Cada quien sus batallas

Por León Reyes

Las batallas que damos son las más importantes para nosotros, aunque para los demás no representen nada. Indiscutiblemente para sus Partidos, para el País y para ellos en lo personal las batallas que están librando en el Estado de México, Delfina, Josefina y del Mazo como personas, MORENA, el PAN y el PRI, como partidos; Javier Duarte, César Duarte y muchos más son batallas mucho más importantes para ellos y para el País que las que damos algunos hombres del desierto en esta provincia perdida del Septentrión de México.

Pero para nosotros son nuestras batallas y para nosotros es lo más importante y las damos como si en ello nos fuera la vida.

La batalla que estamos dando es por una causa, reformar en la medida de lo posible el quehacer y el cómo hacerlo del Partido Revolucionario Institucional, formación política en la que hemos militado los últimos 21 años de nuestra vida política.

Hace más de un año venimos sosteniendo que las viejas prácticas del PRI ya no le sirven al País, no dudando que alguna vez le fueron útiles.

El modelo autoritario, antidemocrático y hace décadas antinacionalista y hace años profundamente corrupto no le sirve al País, a los mexicanos y ni siquiera a los prisitas.

Durante el último año y medio cada una de mis afirmaciones están escritas y firmadas por mí. Mis verdades las he dicho y sostenido en pequeños y grandes grupos, entre amigos y malquerientes, ante tatemándonos y ante sencillos militantes.

Pocos debates se han dado porque en el PRI a pesar de que no tenemos jefe por la catástrofe electoral del 2016, no hemos logrado romper las ataduras de la disciplina en que nos educaron y muy pocos son capaces de levantar la voz para pedir o exigir un "NEW DEAL" en nuestras relaciones políticas.

Mis más cercanos amigos y compañeros de muchas batallas cada vez que tocamos el tema hasta con fastidio me dicen: "en las buenas y en las malas en el PRI mandan los jefe y estás soñando si piensas que a punto de estatutasos y con tu verbo espinoso vas a cambiar las cosas"

Mi respuesta convencida siempre es: pues al menos voy a intentarlo.

Mis malquerientes que los tengo, y muchos, nunca han dado un debate conmigo. Del Presidente formal del partido, Dowell hacia abajo permanecen mudos esperando que la cúpula partidaria y el tiempo resuelvan como en los viejos tiempos con un "ukase" que infunda temor y meta en el carril a todos los priístas.

En el apartado de los disciplinados no hay argumentos, sólo el sofisma "ad hominem" ya explicado por el viejo Aristóteles: Descalificar a la persona y no a los argumentos.

Sólo me espetan reclamos de malagradecido, desleal, ingrato, porque el PRI me dio oportunidades merecidas o inmerecidas que muchos de estos críticos no han recibido.

Hace tiempo muchos priístas decidimos dar nuestra batalla para modificar el estado de cosas del PRI en Chihuahua. Hemos propuesto cambios sencillos pero indispensables para reconstruir el PRI.

El primero es restaurar la normalidad jurídica en los órganos de dirección de nuestro Partido, al día de hoy el Presidente, la Secretaria General y el Secretario de Finanzas del Partido se encuentran amparados contra una posible órden de aprehensión, más de 50 consejeros políticos entre ellos algunos expresidentes del PRI Estatal están en la misma situación.

También hemos señalado la necesidad de renovar la Presidencia y la Secretaría General del Pri porque su periodo para el que fueron designados, hace mucho tiempo concluyó y sería conveniente hacerlo con un método que considerara la opinión y el voto de la base militante.

Las acciones señaladas con anterioridad son acciones de coyuntura pero necesarias ante la situación de estado catatónico en el que hace más de un año se encuentra el PRI en el Estado de Chihuahua.

Promoviendo este proyecto hemos dado, amparados en el estatuto los primeros pasos,: Presentamos, Miguel Ángel González García, Eliodoro Araiza Reyes, Pablo Espinoza Flores y Leonel Reyes Castro, ante el Delegado del CEN Fernando Moreno Peña, escrito en el que señalamos la necesidad de emitir una convocatoria para renovar el Comité Directivo Estatal porque la situación actual viola nuestros derechos de militantes y la normatividad estatutaria.

A nuestra solicitud no ha habido respuesta de parte del Delegado y el día lunes 17 de abril la hicimos llegar a la Comisión de Justicia Partidaria, porque el presidente de ella Mario de la Torre Hernández decretó como inhábil toda la semana santa y nos señaló que no podía recibir nuestro escrito hasta después de la resurrección del Señor.

Son los primeros pasos y esperaremos un tiempo razonable para recibir respuesta, en tanto esto sucede saldremos a recorrer las principales ciudades del Estado para palpar de manera directa el estado de ánimo y la disposición de lucha que tengan los compañeros del Partido.

Estas son nuestras batallas y nadie las puede dar por nosotros.