Opinión

Corral: reprobado en la encuesta ciudadana

  • Por Editor Bal
Corral: reprobado en la encuesta ciudadana

La columna

Por Carlos Jaramillo Vela

Gran revuelo mediático ha causado en los recientes días la desaprobación pública que respecto al mandatario Javier Corral y su gobierno arrojó una encuesta realizada a cientos de chihuahuenses, por una empresa de consultoría especializada. Desde hace meses la percepción colectiva que los ciudadanos tienen sobre el desempeño de Corral y sus funcionarios, califica como mala la actuación del “Nuevo Amanecer”. La encuesta recientemente realizada sólo vino a confirmar mediante un procedimiento técnico la opinión generalizada de las y los ciudadanos chihuahuenses ante el manejo gubernamental del gobernante panista y su gabinete. No podía ser de otra manera la respuesta ciudadana al corralismo, pues la incongruencia entre el discurso y los hechos, así como los señalamientos y escándalos por ilicitud y corrupción no han parado desde que “amaneció para todos” en Chihuahua.

Llama la atención que más del 60 por ciento de los encuestados no solo afirmaron que ven a Corral como un gobernador al que se le salen de control todos los asuntos del Estado, sino que además expresaron su desconfianza hacia el senador con licencia, al decir que si éste fuera su vecino no estarían dispuestos a confiarle las llaves de sus casas. Así, de ese tamaño, es el abismo que en sus primeros meses de administración separa a Corral de sus gobernados, a quienes ha decepcionado debido al marcado contraste entre la retórica y los hechos, luego de que en campaña se ofertó como modelo de honestidad y capacidad para dar resultados en el ejercicio de gobierno.

Otro de los escollos que no ha podido superar la administración blanquiazul es la opacidad bajo la cual desde un principio ha conducido sus acciones. Los malos resultados obtenidos por el gobierno estatal -y divulgados en los medios- respecto a la evaluación que en materia de transparencia le fue aplicada, son una muestra más de la brecha existente entre el discurso gubernamental que Corral propala a los cuatro vientos, y la realidad de su gobierno. Las bajísimas y reprobatorias calificaciones -de 2 y 3 puntos sobre 10 posibles- alcanzadas por áreas como Pensiones Civiles, Obras Públicas, Comunicación Social, Consejería Jurídica, Trabajo y Previsión Social, Cultura, y Relaciones Públicas, revelan la negligencia que caracteriza a la administración corralista en relación a la transparencia que debe observar en su actuación, así como respecto al derecho de los ciudadanos para acceder a la información detallada del quehacer del gobierno. Con tales índices de alta opacidad y baja transparencia es lógico que los chihuahuenses reprueben a Corral, como ya se ha visto, no sólo en esta encuesta, sino también en las relativas a otras materias.

Con toda claridad, el conocido editorialista, Víctor Manuel Medina Calderón, en su reciente artículo de opinión publicado bajo el título “Un desengaño más” comparte con la sociedad chihuahuense la desilusión que le han causado Javier Corral y sus colaboradores, pues pese a reconocer que en 2016 votó por aquél, confiesa que al verlo actuar se ha desengañado. De manera fiel, Medina retrata en su análisis el clamor popular que en todos los sectores de la sociedad es hoy un secreto a voces, pues textualmente afirma: “En esta ocasión, la desilusión ante una esperada forma diferente de gobernar prometida, es tema que debemos tocar ante la gran cantidad de compañeros y amigos que nos han señalado tener la misma percepción de un actuar que dista mucho de lo que se esperaba en este nuevo amanecer y donde los intereses personales y de grupos siguen por encima del interés social. Las promesas de campaña quedaron en el olvido, pero no solo eso, los errores y traspiés en la forma de actuar del Gobernador del Estado Javier Corral desgraciadamente señalan desconocimiento en algunos casos y en otros, conocimiento y reconocimiento a pesar de las violaciones a la legalidad en la que incurren”. Así, el juicioso y analítico articulista Víctor Medina, engrosa la abultada lista de chihuahuenses desengañados y desilusionados por Corral.

Quién ha sufrido la incomprensión de algunos priistas ortodoxos, fraguados bajo la línea tradicionalista y dura, es Omar Bazán, el nuevo presidente del CDE del Partido Revolucionario Institucional. Es lógico que muchos militantes y simpatizantes tricolores quieran ver a un agresivo Bazán, señalando día a día los constantes yerros y traspiés derivados del dolo, así como de la negligencia, inexperiencia y falta de oficio político evidenciados por el actuar de Corral y sus amigos en el gobierno. No obstante los beneficios políticos que podría generar el eventual “golpeteo” de Bazán hacia el endeble y cuestionado ejercicio del gobierno corralista, la mayoría de los miembros de la sociedad chihuahuense esperan del PRI un comportamiento maduro y responsable en su papel de partido opositor. La ciudadanía no necesita que los partidos le informen sobre las arbitrariedades y errores del “Nuevo Amanecer”, pues los medios de comunicación se están encargando de hacerlo. Al no confrontarse abiertamente con el inquilino de Palacio, Bazán ha adoptado una estrategia que no sólo es inteligente, sino adecuada.

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