La Fuente

*Omar quiere limpiar la mesa con el trapo sucio *El fiscal y la soda *Alejandro D con Blanco *Cano, apoya proyecto tricolor

  • Por Editor Bal
*Omar quiere limpiar la mesa con el trapo sucio *El fiscal y la soda *Alejandro D con Blanco *Cano, apoya proyecto tricolor

AYER empezó a circular entre los tricolores una foto del comité directivo estatal del PRI con un subrayado énfasis. La gente de Omar Bazán se reunió para darle puntual seguimiento a la primera sesión del INE. Pero, oh, sorpresa, entre los iluminatis de la mesa, aparece Gustavo Morales. El ex funcionario duartista, ex director de transporte, fue quien en las últimas semanas de la pasada administración, dicen, le bajó un millón de dólares a los transportistas juarenses. En una imprenta, durante toda la noche, se puso a elaborar permisos de ruteras y taxis que colocó entre la raza fronteriza. Su historial es más largo que la cola del cometa Halley. ¿Con esta gente quiere Omar Bazán limpiar al PRI de la imagen de corrupción que le dejó Duarte? Con esta frase adjunta, circuló la fotografía por infinidad de teléfonos celulares. Ya la hizo Omar Bazán, ni duda cabe, con este tipo de colaboradores, ni quien se le quiera acercar, citaba otro mensaje por redes sociales.

BIEN dicen que la risa es la que chifla y si no lo creen, pregúntenle a El Penychón qué ocurrió el sábado pasado. En pleno desfile de independencia, al levantarse de la silla, un bote de refresco que se estrelló en el suelo, lo bañó, literalmente, de los pies a la cabeza. El incidente pudo pasar desapercibido, si no es por la risa de El Apá (el comandante Aparicio) que no pudo contenerse y soltó la carcajada. Por si fuera poco, se acercó El Paisa y, al ver la escena, es decir, el traje manchado del fiscal general del estado, se sumó al operativo carcajada. El bote de soda se resbaló de la mano, se estrelló en el piso y el espumoso líquido salió disparado hacia la ropa del funcionario. Son gajes del oficio, hombre, no pasa nada, pequeñas anécdotas que dan vida a la actividad de la política. Menos, si el refresco hubiera caído de las manos de alguna funcionaria del DIF estatal. La verdad de las cosas, dicen los que miraron la escena, El Penychón se portó como todo un caballero, con la seriedad y profesionalismo que le caracteriza. Pero, no hay que olvidar, que cualquier cosa puede ser insignificante, menos la risa, que es la que chifla.

QUIÉN sabe cómo le hizo, pero Alejandro D se coló en el informe de Juan Blanco hasta la primera fila y todavía le aplaudió la asistencia azul. Bueno, fue producto de la cortesía del legislador federal, a quien le dicen en el PAN El Malquerido. No asistió El Paisa, pero en su lugar fue Gustavo Madero, que trae la cabeza en todas partes, menos en Chihuahua y La Maru llegó tarde, acompañada de la Paloma municipal. El informe, dicen, estuvo soso y aburrido, y esto se notó porque todo mundo andaba en la plática y en el chismorreo político. Pero tampoco se puede quejar Juanito, porque en primera fila estuvieron Blanquita Gámez, Arturo Fuentes Vélez, Ana Herrera, Rocío Reza, Mi General Ávila, Cecilia Olague, Rocío González y el diputado Jesús Valenciano. Blanco se echó encima la nomenclatura azul al tratar de madrugarlos con su auto destape al senado y la adhesión a Ricardo Anaya. Por eso le dicen El Malquerido, en alusión a aquel grupo de panistas alejados del poder que se movían separados de los grupos oficialistas. Ciertamente, no lo quieren y pregúntenle a Corral y La Maru por qué.

POR más que le hicieron la lucha, no pudieron convencer a Alejandro Cano de regresar a la política. El ex alcalde chihuahuita se ha convertido en un extraordinario caso. Con una altísima popularidad y presencia, optó por tirar la toalla, una vez que le despojaron del fuero en San Lázaro. En el Issste no pudieron arrimarlo a competir por la presidencia del PRI estatal, ni ahora por la alcaldía. Cano es el único que le podría arrebatar la candidatura a su tocayo Domínguez, pero resúltase ser que es uno de los suyos. El ex alcalde prefirió apoyar al Alejandro D para irse todos juntos en el proyecto de rescatar la capital del estado. Se asume, por ahora, netamente como empresario, y anda realmente alejado de la grilla, aunque no de los grillos. Fue alcalde suplente, en cuyo periodo hizo una excelente labor; luego, compitió contra Borruel y perdió por 350 votos que le reburujó y escamoteó Mario Tarangone y, después, se sacó la espina al ganar el octavo distrito y convertirse en diputado federal. Estuvo muy cerca de ganarle a Duarte la candidatura al gobierno del estado.

RENÉ Frías pasará a la historia como el diputado que abrió la puerta a la traición y el engaño. Su voto, y el de los panalistas, permitió finalmente endeudar al estado con 20.4 mil mdp. Ni siquiera Rubén Aguilar logró fabricar esa imagen a lo largo de toda su carrera, ni María Ávila, que vende el voto verde tanto al PRI como al PAN. Al telefonazo de su líder Juan Díaz de la Torre, le temblaron las corvas 10 grados en la escala de richter. La bancada rosa, cuando se pensaba lo contrario, fue más pudorosa y logró dibujar la liebre. Las mujeres priístas le salvaron el cuello a Omar Bazán, el dirigente estatal del PRI, con una salida decorosa y congruente. Las más golpeada fue Adriana Fuentes, por obcecada, lo que motivó que de palacio saliera el tip de que el chinito Fong fue su asesor número uno en San Lázaro, cuando fue diputada federal, que no lo olvide, le mandaron decir.