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Es una venganza política; me fabricaron el delito: Garfio

Javier Garfio se apoya, con ambas manos, sobre la reja de los locutorios, en la parte baja del cereso de Aquiles Serdán. “Esto es una venganza política”, expresa. Sus ojos brillan, enrojecidos,...
  • Por Osbaldo
Es una venganza política; me fabricaron el delito: Garfio

Javier Garfio se apoya, con ambas manos, sobre la reja de los locutorios, en la parte baja del cereso de Aquiles Serdán.

“Esto es una venganza política”, expresa.

Sus ojos brillan, enrojecidos, entre los diminutos espacios de la ventana, por donde se cuela su voz.

Atrás, un custodio, equipado con un arma larga, de alto poder, mira las escena, en la cual dos abogados dialogan con el ex alcalde.

Viste una camisa de interno.

Saluda con gusto, pero, como es, no encuentra las palabras para dibujar su situación de reo, apenas a cinco de meses de haber concluído su trienio.

Explica que, en 2012, mientras ocupaba la secretaría de Obras Públicas, y en su calidad de miembro de la Junta de Gobierno de la Coesvi, firmó un documento para delegar facultades.

No volvió a saber nada de ese tema, hasta el pasado lunes, en que fue detenido por agentes de la policía estatal.

“No supe nada de ese terreno, ni del avalúo, ni del peritaje, ni del costo, ni nada”, subraya, emocionado.

“Es una venganza política”, subraya.

Y añade: “yo no agarré un centavo. Toda la vida tan escrupuloso en el manejo de los recursos públicos, para que salgan con eso”.

Yo delegué facultades, dí el poder, para que actuaran conforme a mis funciones y de acuerdo con la ley; no sé nada de ese supuesto peculado, indica.

El ex edil fue detenido temprano, cerca de las siete y media de la mañana, al salir del fraccionamiento donde vive.

Una camioneta de la policía estatal se le atravesó en su camino. Se bajaron los agentes y le dijeron que estaba detenido.

Le dieron vueltas por la ciudad, le llevaron a la fiscalía zona centro y, al filo de las doce horas, fue internado en Aquiles Serdán.

Le quitaron su teléfono celular y todavía es hora que no se lo devuelven. Si se marca el número, inmediatamente manda a buzón.

Javier Garfio dice que no sabía ni de lo que le acusaban y menos de un supuesto delito cometido en su calidad de miembro de la junta de gobierno de la Coesvi.

Indica que su proyecto político, de buscar en 2018 la candidatura al senado de la república, motivó la fabricación de un delito que nunca cometió.

Por ahora, permanece en el área de internados, en una celda, cerca de Ricardo Yáñez y Gerardo Villegas, los otros dos ex funcionarios, a quienes el gobierno de Corral acusa de formar parte de la red de corrupción de César Duarte.

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