Opinión

Ah, el beisbol

  • Por Cynthia
Ah, el beisbol

Por Carlos González Fernández                        

Desde cualquier ángulo en el entorno circunda el mundo del “REY DE LOS DEPORTES”; es el beisbol un apasionante juego que viste y reviste un cúmulo de jugadas diferentes en cada “pitchada”, cuando el “bateador” se ‘poncha’, da de ‘faul’ hacia atrás o hacia los costados, o da de hit: ‘homrón’, triple, doble o sencillo o simplemente es puesto ‘aut’ en rodados al cuadro por la tercera base, al ‘chorestop’ o de línea rodada a la segunda o primera base, pero también puede ser puesto ‘fuera’ por línea o elevado hacia cada una de las nueve posiciones que incluyen el ‘pitcher’ y el ‘catcher’; maniobra atrás del ‘hompley’, o en cualquiera de los tres jardínes: izquierdo, central y derecho, incluyendo los ‘batazos’ que pueden ser atrapados fuera del cuadro que enmarca el campo de juego del parque de beisbol, cuyas graderías alrededor del campo son ocupadas por los aficionados y no pocos fanáticos. Pero, además, pueden ‘regalarle’ al bateador, la primera base por cuatro ‘bolas’ acumuladas, contadas por el ‘ampayer’ fuera del área de ‘estraik’, si antes no le decreta el ponche, aunque también puede envasarse si es golpeado o lo roza la pelota de beisbol.

Cronistas hay muchos y variados; quién no recuerda al gran cubano “Bob” Bocanel, (“no se vayan que esto se pone bueno”); narraba por radio de manera inigualable las series mundiales de los inquebrantables ‘yanquis’ y ‘dodgers’ u otros equipos que llegaban a las justa de la famosa “serie mundial” casi siempre contra los “Mulos de Manhatan”, pues cuando se definía el juego era común en la séptima entrada, de nueve que usualmente se juegan cuando hay un ganador o en ‘inings’ extras, si acaso, después de 27 ‘auts’, siguen empatados). Nosotros, en México, podemos presumir a Don Pedro “El Mago” Septién, quien tuvo la osadía, dicen, de narrar por radio un juego completo inventado por él de ligas mayores. Sí que hay una gama de relatores singulares por su estilo: Jorge ‘Sonny’ Alarcón (DP),´Toño’ de Valdéz, Enrique Burak, Ernesto del Valle, Diego Venegas, Emilio León, José Pablo Coello, Ángel Fernández (DP; más identificado en futbol, pero también narraba beisbol). Existen muchos etcéteras en todo nuestro país, amén de los internacionales.

Sin desestimar a nuestros excelentes cronistas del mejor beisbol amateur del país: Efrén Chavaira, José Guadalupe García, Raymundo y Mateo (parralenses), entre otros muchos. Pero, existe un tal Alfonso Lanzagorta que se pasa de ‘lanza’ en sus referencias y se queda largo en sus apreciaciones que acorta con sus agudos, graciosos, inconfundibles e ingeniosos dichos beisboleros. Abuso mío de sus dichos, pero no son todos: ”lanzamiento salvaje”; “tratando de destapar el frasco de las esencias”; “’eslairer’ asqueroso”; “o se lo toma con filosofía o se lo toma con wiskey”;”allá va el macanazo de 200 pies, globo de 100 pies para arriba y cien pies para abajo”; ”tardó una eternidad, como partido suspendido por lluvia”; ”le hizo la señal semi escondida el ‘coch’ de la tercera base”; “bastante retrasada la señal desde el ‘dogaut’”; “’eslaider’ que patina sabroso”; “no encuentra más que el viento al ritmo del tolete”; “esta estadística es lapidaria”; ”lo dejó patidifuso y anonadado”; “se tira como gato a bola de estambre”; “abriendo como cuerno enaceitando la ametralladora”; “le mete ‘chuchucumbé’ y se lo tragó de un bocado”; “saque el rosario o lo que proceda, según su credo”; “musitando algo en alvaradoreño antiguo”; “no moleste al hipopótamo”; “la experiencia no se gana en la taberna”; “roedor compulsivo de mondadientes”; “se le quedó el arma encasquillada”; ”le lanzó una piedra de cuatro costuras y se traga el ponche”; “sacando el ‘Pancho’ Villa que todos llevamos dentro”; “200 litros de thiner y cerillito prendido”; “el juego se hizo veterano”; “lo dejó colgado de un clavito ardiendo”; “como zorrillo pestilente y con alas”, “en las coordenadas exactas”; “una recta que con un ‘swing’, cuesta 410 pies”; “al demonio de la chica del barrio de la Merced”; “bola que coqueteaba con la esquina izquierda”; “impactó bruscamente a doña blanca”; “lo engañó con el tercer cintarazo”; “batea paupérrimo en el octavo rollo”; “qué ganas de irse a sacrificar como cordero”; “dále, dále, dále y no pierdas el tino”; “fue un ‘pasbol’ de patada muy alta”; “fue una emboscada californiana”; “le queda alta la joroba”; “va a tirar el ancla en la intermedia”; “lo dejan petrificado”; “se quedó como japonés con los ojos rasgados”; “le puede poner el tutucumbé”; “canta, pajarito canta”; “la pelota va para atrás, para atrás y está descansando en paz del otro lado de la cerca”; “le gusta treparse en la motocicleta”; “se va con una mentira que va al suelo”; “murundango le dio a burundango, burundango le dio a Bernabé”; “le pone limusina a su carrera”; “por la ruta de la ignominia, el 13”; “la puso en orbita”; “la curva se quedó arriba, más de lo que el pitcher quisiera”; “como dijo José Alfredo, los mariachis callaron”; “le explota el regalo del pitufo en la cara”; “como tal acaeció a mano pelada”; se quedó haciendo malabares”; “piedrotota, tremenda inyección proporcionada”;… si el mismo Alfonso Lanzagorta se pone abusado, escribiría un libro diferente e ingenioso sobre el “rey de los deportes”, ¿no cree usted…? [email protected] Presidente de la AECHIH, AC.