Opinión

No Se Ha Saciado el Hambre y Sed de Justicia.

  • Por Cynthia
No Se Ha Saciado el Hambre y Sed de Justicia.

Por Bernardo Cerdeira

El discurso pronunciado por Colosio frente al Monumento a la Revolución Mexicana, en la Ciudad de México, el 6 de marzo de 1994, en el aniversario del PRI, se considera como el rompimiento con el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari y una revaluación de la política neoliberal. El mensaje de Colosio habla de un México agraviado y en crisis, con hambre, con profundas diferencias sociales, pero con la esperanza de transformaciones. Aunque Salinas de Gortari estuvo de acuerdo con el contenido del discurso, el periódico El Norte de Monterrey registraba las presiones hechas por el oficial mayor de la presidencia José María Córdoba Montoya, para que renunciara. Córdoba Montoya desmintió la versión y después del asesinato de Colosio, asumió un cargo en el Banco Interamericano de Desarrollo, con sede en Washington, D.C., aparentemente con la anuencia de Ernesto Zedillo. Córdoba Montoya tampoco sería juzgado o siquiera investigado, durante el sexenio de Zedillo, por sus supuestas ligas al narcotráfico en las conversaciones telefónicas filtradas a la prensa con Marcela Bodenstedt (con la que Córdoba tendría un romance), una expolicía con nexos con el crimen organizado.

A 23 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio tenemos un caso sin resolver, donde existen más preguntas que respuestas, en donde la versión oficial de gobierno no ayuda a esclarecer una investigación, donde nadie cree la supuesta línea del responsable Mario Aburto Martínez, este homicidio tiene más tintes políticos que impartición de justicia.

Con nueva evidencia posterior a los hechos ocurridos en la colonia popular Lomas Taurinas, de la ciudad de Tijuana. La tecnología que muestra que los participantes en este lamentable suceso donde le arrebataron la vida a Colosio son varios los involucrados, no nada más el señor Aburto.

Recordemos que esto genera mucha incertidumbre cuando el grupo del poder comandado por Salinas de Gortari, se dividió por la candidatura a la presidencia, todos sabemos que Camacho Solís se molestó cuando designaron como candidato de unidad del PRI a Luis Donaldo Colosio.

En el caso se puede pensar que la estrategia de la formulación para cometer este acto que pasaría a la historia, se puedo planear desde los pinos y en la esfera política del mismo revolucionario institucional.

Con sólo cuatro meses antes de la elección, el PRI se encontró en apuros al no poder cumplir con el requisito constitucional de que ningún candidato presidencial puede ejercer un puesto público durante los seis meses anteriores al día de la elección; esto inmediatamente descalificó a todo el gabinete, donde estaban la mayor parte de los posibles sustitutos. Entre los pocos candidatos potenciales

disponibles, Carlos Salinas de Gortari, a quién muchos señalan como el instigador del asesinato

Finalmente escogió a Ernesto Zedillo Ponce de León, quien había renunciado como Secretario de Educación Pública para servir como organizador en la campaña de Colosio. Este golpe de suerte para Zedillo, quien nunca hubiera sido candidato en circunstancias normales, levantó aún más rumores de la confabulación.

Colosio Ingresó al Partido Revolucionario Institucional en 1968, siendo elegido diputado en 1985 y posteriormente senador en 1988. Fue presidente nacional del PRI de 1988 a 1992. Durante su gestión, el PRI reconoció por primera vez una derrota en una elección de gobernador, en este caso la del estado de Baja California en 1989, siendo elegido Ernesto Ruffo Appel candidato del PAN Partido Acción Nacional, como primer gobernador no priista.

Llamado por el presidente Carlos Salinas de Gortari a formar parte del gabinete presidencial el 13 de abril de 1992, Luis Donaldo Colosio se convirtió en secretario de Desarrollo Social, en sustitución del candidato a gobernador de Veracruz, Patricio Chirinos Calero. Colosio participó activamente en la sucesión presidencial de Salinas, junto con dos fuertes aspirantes; Pedro Aspe Armella, secretario de Hacienda, y Manuel Camacho Solís, jefe del Departamento del Distrito Federal, quien rompió las normas no escritas de la sucesión presidencial en México al negarse a expresar públicamente su apoyo a Colosio, fue postulado candidato a la Presidencia de la República el 28 de noviembre de 1993.

Un dato que considero importante mencionar en mi editorial es que el 28 de septiembre de 1994, el cuñado de Salinas de Gortari, José Francisco Ruiz Massieu, exgobernador del estado de Guerrero y secretario general del PRI, también fue asesinado a plena luz del día en la Ciudad de México, eliminando así a dos de las más visibles y poderosas cabezas del PRI en México, Colosio y Ruiz Massieu. Finalmente, Zedillo fue elegido presidente, convirtiéndose en el último presidente de una secuencia de 73 durante los cuales todos los presidentes de México habían sido elegidos por el PRI. Otro asesinato que tiene más tendencia política y que quedo igual que el caso Colosio, sin resolver.

No se ha Saciado el hambre y sed de justicia. Gracias por su atención.

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