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Cartens ahora sí se despide de México

La necesidad de afianzar el Estado de derecho y combatir la corrupción aparecen como los mayores retos, en opinión del ahora directivo del banco central de los bancos centrales. ¿Qué mensaje le...
  • Por Redacción'
Cartens ahora sí se despide de México

La necesidad de afianzar el Estado de derecho y combatir la corrupción aparecen como los mayores retos, en opinión del ahora directivo del banco central de los bancos centrales.

¿Qué mensaje le dejaría a los mexicanos tras su trayectoria en el Banco de México? 

Yo les dejaría dos grandes mensajes. Uno, que consolidemos lo bueno que hemos venido construyendo hasta ahorita. Ahí pongo yo el tema de la disciplina fiscal y el apetito y la flexibilidad por las reformas estructurales que nos hagan más productivos. Hay grandes retos para las nuevas generaciones. El mundo está cambiando muy rápidamente, hay cambio tecnológico. Las nuevas generaciones tienen que adquirir ese hábito de aprender constantemente y reinventarse. Eso sería para mí el mensaje más importante para la juventud. Que piensen que el Banco de México es su aliado para darles mayor bienestar económico. 

Yo diría que la segunda parte de mi respuesta sería que se vaya creando una verdadera consciencia social para entrarle de manera muy frontal, y coordinada, al tema de seguridad jurídica, Estado de derecho y un gran rechazo a la corrupción. Ahí yo pienso que, como en un momento dado los mexicanos expresamos nuestro hartazgo con inflaciones altas y déficits fiscales desordenados, tenemos que manifestar nuestro hartazgo con esa parte fundamental para la convivencia humana y que sí está erosionando los pilares de nuestro país. Entonces yo espero que se encuentren fórmulas, que haya maneras institucionales dentro del Estado para canalizar este hartazgo y para que eso nos lleve a un México mejor. 

Hace casi un año se refería a lo que podría ser el gobierno de Trump, haciendo la analogía de que lo que se conocía entonces eran ‘los cortos’ de una película. ¿Qué tipo de cinta resultó?

Yo creo que es una película muy difícil de caracterizar con un solo adjetivo. Por un lado, yo creo que han habido cosas buenas, entre ellas el hecho de que el presidente Trump, cuando menos hasta ahora, haya permitido que el diálogo continúe, que haya una negociación, desde un principio, con bases serias y que se estén identificando los temas fundamentales. Y además que haya tiempo de que los que están a favor del TLC en Estados Unidos se expresen. Yo creo que eso ha sido muy importante en la parte americana. Pero no deja de ser una circunstancia incómoda, porque también el presidente Trump ha hecho amenazas, un poco así, salidas de la nada, sobre los pasos que podría tomar en materia política comercial, como en otras materias. Entonces digamos, yo diría que en términos generales, ha sido un poco mejor de lo esperado. Pero también ha habido momentos que, como en el cine, te hacen saltar en tu asiento.

Si EU concreta finalmente su reforma fiscal, ¿qué es necesario hacer aquí en materia de impuestos?

Si hay un cambio drástico en el código fiscal podría significar que México necesita hacer un profundo análisis de su estructura impositiva para alinear incentivos mejor y hacer nuestra economía tan competitiva como pueda ser.

Si EU baja a 20 por ciento su tasa corporativa, ¿hay riesgo de que haya inversiones que ya no vengan o que salgan de México?

Pienso que al final del día se trata de un paquete completo. Su incidencia no depende solo de la tasa sino del acceso a los mercados, de las diferencias entre las economías. Obviamente hay diferentes precios de los factores productivos que también deben tomarse en cuenta. De esta forma, pienso que el resultado final de la negociación del TLCAN más el paquete que puedan concretar los legisladores, es lo que se requiere analizar de forma integral y ver cómo queda México. Podría implicar la necesidad de una reforma más amplia que las tradicionales, más que un tema de tasas.

Hay un escenario que algunos han denominado como la ‘tormenta perfecta’ para 2018. La salida de EU del TLCAN, la reforma fiscal en EU, tal vez incertidumbre política, quizás una normalización más rápida de la política monetaria en EU. ¿Qué deberíamos hacer ante ello?

Yo creo que independientemente, de si se puede o no conjugar ese escenario, México ha hecho bien las cosas en aquello que puede anticiparse y dar certidumbre. Me refiero, de entrada, al paquete fiscal de 2018. Yo creo que fue un paquete responsable, bien diseñado, apropiado para el año. Se procesó en tiempo y forma. También vemos una banca firme, una banca bien capitalizada. Por otro lado, el Banco de México va a seguir haciendo su trabajo. Ya estamos viendo señales claras de un cambio de tendencia en inflación. Al principio del próximo año veremos una caída importante en ese indicador. El Banco está determinado a cuidar la convergencia de la inflación y eso también debería ser fuente de certidumbre. Hemos buscado dar también elementos para que, ya sea que empresas o inversionistas quieran cubrir en parte su riesgo cambiario puedan hacerlo, por eso sacamos el programa de coberturas cambiarias. Se cubrió también el riesgo del precio del petróleo, el gobierno federal no tiene ningún vencimiento que pudiera presionar a las finanzas públicas o la balanza de pagos el año entrante. Las reformas se siguen implementando, algunas siguen dando muy buenos resultados. Entonces yo diría que México ha hecho su tarea, no hay así un tema fundamental que dijera que no se ha atendido. Eso nos da defensas. Tenemos la línea de crédito flexible con el Fondo Monetario (Internacional). Entonces yo creo que México sí está bien preparado para enfrentar un año que podría ser complicado. 

