La Fuente

*Se lava las manos El Peny Chón por el prófugo *¿Hay arraigo o no hay arraigo? *Ganadero ejecutado laboró con Garfio *El Bonachón Ávila en problemas sindicales

  • Por José Oswaldo
*Se lava las manos El Peny Chón por el prófugo *¿Hay arraigo o no hay arraigo? *Ganadero ejecutado laboró con Garfio *El Bonachón Ávila en problemas sindicales

BIEN dicen que las aclaraciones siempre suelen enredar más las cosas y que es preferible vivir en el error, al menos un tiempo razonable. Empero, eso, no lo sabe El Peny Chón, fiscal general del estado, cuando sale a medios a precisar el tema del asesinato de Matilde Gil. Para quitarse la barra de la omisión en las investigaciones y la liberación, dos veces, del actor principal en el secuestro y homicidio de la maestra, reveló su ignorancia jurídica. Peniche se lavó las manos con el principio de presunción de inocencia y la desaparición del arraigo local, al entrar en vigor el nuevo código federal de procedimientos penales. Los que saben, dicen que aún existe el arraigo en la legislación federal, aunque sujeta a tipos penales de delincuencia organizada. Si participaron diez en la planeación y ejecución del alevoso crimen, bien puede configurarse el delito. Pero, además, pudo efectuar una retención por 48 horas, al momento de detectar las discrepancias, entre la primera y la segunda declaración del presunto. Incluso, pudo, dicen, haber hecho una detención de las autorizadas por la constitución federal. ¿O acaso habrá una causa extra legal, de ésas que ni pensar existen en nuestra robusta cultura jurídica?

NO le hallan, ni por adentro ni por afuera, a la extraña ejecución de Francisco Romero Torres. La Unión Ganadera Regional de Chihuahua reportó que fue un ganadero ejemplar, dedicado a los charoláis y chabray de registro. Lo ejecutaron con calibre 40, el rompe blindaje, cuando circulaba por la Diana Cazadora, sobre Ortiz Mena y avenida Mirador. Fue, además, según los que le conocieron, funcionario público, pues se desempeñó en un cargo en la administración del ex alcalde Javier Garfio. Como director de servicios generales, fue citado el puesto de Romero Torres. La crueldad fue ensañada con la pequeña hija, que iba con su padre a bordo de la camioneta de éste. Nuevamente, la violencia se ha desbordado en la capital del estado, con un impresionante regreso a niveles dramáticos y que se creían regresados a la historia.

INEXPERTO como lo es, El Bonachón Ávila compró, a la primera, el histórico pleito adentro del sindicato de salud. De volada, puso del lado de los malos a Pablo Serna, el actual secretario general, y de los buenos al ex líder, Rigo Machado. Es ése un pleito de priístas, que deviene de la mala relación que tuvieron la senadora Lilia Merodio y el ex gobernador César Duarte. Sabedores que en la política tocan roles, o papeles, teatrales, que corresponde desempeñar, se esté o no de acuerdo, a ellos les entregaron sus guiones y los representaron al pie de la letra. Ahora llega el doctor Ernesto Ávila, a la titularidad de la secretaría de salud, y, además, de embolsarse un bono -de ahí lo de El Bonachón- compra de inmediato la pugna, sin conocer los entretelones de la obra. El resultado es que menosprecia a los trabajadores y no recibe a su dirigente, Pablo Serna, que malo, o bueno, representa a los empleados de la citada secretaría. Así que, no tarda ya, en llegar una protesta pública, en la calle, para el secretario Bonachón. Tal vez, si así amerita el caso, el desfile podría ser una buena oportunidad, que, al fin y al cabo, para eso se hizo.

HICIERON su panchito, eh, las socias, el pasado domingo, en la ciudad Deportiva, en un evento municipal. Resulta que habían sido contratadas para amenizar la entrega de medallas a niños en el lugar. Sin embargo, llegaron con su ropita nueva, muy a su estilo, pero una funcionaria es dijo que se trataba de un evento familiar. Por tanto, no podían hacer uso del micrófono y, esto, les hizo arder de coraje y le reclamaron acremente a Mónica Aranda, la coordinadora de desarrollo social. Pero no fue todo para Mónica, porque, al rato, Mario García, el segundo de a bordo del DIF municipal, reclamó que no le hayan reservado medallas para entregar. Ya se las había llevado todas La Maru, acompañada de los regidores Laura Contreras y El Tomatito, Luis Terrazas, quienes felices et contentos, recorrieron la Ciudad Deportiva, con sonrisas y medallas para los asistentes.

LO que sigue en la tenebrosa telenovela de la auditoría superior de justicia es aplicar el Plan B. Es decir, reponer el procedimiento, elegir nuevo auditor y sacar la casta. El episodio de Nachito y El Borrego Valenzuela (recuérdese que de oso se convirtió en borrego) sirvió para medir el agua a los camotes. El Paisa se dejó ir con todo, sin consideraciones, con el acelerador hasta el fondo. Dijeron que vive en un mundo sin acuerdos, sin gente, en el que la política se ejerce de manera vertical y sin chistar. Algo así como El Principito, que le ordena cosas qué hacer al sol, a la tierra y a las estrellas, porque siente que los astros están bajo su dominio. Empero, bueno, falta ver si adentro del congreso siguen las cosas igual, porque la composición legislativa es muy sui géneris. Ahora, como ya se sabe, no se cuentan los diputados por partido, sino por grupos y las cosas han cambiado radicalmente. Así que, lo previsible, es que los dados vuelvan a caer como estaban. A poco no. A Latorre le tocará reiniciar todo el procedimiento, con el propósito de ponerle cabeza a la auditoría superior del estado.