Opinión

La columna

  • Por Redacción C
La columna

Por Carlos Jaramillo Vela 

La caída-enroque del Subsecretario de Desarrollo Social: un paso hacia delante y dos hacia atrás.

Caso “Padre Ávila”: Leyva 1, Corral 0.

El Padre “Negris”: atizando otra vez la hoguera.

Luis Carlos Campos Villegas, delegado de SEGOB: sintomático arribo de un funcionario con oficio político y experiencia. 

Según lo afirmado por uno de los medios digitales de mayor impacto en Chihuahua, la más reciente defenestración ordenada por el gobernador Javier Corral cayó sobre la persona del Subsecretario de Desarrollo Social, en Ciudad Juárez, un funcionario de nombre Hugo Almada Mireles, que como cientos más llegó con la inercia -y el oportunismo- que generó el “Nuevo Amanecer”. Al parecer, en este caso la decisión del inquilino de Palacio para defenestrar a su compañero de gobierno y de partido, si estuvo moral y administrativamente justificada, pues se dice que en torno a la destitución hubo un supuesto lío causado por sospechas de desvío de recursos cometido por el hoy ex subsecretario Corralista, así como dos quejas formuladas ante la Secretaría de la Función Pública y la Comisión Estatal de Derechos Humanos, mediante las que Elvira Urrutia Castro acusa a Almada de discriminación y violencia laboral.

Donde sí se equivoca Corral, de ser ciertas las sospechas sobre Almada, es en la supuesta reubicación del susodicho, a quien, según se dice, el mandamás de Palacio ahora lo colocó en la envidiable nómina de los asesores –es decir, la élite de los VIP´s becados-, pues de confirmarse esto, en lo sucesivo el erario público pagará dos sueldos: el de la o el subsecretario que sustituya al tristemente célebre Almada, y el de éste, en el nuevo puesto de “Asesor” que por órdenes de Corral le será –o ya le ha sido- creado. A fin de cuentas, los principios morales del “Nuevo Amanecer” indican que a los amigos hay que llevarlos bien, pero bien guardados en el corazón, y –como decía Juárez- hacerles justicia y gracia, aunque con ello las finanzas del gobierno de Corral den un paso hacia adelante y dos hacia a atrás.

Otro caso que ha despertado polémica es el relativo al amparo interpuesto por Rodolfo Leyva Martínez, contra la designación que por instrucciones de Corral hizo el Congreso del Estado a favor del Padre Javier Ávila –popularmente apodado “El Pato”-, al nombrarlo Consejero de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de Chihuahua. A pesar del intento de Corral por defenderse a través de su Secretario General, César Jáuregui Robles, tratando de redargüir la argumentación de Leyva mediante declaraciones del Secretario, algunos medios informativos refieren que al ex titular del ICHITAIP le asiste la razón jurídica, pues los artículos 40 y 130 de la Constitución del país prohíben el acceso de los sacerdotes y otros religiosos a los cargos públicos, el primero de ellos al establecer de modo general el carácter laico de la República, mientras que el segundo estatuye específicamente que los ministros de culto no podrán desempeñar cargos públicos.

Entre sus declaraciones, el pertinaz abogado Leyva –quien además fue seriamente agraviado tanto en su orgullo como en su autoestima personal y profesional por Corral, cuando éste, meses atrás urdió una estratagema y lo defenestró de la titularidad del ICHITAIP- no sólo ha dicho que “la designación del padre es ilegal”, sino también afirmó que ésta “es producto de un doloso atropello de la Constitución federal efectuado por el gobernador Javier Corral Jurado, con la aquiescencia del Congreso local”. Habrá que seguir el desenlace de este asunto, cuando el juez federal correspondiente dicte su sentencia, por lo pronto, en esta primera etapa con fuerte aroma a reyerta personal, Leyva parece aventajar a su acérrimo enemigo Corral, por marcador de 1 a 0.

Como si la disputa Leyva-Corral, potenciada a raíz del polémico nombramiento del Padre Ávila, no presagiara por sí misma suficientes barruntos de tormenta al “Nuevo Amanecer”, el influyente sacerdote católico Gustavo Enrique Sánchez Prieto, mejor conocido como el Padre “Negris” -por su mexicanísimo y guadalupano color de piel-, también se subió -¿o lo subieron?- al escaparate de la controversia. Sí, el popular y cercano colaborador del Obispo Don Constancio Miranda, apareció en la lista de aspirantes a una Consejería en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH). Aunque al percatarse del ruido que empezó a levantar tal hecho -e independientemente de que Don Constancio y Corral transiten por carriles políticos distintos- el estimado Padre “Negris” de inmediato declinó su aspiración, agradeciendo la deferencia a quienes lo invitaron para ocupar el referido puesto.

Son innegables las repercusiones jurídicas, y por supuesto políticas, que en el caso del Padre Ávila podría haber tenido la eventual aprobación o desaprobación del Congreso para el acceso del Padre “Negris” a una Consejería en la CEDH, pues el tema central de los expedientes “Negris” y “Ávila” es la prohibición constitucional a la participación sacerdotal en puestos públicos. Por eso, de haber continuado el presbítero Sánchez Prieto su gestión para ser nombrado Consejero habría causado enorme desagrado a Corral, cuya fácil iracundia ya ha sido despertada en otras ocasiones por las claridosas posturas del osado y carismático Padre “Negris”. ¿Fue estrategia política o simple casualidad el caso “Negris”?, ¿Quién lo invitó a buscar la Consejería de la CEDH?. No lo sabemos, surgen éstas y otras preguntas cuyas respuestas seguramente ser irán a la tumba con quienes las conocen. Por lo pronto, fiel a su estilo, una vez más el Padre “Negris” le atizó a Corral la hoguera.

Sintomático, sin duda, y con un mar de expectativas e interpretaciones a su alrededor, ha resultado el reciente nombramiento del ex secretario general del CDE del PRI, ex Subprocurador de justicia y ex Diputado federal y local, Luis Carlos Campos Villegas, como nuevo Delegado de la Secretaría de Gobernación en el Estado de Chihuahua. Campos Villegas, quien tiene oficio político y probada experiencia en el tablado, ya se ha puesto en contacto con el gobernador Javier Corral, al efectuar a éste la acostumbrada visita de cortesía a fin de “ponerse a las órdenes”, así como para anunciar la relación de mutua colaboración y respeto que se pretende sostener entre el representante del Gobierno Federal y el inquilino de Palacio. Campos, oriundo de Parral, abogado de profesión, y avezado funcionario tricolor formado en las lides políticas de su partido, el servicio público y la diplomacia, llega a la Delegación de la SEGOB, un año antes de los trascendentes comicios del año 2018, y con semanas de anticipación a la renovación de la dirigencia estatal del PRI; además, en virtud de su investidura, el político parralense será el actor que agrupe y coordine a los Delegados Federales que representan en la entidad a las demás dependencias del Gobierno de la República. Acertada decisión, evidentemente, el nombramiento de Campos, a quien auguramos una gestión bienaventurada en el desempeño de su nueva responsabilidad pública.      

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