El próximo año será electoral y hay la posibilidad de que pudiéramos tener un gobierno menos orientado a la disciplina fiscal y a buscar la estabilidad. ¿Siente que el Banco de México, como institución autónoma, tiene la fortaleza para ser un contrapeso?

Yo sí creo… así fue diseñada la ley de autonomía. Uno de los temas que yo creo que es muy importante, es que la autonomía está a nivel constitucional, lo cual le da mucha fortaleza. Normalmente yo no me pronunci en temas políticos, pero difícilmente veo, dentro de todo el universo de posibles presidentes, que ninguno vaya a estar en capacidad de tener dos terceras partes de las cámaras. Incluso hasta parece difícil que haya mayoría simple. Aun dentro de las instancias de gobierno más altas, creo que va a haber factores que balanceen la vida pública nacional. El Banco, yo creo, va a seguir ejerciendo plenamente su autonomía. Más allá de cualquier cálculo político, el tema fundamental que percibo es que hay aprecio hacia el mandato que tiene el Banco Central. Sí hay apoyo social para que haya una institución dentro del Estado que se aboque a mantener una inflación baja y estable.

¿Cómo ve a José Antonio Meade como candidato?

Como decía, el gobernador del Banco de México no puede hablar de temas políticos. Lo único que puedo decir es que es una persona tremendamente calificada, muy responsable, tiene muchas habilidades políticas y mientras hemos trabajado juntos ha sido un excepcional colega, además de que como secretario respetó la autonomía del banco central. Es todo lo que podría decir.

¿Cuál fue el momento más difícil en el tiempo que ha estado en Banco de México?

Yo creo que el momento más difícil fue el primero de septiembre de 1982.

Control de cambios, nacionalización de la banca. 

Sí. Cero reservas internacionales. La verdad es que ahí México tocó un piso absoluto en todos los sentidos. Nos convertimos en un paria en los mercados financieros internacionales. Sí fue un momento en el cual llegamos a cero reservas, no teníamos ni para importar los elementos más básicos como medicinas. Sí fue un momento francamente desastroso.

En contraste, ¿el momento del cual se haya sentido más satisfecho en su trayectoria en el Banco?

Yo creo que han habido muchos momentos. Sin duda uno en el cual yo me siento muy satisfecho, fue el inmediatamente anterior al que estamos viviendo este año. Es decir, por 17 meses, entre 2015 y 2016, hubo un periodo en el cual la inflación estuvo debajo del 3 por ciento. De hecho, 2016 lo cerramos con una inflación de 3.36 y ya después vino el choque de las gasolinas y eso nos generó una gran desviación. Pero antes no había habido un periodo tan largo en el cual la inflación hubiera estado debajo del 3 por ciento. Y no es que a fuerza se necesite que la inflación esté abajo del 3, pero sí es importante que tenga credibilidad. Antes, el 3 se veía como un piso, como algo aspiracional, pero ahí demostramos que sí es posible. Creo que fue un logro después de muchos años, de credibilidad, de buen manejo. Yo espero que logremos entrar en esa tesitura relativamente pronto.

¿Cómo quisiera ser recordado, en su calidad de gobernador de Banco de México, cuando se escriban los libros de historia económica dentro de 50 años?

Creo que como alguien que consolidó la autonomía. Digamos, obviamente mis predecesores hicieron un trabajo muy importante. Les tocó la etapa de desinflación. Pues yo creo que eso puso al Banco en una dinámica un poco diferente. Después vino el cambio y también hay que tomar en cuenta que el periodo en el cual yo fui gobernador, iniciando en el 2010 a la fecha, pues el mundo estaba en una situación muy convulsionada. Obviamente 2008 y 2009 fueron años complicados, pero de 2010 hacia adelante pues todavía no podemos decir que nos hayamos sacudido los elementos de la crisis financiera global. No hay nada más claro para validar eso que pensar que ahorita los grandes bancos centrales están empezando a hablar de la normalización de su postura monetaria después de que tomaron medidas sin precedentes, inimaginables hace 10 años. Entonces, yo creo que una cosa importante fue que consolidamos un entorno de inflación baja y estable, en un ambiente externo muy adverso y creo que eso sí tiene su valor.

¿Qué siente que no pudo hacer, que faltó tiempo y que quisiera haber hecho en el Banco?

