, a excepción de Coahuila, una elección que se mira difícil en el Estado de México, que no define los resultados de la elección Presidencial, pero sí da importantes indicadores

El candidato designado, Alfredo del Mazo, no el mejor posicionado, pero si el más cercano al grupo gobernante.

Al día de hoy, se puede hablar de una elección de tercios, que se resolverá a favor del PAN, del PRI o de MORENA.

En el Estado de México, el PRI, tiene recursos económicos inagotables y la mejor estructura de dicho partido en el país.

En las encuestas a nivel nacional Morena se encuentra en primer lugar, seguido por el PAN y en un tercer lugar lejano, el PRI.

Es muy temprano para hacer pronósticos para el 2018, pero si el PRI,

gana el Estado de México, seguirá en la contienda por la elección Presidencial, si pierde, no es que el PRI, no se pueda recuperar , pero sufriría una derrota devastadora para su ánimo. Perder donde tiene sus mayores fortalezas y donde el listado nominal representa el 10% de los electores, sería desalentador para lis Priistas.

Aún falta mucho tiempo, pero en la primera semana de junio del 2017 veremos el desenlace del Estado de México.

Se ve complicado el panorama para el PRI en el 17 y en el 18. La existencia del PRI no depende de que se encuentre en la Presidencia de la República. Perder, no implica su desaparición, un partido qué tiene 10 millones de votos, cuando menos, no desaparece de la noche a la mañana. Seguramente se refugiara en los Estados y de ahí a construir y trazar nuevos caminos para seguir aspirando a dirigir este país. Los agoreros quisieran ver destruido al PRI, Lo cierto es que eso depende de la voluntad de los electores y hasta la fecha no hay indicios que pronostiquen su desaparición.

Veremos al PRI, por muchos años más, si no dirigiendo al país, sí con una presencia política muy importante.

Es temprano, al PRI le quedan muchas cartas por jugar, veremos si es capaz de jugarlas adecuadamente, o si el empecinamiento de seguir por el mismo camino lo lleva a la derrota en el 2018.