Opinión

La invisible e indolente Pety Guerrero

  • Por Cynthia
La invisible e indolente Pety Guerrero

Espresso Doble
Por Luis Rubén Maldonado Alvídrez


Malas noticias para el sector cafetalero mexicano. Al parecer, ya salió el peine. Mientras la semana pasada aplaudíamos la creación de un órgano regulador de la cadena productiva del café mexicano, hace unos días, desde la región centro del cafetalero estado de Veracruz, nos llega la reveladora noticia en voz del expresidente del Comité Regional Cafetalero, Mario Héctor Espinoza Lagunes: 
“No nos hagamos tontos, acá importamos grandes cantidades de café de toda América Latina, somos un puente hacia Estados Unidos, aquí  importamos y solo le ponemos hecho en México, pero es café de mala calidad”.

Y confirmo la sospecha de muchos: “el poco buen café que hay en México se exporta y se consume aquí el que es de  muy mala calidad.

Para Espinoza Lagunes, mientras no exista un ente regulador del café mexicano, seguirán los pleitos entre los productores, el gobierno y los partidos que quieren sacar raja política de este conflicto donde pierde el café mexicano. 
 

Una triste realidad que debe preocupar a los hombres del campo de las regiones cafetaleras de México. Ojalá pronto se puedan crear mejores condiciones para una actividad agrícola tan importante para el agro mexicano. 

Y para asimilar esta y otras malas noticias, hay que tomase un espresso, mismo que debe ser muy caliente al tacto, amargo al paladar, fuerte en la nariz y escaso al servirse. 
 
Hoy más que nunca, lo necesito doble.   

Comenzamos el espresso doble de hoy. 

Caliente. La nota de la semana surge desde lo más profundo de la Sierra Tarahumara. Resulta que quince mil doscientos niños y jóvenes de albergues y escuelas en donde se tienen comedores en la Sierra Tarahumara, están sin alimento, mismo que proveía la extinta Coordinadora Estatal de la Tarahumara, hoy renombrada como la pomposa Comisión Estatal de los Pueblos Indígenas (COEPI) del Gobierno del Estado de Chihuahua. 

Amargo. Pues la diputada del PRI, por el distrito 22, con cabecera en Guachochi, Imelda “Kale” Beltrán, presentó el pasado jueves una iniciativa para que el Gobierno del Estado provea de nueva cuenta, los recursos y mecanismos necesarios para otorgarles apoyos alimenticios a los albergues y escuelas en la Sierra Tarahumara. Con ausencias significativas en las curules, la gran mayoría de los presentes, se despojaron de los colores de sus partidos y votaron a favor, en una señal de humanidad y de que el hambre de los niños y jóvenes serranos, no espera licitaciones o pretextos absurdos de políticos improvisados. Pues ha sido reseñado por medios de comunicación, que dos diputadas del PAN votaron en contra de que estos alimentos les sean surtidos a los comedores de niños y jóvenes serranos. 

Fuerte. Pero lo que llama poderosamente la atención es que por más que se le busca, se le llama, se le mandan invitaciones, oficios, mensajes vía Whatsapp y hasta señales de humo, María Teresa Guerrero Olivares, la famosa “Pety”, titular de la Comisión Estatal de los Pueblos Indígenas. Ante esta problemática, Guerrero Olivares no ha salido a dar la cara. Está totalmente invisible. Demostrando lo que es la especialidad de la casa en casi la totalidad del gabinete del Nuevo Amanecer: la total indolencia a todos los problemas. 

Escaso. Pero ojalá fuera el único problema en donde está ausente la famosa “Pety”. Desde su arribo al gabinete está ausente en el trabajo, en las comunidades indígenas serranas y urbanas. No ha aclarado en qué consiste el cambio de nombre, si hay nuevas atribuciones o es puro maquillaje. No ha comunicado acción alguna realizada por la oficina que dice encabezar. De lo único que sabemos de su desempeño como servidora pública es que salió buena para despedir a empleados discapacitados pero ningún resultado. Y en el caso en mención, como es que poco más de quince mil niños y jóvenes no reciben alimento en los albergues y escuelas de la Sierra Tarahumara, pues mucho menos aclara. Eso sí, tiene varios voceros. Una en el Congreso del Estado y el otro, el mismo Secretario de Desarrollo Social. 

Pero de las declaraciones de ambos, no se construye una versión sólida. La diputada Blanca Gámez afirma que “la propuesta de Imelda Beltrán en donde exhorta  a la COEPI a atender el alimento a niños de escuelas y albergues indígenas fue desinformada, ya que se ha detenido por un proceso de licitación.”

¿A poco el hambre de quince mil niños se detiene por el hecho de qué están licitando la compra de estos alimentos que no llegan desde enero? 

Como segundo punto, dan risa las mentiras del secretario de desarrollo social del Gobierno del Estado, Víctor Quintana Silveyra, quien dijo desconocer el dato y se aventó la pifia de que se trata de un programa de Sedesol a nivel federal que está siendo reestructurado y que dejó descubierta a esa población de forma temporal.

La Comisión Estatal de los Pueblos Indígenas pertenece al Gobierno del Estado y su cabeza de sector es la secretaría en la que despacha Quintana, quien con toda la indolencia del mundo, busca culpar a alguien más, que no tiene nada que ver con que no hay alimentos en las escuelas y albergues para niños y jóvenes en la Sierra Tarahumara. 

Hasta el día de hoy, de viva voz, confirman que los albergues y comedores serranos siguen sin alimento que debe proveer la invisible e indolente Pety Guerrero y su jefe Víctor Quintana.  

Este ha sido el espresso doble de hoy. 

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