Opinión

Espresso Doble

  • Por Redacción C
Espresso Doble

Dowell: valentía y aguante pese a toda adversidad 

Por Luis Rubén Maldonado

En México hay muchas zonas aptas para producir café: Chiapas, Oaxaca, Veracruz. Además de los grandes estados productores, están los microclimas. En algunas entidades del país existen estos microclimas que generan  condiciones ideales para producir café de alta calidad, dingo competir con los mejores del mundo. Uno de estos microclimas está en Totutla, en la sierra norte de Puebla, donde se encuentra la finca San Martín Cohuapan, donde por más de un siglo se ha producido café de calidad suprema que ha viajado hasta Tokio, pasando por los exigentes paladares europeos.

Con historias como esta podemos ver el gran potencial que el café ofrece al campo mexicano para que nuestros baristas tengan el mejor grano y así preparar espressos de altura. Recuerde que un buen espresso  debe de ser caliente al tacto, amargo al paladar, fuerte en la nariz y escaso al servirse. 

No importa la temporada del año, en dosis doble siempre es bienvenido.

Comenzamos el Espresso Doble de hoy.

Caliente. El día que muchos anhelaban llegó: hoy termina el mandato de Guillermo Dowell al frente del Comité Directivo Estatal del PRI. Con la presencia del líder nacional Enrique Ochoa se despedirá al notario radicado en Juárez y a quien en su corto periodo le tocó tratar con dos presidentes nacionales: Manlio Fabio Beltrones quien renunció hace casi un año tras los desastrosos resultados electorales del 5 de junio de 2016. Ochoa Reza, con todo el fierro marcado del establo mexiquense tiene otras circunstancias y le toca en estados como Chihuahua, donde ahora el PRI es oposición, renovar dirigencias estatales y marcar el rumbo a esos estados que terminan la larga etapa del duelo tras la derrota.

Amargo. A Dowell desde hace un año le tocó aguantar la embestida más fuerte: la interna. Cuando todos sus compañeros de partido con responsabilidades en la campaña estatal, municipal o distrital comenzaron a culparlo absolutamente de la derrota; cargaban toda su furia en él para limpiar las propias culpas. Además, vinieron las sonrisas de los grupos internos que se alegraban de la derrota y querían ver a Serrano hundido en la sangre de la batalla para tener pretexto de exponer ante la opinión pública que "ellos eran mejores" que el capitán del barco que parecía hundirse.

Fuerte. Tras la impugnación al resultado electoral adverso, Dowell tuvo que soportar más ataques, ahora externos, originados en las oficinas del entonces gobernador electo Javier Corral y posteriormente con todo el poder que da la silla de gobernador que tan fielmente hoy cuida Greta. En este año que pasó el PRI comandado por Dowell tenía que resistir a dos fuegos, y además, hacer labor de oposición inteligente, no beligerante, sin generar más encono social que el creado por Javier Corral. Con el puñado de alcaldes, síndicos y regidores, además de cinco diputadas locales y la 9 diputados federales, el PRI chihuahuense del siglo XXI comenzó su etapa de ser oposición y de ser perseguidos y calumniados hasta la consecuencia última: ser aniquilados ante la opinión pública sin el menor escrúpulo. 

Escaso. Y entonces la cabeza de los priistas del estado, comenzó una labor a la que pudo haber renunciado cómodamente pero entendió cuál era su circunstancia histórica y no era prudente dejar abandonado el barco, en una situación tan vulnerable para que Javier Corral comenzará sus planes de controlar el timón del único contrapeso a su gestión. Y con lo poco, Dowell hizo mucho. Oponerse a los arrebatos del gobernador del estado de controlar los demás poderes, de impulsar agenda en temas como la secuestrada Auditoría Superior del Estado, la deuda que Corral prometió nunca contraer y las promesas de campaña incumplidas casi a un año del gobierno corralista. 

Y fue tan certera esa agenda que Corral le declaró la guerra a Guillermo Dowell de una manera irracional, mezclada con el estilo tan conocido de Maclovio Murillo, a ambos los une, al parecer, no el hacer algo por el bien Chihuahua sino satisfacer su sed de venganza, ahorita dirigida a Dowell, mañana será contra los mismos panistas.

El priismo de Chihuahua debe de reconocerle a Dowell su valentía y aguante: arriesgó todo por ellos. Hasta su patrimonio, más allá de su buen nombre le quieren destruir. Todo por dar la cara por el priismo, por oponerse a más atropellos, por denunciar los engaños del Nuevo Amanecer.

El priismo de Chihuahua no puede ni debe regatearle el reconocimiento al dirigente estatal más valiente y ya como ex presidente apoyarlo en la dura lucha que Corral sostiene contra él.

Este ha sido el Espresso Doble de hoy.

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