La Fuente

*Angulo revienta por Juárez *Viene el Peje a tirar el pial *El logo ensangrentado en Las Vegas

  • Por José Oswaldo
*Angulo revienta por Juárez *Viene el Peje a tirar el pial *El logo ensangrentado en Las Vegas

VAYA congruencia y tanates de Carlos Angulo para renunciar a su cargo como coordinador de gobierno abierto. Su puesto era tan transparente, que, la verdad de las cosas, ni se veía, ni se oía en el gabinete. El documento de su renuncia revela que no fue corrido, sino que se va, voluntariamente, y que, además, no sale conflictuado. El tema de Angulo es que, como buen panista, se atraviesa en todo según su propio proyecto político. Es obvio que el ex diputado no se sintió muy bien pagado que se diga, después de haber sido precandidato a gobernador. Le ayudó con todo a El Paisa, pero, al llegar al gobierno, le pagaron con un puestecillo de nivel muy bajo para su estatus. Ahora se va, porque así lo subraya en el doc de su renuncia, a buscar la candidatura a la alcaldía fronteriza en el 2018. Angulo, según los que le conocen bien, hace las cosas a su estilo, como buen abogado de Baker and Mac Kenzie, aunque no como político ortodoxo. Imagínese usted, en 1998 apoyó a Ramón Galindo y no a Lalo Romero, que era el dueño del despacho corporativo, pero no es que sea mal intencionado, sino que así lo hicieron. Así que, con el viento en contra, por ahora, le entrará a buscar la candidatura, tal vez contra Alejandra de la Vega, si llegara a animarse, o algún otro promovido desde la casa de cantera.

EL 18 de mayo estará aquí, en la ciudad de Chihuahua, Andrés Manuel López Obrador, El Pejelagarto. No irá a otra parte de la entidad y, exclusivamente, se dedicará al evento que se organiza. Se trata de firmar, frente al líder de nacional de morena, el compromiso para ayudar a su proyecto de nación. Será con líderes, que sean políticos, empresarios, maestros, catedráticos, constructores, pero que se sumen al instituto. En el lugar del evento, firmarán el documento por el cual adquirirán el compromiso de apoyar a López Obrador en el proceso para llegar al poder en 2018. Ahí es donde se verán los cueros que salgan de esas correas, pero sin esconderse u ocultarse. Es, a la vez, una pequeña muestra de que realmente están interesados en el partido de la esperanza y no solo un lugar donde guarecerse o esconderse de la tempestad. Así que, si las cosas son como parece, como se dice, pues andarán por ahí muchas caras que antes se pintaban de tres colores, o de azul, y que, incluso, ostentaron el poder y, al perderlo, o no acapararlo, decidieron cambiar de camiseta. El Pejelagarto ya está muy traqueteado en los avatares de la política, así que, por todo el país, pregona que se abran de capa y muestren su verdadero rostro y color.

MUY mal le fue a El Paisa este fin de semana en materia deportiva, pues perdió en el futbol y perdió en el box. A Los Bravos los sacaron de la jugada para subir a primera división, en un juego en el que ni la batalla dieron. Y ni se diga, en el box, la paliza que le dieron a Marco El Dorado Reyes, allá en Las Vegas. Así que, hasta el mediodía del domingo, todo parecía andar de cabeza, con la derrota en la frente. Peor aún estuvo la cosa, cuando se supo del logotipo multicolor del gobierno del estado, impreso en el calzoncillo de El Dorado Reyes. Después que le abrieran un surco arribita de la ceja, por donde manó profusamente la sangre del chihuahuense, hay quienes quisieron ver ahí una metáfora de la realidad. Es decir, el estado ensangrentado por la imparable violencia que aqueja a la ciudadanía. Efectivamente, el polémico y multicolor logo del estado, se tiñó de rojo, tal cual, y mostró así su reflejo actual. Obviamente, todo fue producto de las circunstancias, pero hay momentos en que las cosas se reflejan, sin lugar a dudas.

PERO, de repente, se le paró el águila, la verdad de las cosas, al titular, ya en la tarde del domingo. La detención de Toño Tarín en la ciudad de México, le levantó de la lona y le dio oxígeno para seguir en la pelea. Tarín, acusado de peculado, por 120 mdp, es sin duda uno de los hombres más cercanos al ex gobernador Duarte. Lo trajeron de la capital del país, le prepararon la audiencia de control de detención y ahí mismo, le aplicaron la prisión preventiva, pues no podía ser de otro modo. Lo raro del caso fue la detención del diputado federal suplente, pues estaba en una ciudad donde habitan 80 o más millones de personas. Los boletines oficiales de El Paisa reconocieron la colaboración de la procuraduría de Mancera, pero negaron la participación de la PGR en la detención. Tarín no cambió su look, no se quitó la barba, no se cortó el cabello, no andaba disfrazado, ni nada por el estilo. Le permitieron ponerse una camiseta sobre las manos para que no se le vieran las esposas en las fotos, adentro del aeropuerto. Pero la Juez de Garantías, Guadalupe Hernández, reveló que había participación de la PGR en la detención. Así que, no hay más que dos sopas: o fue entrega pactada o fue delación, porque, o Mancera lo tenía en la mira, u Osorio Chong se lo puso en charola de plata, después de aquella declaración, hace unos días, de que el gobierno federal coadyuva en el caso Duarte.

SIN perder de vista las grillas internas, la senadora Lilia Merodio se ha dedicado más a ponerle al camello que a otra cosa. Este fin de semana se lució con 100 quinceañeras en Juaritos y, hace apenas una semana, con el festejo de los niños. Algo hace bien La Merodio, que sus eventos, como esos dos, aparecen a reventar. Aunque parece hecho adrede, semejaría que se los quieren echar a perder con las cortinas de humo de la grilla, pero así es la cosa. Primero, el 30 de abril, explotó el tema de los grupos internos del tricolor. Luego, el domingo, con el baile de las quinceañeras, surgió la detención de Toño Tarín. La senadora ya puso pinto al delegado, Fernando Moreno Peña, por no controlar a los grupos locales. Se ha mantenido al margen, mientras sigue la disputa o repartición entre los ex por los espacios del tricolor. El tema es que nadie cree que Marco Quezada se mueve solo, pero es harina de un costal de análisis. Al final de cuentas, habrá negociación entre oficialistas y rebeldes, asegúrelo usted.