*García Chávez protesta vs El Paisa en palacio *Empieza el oscuro poder del rumor *600 damnificados en Seech

CON la salvedad de obtener los datos oficiales, este miércoles trascendió que Ricardo Yáñez fue sentenciado ya. Se sabe que aceptó el juicio abreviado, en el cual el imputado se declara culpable a cambio de obtener beneficios preliberacionales. Dicen que le sentenciaron a cuatro años de cárcel y que fue trasladado a la Unidad de Bajo Riesgo en la 20 de noviembre. Yáñez fue acusado de meter a educación facturas fantasmas por cobros que rondan los 300 mdp sin haberse llevado a cabo la contraprestación de servicios. La acusación es compartida con Gerardo Villegas, el ex director de Ingresos de la Secretaria de Hacienda. Fue capturado en su casa-oficina de San Felipe y trasladado al cereso de Aquiles Serdán. Desde un inicio se dijo que sus abogados habían entablado pláticas para llegar a acuerdos y la salida fue el juicio abreviado. Hoy el poder judicial del estado y la fiscalía darán a conocer los pormenores del caso, según trascendió la noche del miércoles.

APENAS ha pasado un escaso año del gobierno de El Paisa, cuando su principal impulsor y aliado, le hizo ya su primera manifestación en palacio. Jaime García Chávez sacó una pancarta en plena plaza Hidalgo para exigir un alto a la justicia selectiva. Habrá que reconocerle al activista su capacidad para encuadrar en una frase cuanto ocurre al interior de palacio de gobierno. Pero, además, es obvio que capte el tema, porque sus principales enemigos priístas, contra los que luchó, y por los cuales apoyo así a Corral, son los beneficiarios de esa endeble vara. Por eso, no soportó más y salió a la calle a efectuar una protesta por la forma de impartir justicia del gobernador. Era obvio que esa alianza durara poco, pues García Chávez ha sido más congruente con sus posturas que el veleidoso titular del poder ejecutivo. Así que, debe ser duro para el fundador de Unión Ciudadana ver que sus enemigos se cobijan en las faldas de palacio y son protegidos por quien debiera castigarlos.

AYER empezó a circular un texto que pide a los chihuahuenses evitar durante todo un mes salir a los antros y bares. Es decir, no ir a los lugares ubicados en la denominada zona roja, que es territorio salvaje, tanto por las ejecuciones como por los retenes. Las balaceras y los ataques armados, han puesto en alerta extrema a la sociedad, no así al gobierno del estado. Si a esto se le suma la desaparición de Alondra y de cientos de mujeres, varones y niños, la situación se radicaliza. También se pide no usar ya uber ni taxis y estacionar los vehículos en lugares seguros y vigilados. De preferencia, dice el mensaje, reunirse en casas de amigos y no decir en redes sociales nada sobre los eventos. El texto se viralizó, y esto es lo realmente importante, porque la gente siente ya la necesidad de auto organizarse, ante la falta de estrategias oficiales para contrarrestar la violencia. Lo que sigue es que se apodere de las redes, de los chats y de la comunicación de boca en boca el rumor mal intencionado y que los grupos criminales ocupen los espacios que le corresponden a la sociedad y al gobierno. ¿Qué hará al respecto el titular del poder ejecutivo en el estado?

HABÍA, ciertamente, un dique que contenía la comparación de la actual violencia con los niveles del 2009. Sin embargo, ese dique se rompió, definitivamente, con la matanza del centro de rehabilitación. Ya habían aflorado los antecedentes con el ataque al Bar Zulu y al Bar Show Men, pero aún se resistía el ejercicio. Hoy, no es posible decirlo de otro modo: Chihuahua ha alcanzado los niveles, en este 2017, de aquella década funesta. El estado ha permitido que, laxamente, la inseguridad se expanda y se intensifique, sin contención alguna. No hay estrategias ni operativos que detengan esta ola de violencia en la capital del estado. Igual sucede en Ciudad Juárez, en el entramado de la carretera 45 y ni que decir en la sierra. Blofear no ha sido la solución, ni lo será, pues gobernar implica dedicarse de lleno a la tarea de lograr equilibrios. Pero, tristemente, campea la abulia, la ineficiencia y la descoordinación, aderezados con una inacabable verborrea mediática con la que se pretende resolver todos los problemas de la entidad.

EL diputado Miguel Latorre apoyaba las labores del Centro de Rehabilitación Uniendo Familias Para Vivir Mejor. Ubicado en las calles 52 y Carlos Fuero, en la colonia Rosario, este centro contaba con algunas visitas del legislador. En diciembre del año pasado, por ejemplo, Latorre publicó en su face imágenes de una visita a los jóvenes que intentaban ahí abandonar el mundo de las drogas. Saludó de mano a los presentes, les llevó algunos artículos a manera de apoyo y les ofreció respaldar la tarea de reincorporarse a la sociedad en buenos términos. Muchos de ellos, porque ahí estaban en el centro de rehabilitación, murieron abatidos por las balas de pandilleros al servicio del crimen organizado. La cuenta indica 18, aunque uno es reportado en agonía y, se dice, que otros cuatro fueron levantados por el comando armado. Es importante señalar el apoyo del legislador porque es realmente poco el refuerzo de las instituciones para este tipo actividades en un momento en que la drogadicción y el crimen organizado vulneran el estado en una crisis que parece imposible de parar.

ALREDEDOR de 600 trabajadores de los Servicios Educativos en el Estado andan que se los lleva el tren. Es que, así, de golpe y porrazo, dejaron de percibir parte de su sueldo básico, sin aviso de por medio. Este ingreso está contenido en el concepto 37 del talón de cheque que les llega cada quincena.  Se estima que sean más de seis centenares los afectados y, debido a esto, hay una gran irritación y molestia al interior de Seech. Dicen que el profesor Manuel Arias, titular de la institución, no les ha dado la cara para ofrecer, al menos, una explicación del descontón. Dicen que duele más un golpe en el bolsillo que en cualquier parte del cuerpo y en este caso se duplica por la sorpresa. No hay, en este momento, indicios de que se pueda componer la situación y que el famoso concepto 37 regrese a los talones de cheques. Lo peor del caso es que tampoco el sindicato ha elevado una protesta por el tema y Arias, pues, no siente la más mínima presión al respecto.