Opinión

El embrollo del Vivebús; están viendo y no ven

  • Por Editor Bal
El embrollo del Vivebús; están viendo y no ven

Por J. J. Flores Pérez

Si consultamos en el diccionario la definición de la palabra “embrollo”, veremos que se define cómo: “Una situación o asunto confuso, desordenado, problemático o difícil de resolver.” Y es probable que vaya seguido del enunciado “Véase también: caso Vivebús.” Y vaya que a este caso se le pudieran aplicar un buen número más de adjetivos: polémica, controversia, disputa, escándalo, enredo, falacia, tejemaneje, etc.

El Vivebús no solo no resolvió el problema del tránsito de la ciudad, sino que lo empeoró, resultó ser más caro e incómodo para las personas que lo usan, y ni hablar de que se gastó un monto escandaloso en su construcción e implementación.

Desde que era solamente una idea, se enviaron a un buen número de funcionarios y empleados de gobierno a otras partes, como Colombia, para “estudiar” sistemas similares que ya existían, todo con cargo al erario.

Además, con él surgieron nuevos problemas, como las famosas Rutas Alimentadoras, y quedaron expuestos los delicados y complejos arreglos que hay con los concesionarios y los sindicatos.

También se generaron deudas millonarias con particulares, por el consumo de Diesel por parte de la nueva Operadora de Transporte.

Por otro lado, podemos hablar de los dueños de inmuebles que fueron perjudicados cuando, de forma arbitraria, se colocó una estación o un carril exclusivo de Vivebús enfrente de su propiedad, destruyendo con ello su valor comercial y práctico. El más claro ejemplo de esto son las avenidas Ocampo e Independencia.

Y por último, consideremos el problema que se crea para los motoristas, cuando se eliminó un carril en avenidas que no podían prescindir de él, mismas avenidas que no contaban con espacio de sobra ni daban abasto para el tráfico que existía.

En fin, habiendo expuesto los puntos anteriores que todos conocemos, y después de que este tema fuera criticado, insultado y pateado a más no poder durante las últimas campañas, parece irreal que ya se esté hablando de implementar la segunda fase del sistema Vivebús, perdonen…. Ahora es: Mi Transporte. Definitivamente que están viendo y no ven. 

Pero como no se trata solamente de criticar sino de proponer, me gustaría ofrecer unas alternativas, no sin antes señalar que, en mi opinión, el problema está en la falsa premisa de que hay que mejorar el sistema de camiones, cuando lo que se debería de hacer es complementarlo con algún otro sistema de transporte. Propongo:

1. No hacer nada con las rutas. Funcionaban razonablemente bien, la gente las conocía, y eran más económicas. Únicamente se subsidia la compra de camiones nuevos.

2. Comenzar a diseñar un sistema alterno a los camiones, de tipo tren ligero. Sería un complemento para el sistema de camión, no requiere carril exclusivo, funcionan con electricidad, y usan vías especiales sobrepuestas en la misma calle. Se pueden hacer circuitos para ciertas zonas (un circuito que abarque todo el centro, por ejemplo). Sí es más inversión, pero se hace por fases.

3. Si realmente quisiéramos pensar en grande, lo ideal es pensar en un sistema de Metro. Si bien es cierto que los costos de construcción son bastante más elevados, con lo que se ha gastado hasta el momento se pudiera haber logrado bastante. Es el sistema más eficiente, reduce el tráfico en las calles además de los numerosos beneficios ambientales.

Pero sobre todo y antes que nada, considero que la prioridad en este punto, debería ser, dejar funcionando bien lo que ya se hizo, antes de empezar a pensar en cómo descomponerlo más.