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Mis Razones

  • Por Cynthia
Mis Razones

Tercera de tres...

Por León Reyes.

Le mencioné también que no nos amedrentan sus amenazas de marginarnos del partido, pues el PRI es una casa común que hemos construido entre todos y que muchos militantes de Chihuahua hemos puesto más ladrillos que la burocracia partidaria.

Que no se preocupe el procónsul de opereta bufa Moreno Peña por nosotros, que habemos muchos priístas que aspiramos a reconstruir el partido, que no nos interesan a estas alturas de la vida los cargos de elección popular. El PRI en este momento no nos puede ofrecer nada, pero es el momento de regresarle lo que generosamente y muchas veces sin merecerlo, nos ha dado.

Para sorpresa mía, porque esperaba reclamos o silencios, la gran mayoría de los presentes con diversas manifestaciones apoyó mis dichos y razonamientos. Después de esto, el Delegado aspirante a procónsul hizo uso de la palabra y nos señaló a todos que no olvidemos que el PRI es un partido nacional y estamos sujetos a la dirigencia nacional, y señaló que ya tiene una hoja de ruta para llegar a la elección de Presidente y Secretario General del PRI Estatal; dio tiempos y acciones para renovar el Consejo Político Estatal, los Consejos Políticos Municipales, los Comités Municipales y hacer una consulta infinita a todas las personas que él considere importantes para trazar la vida del Partido.

Ante tanto autoritarismo y desconocimiento máximo de la más mínima noción estratégica, ahí mismo le señalé: “Vamos a recurrir a las bases militantes del Partido, vamos a recurrir a la ley, y vamos a recurrir a los órganos internos del Partido y a los tribunales electorales”. Ante estos planteamientos, el Delegado solo tuvo imaginación para contestarme “usted no tiene ningún futuro en el Partido, y está enojado con Dowell porque le quitó su sueldo de $35,000 mensuales”. Ante tan brillantes argumentos solo le contesté “el partido no es suyo, su respuesta me da risa, y no me menosprecie, mi sueldo no era de $35,000 mensuales, era de $80,000”

Esta es mi versión de lo que sucedió el sábado primero de abril del dos mil diecisiete.

Seguramente habrá otras versiones e interpretaciones, pero esta es mi verdad.

En esta semana, acudiremos un grupo de priistas ante la comisión de justicia partidaria para defender nuestros derechos de militantes, amparaos en el estatuto del partido.

La batalla será larga, pero solo es una más de las muchas que hemos dado en la vida.