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Salvador Dalí, con el bigote inmutable

Con el bigote intacto y colocado “a las diez y diez”, tal como ordenó antes de morir hace 28 años, el famoso pintor español Salvador Dalí fue exhumado para responder a una demanda de paternidad...
  • Por Redacción C
Salvador Dalí, con el bigote inmutable

Con el bigote intacto y colocado “a las diez y diez”, tal como ordenó antes de morir hace 28 años, el famoso pintor español Salvador Dalí fue exhumado para responder a una demanda de paternidad presentada por la pitonisa Pilar Abel.

Durante más de tres horas y a puerta cerrada los peritos trabajaron la madrugada de ayer en la tumba del pintor surrealista, enterrado en el Teatro-Museo de Figueras, la localidad catalana donde nacieron tanto él como la demandante.

De su cuerpo embalsamado extrajeron pelo, uñas y dos huesos largos, para obtener ADN que será cotejado con el de Pilar Abel, de 61 años, en el Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid.

Si ésta demuestra su filiación podrá reclamar una cuarta parte de la herencia de Dalí, que pertenece en su totalidad al Estado español y está “muy documentada”, según Miguel Domenech, quien fue abogado del artista.

Lo más sorprendente, sin embargo, fue que al retirar la lápida de tonelada y media que tapa la tumba, los forenses se encontraron con que el pintor conservaba intacto su famoso bigote.

Me quedé absolutamente asombrado, fue como un milagro”, dijo Narcís Bardalet, el forense que embalsamó al artista en 1989 y asistió “emocionado” a la operación.

Al levantar el pañuelo de seda blanca que cubría su rostro, según explicó, “apareció el bigote marcando las diez y diez, tal como yo siempre he dicho, y la melena intacta. Es decir, podía ver a Salvador Dalí Domènech con su bigote a las diez y diez y su melena” característica.

Lluis Peñuelas, secretario general de la Fundación Dalí, que administra el museo, criticó la exhumación como “casi un acto de violencia contra la persona difunta”, pero según él se llevó a cabo sin incidentes, “preservando la intimidad de Salvador Dalí” y “el patrimonio del museo”.

Todo el material será devuelto a la Fundación, que reabrirá la tumba en un acto privado para restaurar la integridad del cuerpo de Dalí”, explicó Peñuelas. La Fundación, que gestiona el patrimonio del pintor, extremó las condiciones de seguridad para la exhumación. Así, desplegó una carpa sobre la tumba, para evitar que se pudieran tomar fotografías desde el exterior, y confiscó los teléfonos móviles de la comitiva judicial que participó en las operaciones.

UNA EXHUMACIÓN MUY CRITICADA

La respuesta a la pregunta de si Pilar Abel es hija o no de Dalí deberá esperar ahora algunas semanas. Más adelante, el 18 de septiembre, se presentarán las pruebas en el juicio previsto para despachar la demanda. La Fundación Dalí arremetió duramente ayer contra la resolución judicial emitida por un tribunal de Madrid ordenando la exhumación, contra la cual había presentado un recurso que no tuvo efecto suspensivo.

La institución observó que la demanda de Pilar Abel se basa exclusivamente en la declaración notarial de una mujer que dijo estar al corriente de la presunta relación encubierta entre Dalí y la madre de la demandante.

En ese sentido, argumentó que habría sido más razonable pedirle previamente a Pilar Abel que comparara su ADN con el de su padre legal o el de su hermano, “para aportar así el mínimo indicio exigible de que no es hija ni hermana de éstos”.

La Fundación Dalí añade que la resolución judicial “no está motivada y carece de fundamento alguno”.

El pintor catalán falleció en Figueras el 23 de enero de 1989 con 84 años, dejando una abundante herencia, calculada entonces en 136 millones de dólares, que incluía propiedades inmobiliarias en Cataluña y cientos de obras.

Durante décadas Dalí compartió su vida con Gala, expareja del poeta francés Paul Éluard, y con la que no tuvo ningún hijo.

Pilar Abel asegura que su madre conoció a Dalí trabajando como sirvienta en casa de unos amigos del pintor, en el pueblo de Cadaqués, donde éste pasaba largas temporadas en su casa de Port-Lligat.

Tras embarazarse se casó con otro hombre y meses después nació ella, a quien, con ocho años, su abuela le habría revelado su identidad. Su madre le confirmó en 2007 esta historia y, según sostiene Pilar, cuenta con testigos de la presunta relación “encubierta” que mantuvo Dalí con su progenitora, ahora de 87 años y enferma de Alzheimer.

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