Cancha

Empatan Alemania y Chile

Kazán, Rusia .- Alemania y Chile empataron hoy el partido que la Argentina tuvo dos veces la oportunidad de jugar. Aun así, ausente la selección, fue un partido de impronta argentina, con Arturo Vidal...
  • Por José Oswaldo
Empatan Alemania y Chile

Kazán, Rusia .- Alemania y Chile empataron hoy el partido que la Argentina tuvo dos veces la oportunidad de jugar. Aun así, ausente la selección, fue un partido de impronta argentina, con Arturo Vidal como eje de una polémica al subestimar a Marcelo Bielsa.

El 1-1 de Alemania y Chile dejó cierto regusto amargo para los ojos argentinos: la selección bien podría haber sido protagonista en la fría noche de Kazán, capital de la República Tártara. Potencialmente pudo ser un Argentina versus Argentina, porque tanto Alemania como Chile llegaron a la Copa Confederaciones después de superar en finales a la selección de Lionel Messi. La Alemania de Joachim Löw la frustró en la final del Mundial, el Chile de Jorge Sampaoli -toda una paradoja-, en la de la Copa América.

El choque por el Grupo B entre las dos máximas candidatas a llevarse el torneo llegaba con roles cambiados, porque la experimentada y ganadora Chile -el equipo más veterano del torneo, con una media por encima de los 29 años- partía como favorita ante la joven Alemania experimental. Lo que se vio, en definitiva, fue un muy buen partido.

Partido que llegó precedido por la polémica desatada por Vidal cuando el diario alemán "Süddeutsche Zeitung" le preguntó si Bielsa es el claro punto de inflexión en la historia del fútbol chileno: "No. Bielsa no tuvo nada que ver. Eso es algo que alguien inventó, lo de que nos cambió. A mí nunca me cambió nada. Para mí no fue el cambio de Chile. El cambio de Chile fueron los entrenadores que nos hicieron campeones".

La polémica estaba servida, porque el propio entrenador chileno, Juan Antonio Pizzi, había dicho días antes que Bielsa fue "el gran revolucionario del fútbol chileno a pesar de no haber tenido resultados concretos".

Debate también para los miles de chilenos que vienen siguiendo a su selección por Rusia, una selección que en el comienzo del partido fue una máquina abrumadora para los alemanes.

Chile se puso 1-0 ya a los 6’ con un gol de Alexis Sánchez que le permitió convertirse, con 38 tantos, en el máximo anotador histórico de su selección.

A los 20’, Eduardo Vargas casi rompe el arco con un tiro tremendo desde fuera del área que dio en el travesaño. No había Alemania sobre el césped del Kazán Arena, sólo un Chile hiperactivo y polifuncional.

No le sirvió de mucho a Löw salir con cinco defensores en el primer tiempo. Ese Löw que hace seis, siete años estaba deslumbrado con España y en los últimos se entusiasmó con Chile y tomó hoy fuertes precauciones.

Había un precedente que lo justificaba: el último duelo de alemanes y chilenos, hasta hoy, había sido en un amistoso en Stuttgart en 2014, previo al Mundial. Alemania ganó, pero el equipo que dominó y asombró fue Chile. Todos los alemanes lo reconocieron. Y, según Vidal, ahí estuvo ese punto de inflexión que no le concede a Bielsa: "Desde ese partido en adelante empezamos a creer en esta selección". Chile era dirigido por Sampaoli.

Chile lamentaría ese impacto en el travesaño que por poco no fue gol, porque Alemania, se sabe, es Alemania. Alemania es, antes que nada, tenaz, y de a poco fue frenando al incontrolable vendaval de camisetas rojas.

El empate le llegó a los de Löw en el momento justo. Un gran contraataque en el que Emre Can habilitó a Jonas Hector en la banda izquierda para cruzarla frente al arco. Allí estaba Lars Stindl, que le ganó a la marca de Charles Aranguiz y estiró el pie para poner el 1-1 a los 41’.

El segundo tiempo fue ya otra historia, mucho más equilibrada y menos trepidante, pero siempre en buen nivel. Con cuatro puntos y en la cima de las posiciones en el Grupo B, las dos selecciones tienen las semifinales de la Copa Confederaciones al alcance de la mano.

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