De octubre a la fecha

Por Víctor Manuel Medina Calderón

De octubre del año pasado a la fecha, hemos escuchado diariamente todas las tropelías que Cesar Duarte llevó a cabo durante su administración y quedamos asombrados de la red de complicidades que tejió para lograr sus objetivos de enriquecimiento y además gozando, por supuesto, de las dulzuras que da el poder cuando se usa para poder.

Por eso, resulta increíble que a la fecha no haya sido posible acercarlo a que responda por sus culpas y obligarlo a que regrese lo que se llevó ya que todos los bienes a su nombre en el Registro Público de la Propiedad siguen sin gravamen, aseguramiento ni embargo y las famosas “fichas Rojas” de la mejor policía investigadora del mundo; la “interpol” han sido como los pasquines en las tiendas de conveniencia que no cumplen con ninguna función persecutoria o de localización. Es inconcebible que quienes tienen la tecnología para ver una mosca desde una cámara instalada en un satélite a cientos de kilómetros del planeta no sepan donde se encuentra el ex gobernador más buscado de todos los tiempos y por todos los medios mientras la Procuraduría General de la República finge demencia y se hace la occisa para no actuar como lo marca la ley. Hasta el partido por el que fue postulado lo ha protegido.

Diariamente surgen motivos para que responda por sus actos; acciones donde “a lo macho” no supo lo que firmó, despojos de ranchos y viviendas, robo de ganado a gran escala, negocios con la salud de la población alterando precios de medicamentos, gastos injustificados y muchas acciones de peculado, enriquecimiento ilícito, abuso de poder, simulaciones para ocultar fraudes y otras linduras que lo ponen como un delincuente de lo más sofisticado y con un gran abanico de acciones fuera de la ley, pero con la complacencia y protección de quienes ostentan el poder.

Y no lo hizo solo, una red de cómplices lo acompañó durante todo el sexenio protegiendo y respaldando sus acciones y no se ha actuado contra ellos a excepción de unos cuantos que están pagando con cárcel su mínima participación, mientras los peces gordos gozan de “cabal salud” como “los muertos que vos matáis” de José Zorrilla.

La credibilidad del sistema de justicia en nuestro país está en duda cuando ante tan claras acciones ilegales, la impunidad se fortalece con la corrupción y las omisiones de quienes tienen la responsabilidad de fortalecerla solamente cumpliendo con el deber encomendado al asumir sus responsabilidades en la función pública, son como Jinetes del apocalipsis mexicano que deben ser detenidos para evitar la debacle social.

Creímos que la nueva administración con Javier Corral a la cabeza respondería ante los abusos y excesos cometidos por el ex gobernador, sin embargo, durante todo el año transcurrido solo hemos escuchado como Duarte repartió dinero a los medios y Corral no, como confabuló muchas de sus tropelías, como dejó sin recursos a la administración entrante lo cual justifica el que no haga obras ni existan fondos para muchos proyectos estancados por falta de recursos, como fue imposible cumplir los compromisos de campañas de gratuidad en la educación, de disminución en los impuestos y acceso a inversiones que traerían empleos al estado, como las promesas de campaña cambiaron a promesas del corazón, como se usan las instituciones para “agandallar” posiciones con los mismos métodos de Duarte, como se justifica la pasividad con la falta de recursos, como la inseguridad avanza y cada día es más frecuente ver ejecuciones en las calles, acciones de delincuencia organizada, y no solo eso, también como los grupos delincuenciales asaltan pueblos y ciudades impunemente mientras se nos dice que “no existe apoyo federal ni del Ejército”, que “falta personal”, pero que; “vamos bien”.

¡Dios nos agarre Confesados!

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