Opinión

Indignación por violación a niñas en Juárez

  • Por Editor Bal
Indignación por violación a niñas en Juárez

Por Guillermo Terrazas Villanueva

Lo ocurrido en Ciudad Juárez, que ha desatado la indignación general no solo de la sociedad fronteriza y chihuahuense sino en buena parte de la nacional, comienza a consolidarse como un reclamo severo a las autoridades para que, en el ámbito de su competencia vayan poco a poco reorientando las acciones punitivas y haya delitos que sean sancionados con ejemplar severidad.

Tal es el caso de los delitos sexuales cometidos con violencia en perjuicio de niñas o niños menores de 15 años de edad, como lo registrado en una colonia periférica de Ciudad Juárez.

El entorno social es un argumento medianamente justificador para quienes hablan del estado de derecho, pero otros lo ven como un aberrante resultado de los dramáticos desequilibrios que se tienen en una sociedad como la nuestra. A ello agreguémosle el tema de las drogas. El pelafustán humanoide que mató por asfixia a una chamaca de 12 años y violó con lujo de fuerza a dos niñas de 10 y 11 años, no lo hizo en sus cinco sentidos. Tiene que haber andado mega drogado.

De acuerdo a informaciones filtradas, son muy elevadas las posibilidades de que las instancias investigadoras no tarden gran cosa en echarle el guante al autor de los aberrantes acontecimientos. Se le someterá a proceso y, de encontrársele culpable caerá sobre su persona una sentencia de 40 años de prisión que a decir verdad, no es nada para la bestialidad cometida.

¿Y ya hemos pensado en las dos niñas agraviadas por la agresión de que fueron objeto? En su familia? Destrozadas por el resto de su existencia, arrastrando la impotencia y la desesperación.

Y el agresor en la cárcel con tres comidas al día. Calientito en su celda en el invierno, y fresco agradable en el verano. Esa es la realidad, la cruda verdad.

Quizá lo ocurrido a mediados de semana en Ciudad Juárez pudiera servir de base a legisladores, independientemente de partidos políticos, para endurecer las leyes en este tipo de delitos tan deleznables. La sociedad vería con buenos ojos, que cobre vigencia en el Código Penal la cadena perpetua, cuando menos.

Ni más ni menos.