Me parece que el Banco de México debe ser un buen abogado para buscar que factores estructurales que hacen que la inflación sea más alta se vayan abatiendo. Yo creo que en esta administración se hicieron avances muy importantes en liberalizar algunos precios, entre ellos, pues fueron los de las gasolinas, también hubo una reforma de gran envergadura en materia de competencia. Pero sí creo que es más importante, es muy importante continuar impulsando eso. No nada más es el tema de que se pueda cumplir la meta de inflación sino el bienestar de las personas. Todavía tenemos circunstancias, en las cuales, si uno ve la canasta de consumo de las personas de menores ingresos, un porcentaje de entre 30-40 por ciento son productos que no están sujetos a la mayor competencia. Entonces, sí hay ganancias de bienestar muy grandes para la población, redistributivas, si hay mayor competencia. Creo que es bueno que el gobierno esté saliéndose de sus posiciones cómodas y monopolistas. Como en los temas energéticos y en otros. También tenemos que avanzar más en proveer al país de infraestructura para manejar mejor la volatilidad de algunos precios, que también tienen un alto impacto redistributivo. Siempre el Banco de México saca como excusa para la inflación los precios agropecuarios, y no es tal, es una realidad. Ahí lo importante es irnos más al fondo y decir por qué hay tanta volatilidad en los precios de esos productos, porque al fin del día, sí le afectan a la gente, y el diagnóstico pues es bastante claro y es porque nos falta infraestructura en el sector agropecuario para manejar mejor la producción, la creación de inventarios, para que haya un proceso de formación de precios más sólido con menos varianza. Me hubiera gustado haber hecho más avance en esa dirección.

CARSTENS, EN PERSONA

En unos días ya estará en Suiza, ¿qué es lo que más va a extrañar de México?

Muchas cosas, obviamente el clima, el calor humano y la comida. Quizás también un poco la adrenalina en el trabajo, porque aquí también hay muchas sorpresas. La verdad es que sí voy a extrañar varias cosas, no me quejo, porque al final del día voy a aprender otras. Voy a estar expuesto a otros retos y creo que mentalmente también es importante estar expuesto a otras consideraciones.

Hay quien ha dicho que Agustín Carstens es el mejor banquero central del mundo. ¿Quién piensa Carstens que es el mejor banquero central del mundo?

La verdad es que yo creo que todo mundo tenemos nuestros momentos de gloria y nuestros ‘momentos de patinaje’. La verdad sí me siento muy satisfecho por el hecho de que los principales banqueros centrales del mundo me hayan conferido esta responsabilidad. Sí es una responsabilidad muy grande. Sí es, una cosa que la gente no sabe mucho, pero en la comunidad de banqueros centrales es casi como una cofradía, en el buen sentido. Creo que somos el único nivel alto de gobierno, donde los jefes de las instituciones se juntan cada 6 semanas en un lugar, 6 veces al año en Basilea, cada 2 meses van todos allá. Mi trabajo va a ser seguirlos atrayendo a Basilea y para eso hay que darles valor agregado. Lo que ellos tienen que saber es que después de que fueron a Suiza oyeron algo que no habían oído antes o que no habían pensado y que les va a ayudar a hacer su trabajo. Entonces a eso me voy a dedicar. El hecho de que me hayan confiado eso es para mí una gran distinción y pues estoy entusiasmado de enfrentar ese reto. 

Sabemos que le gusta el beisbol, ¿Quién es el jugador que más admira o que más ha admirado en el beisbol?

Estoy sesgado, pero obviamente siempre he sido un gran admirador de Fernando Valenzuela, aunque no jugó en Chicago. Pero cuando estudiaba en la universidad de Chicago siempre me iba de pinta para irlo a ver pichar contra los Cubs. 

Sabemos que le gusta el jazz, ¿cuál es el músico favorito de Agustín Carstens en este género?

Uno muy tradicional, Herbie Hancock. Uno aprende varias cosas en diferentes ciudades, pero Chicago es quizá una de las ciudades con más jazz en Estados Unidos. Entre el jazz y el beisbol, y mi esposa, es lo que me permitió navegar bien por el doctorado. 

Algo muy conocido es el buen humor de Agustín Carstens. ¿Nunca se enoja?

Lo controlo. La verdad es que yo creo que tiene que ser algo muy grave… porque yo pienso que siempre es mucho mejor mantener las buenas relaciones para que las cosas se corrijan. Cuando hay que poner el pie duro, pues hay que poner el pie duro, pero no de manera gratuita. Entonces, yo creo que en términos generales yo también soy más feliz de esa manera

Sabemos también que le gustan muchos los perritos, ¿desde cuando tiene esta afición por esos animales?

Yo toda la vida crecí con perros, pero desde que me casé, a mi esposa y a mí nos gustan mucho los perros Pug. Y desde que nos casamos hemos tenido ya varias camadas, ya vamos en la tercera. La verdad es que nos alegran mucho la vida, nos gustan mucho. 

¿Se van a ir a Basilea también?
También, también. Y de hecho es más difícil llevarse unos perros que unos niños, ahorita andamos precisamente en la logística para llevárnoslos para allá. ?

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