Nacional

Ya doy pasos; es un milagro: víctima en Colegio Americano de Monterrey

Hace un año se escribió un capítulo inédito en la historia de México: un joven estudiante de secundaria disparó en su salón de clases contra su maestra y sus compañeros de estudios. A un año...
  • Por Editor 1
Ya doy pasos; es un milagro: víctima en Colegio Americano de Monterrey

Hace un año se escribió un capítulo inédito en la historia de México: un joven estudiante de secundaria disparó en su salón de clases contra su maestra y sus compañeros de estudios.

A un año de los trágicos sucesos, Luis Fernando Ramírez González, una de las víctimas del tiroteo, ve con optimismo el futuro, sueña con convertirse en guionista y director de cine y llevar su historia a la pantalla grande.

Los hechos se registraron, el 18 de enero del 2017, en el Colegio Americano del Noreste, un plantel educativo privado localizado en la colonia Paseo Residencial, al sur de esta capital.

Actualmente, Luis Fernando tiene 15 años y ve como algo lejano ese día que marcó no sólo la vida de sus protagonistas, sino también el de la sociedad mexicana que se vio golpeada por la violencia y el uso de armas en un lugar que se presume seguro: un aula de clases.

Los rizos del cabello del joven enmarcan su rostro que a pesar de la tragedia no ha perdido la inocencia y el optimismo. Ahí sentado en la comodidad de la sala de su casa compartió cómo se siente, tras la experiencia que vivió.

“La verdad sí fue algo que me shockeo; cuando me contaron no sabía qué decir, sólo me puse a llorar y la verdad no me acuerdo de casi nada del hospital, ni de varios días cuando regresé a casa”, dijo.

Federico (N), un joven con problemas de depresión, llevó un arma calibre .22 al Colegio, la metió escondida en su mochila y ya en el salón disparó en contra de su maestra Cecilia Solís y cuatro de sus compañeros.

Luis Fernando recibió un disparo a la altura de la cabeza con orificio de entrada y salida. Ingresó al Hospital Universitario en donde estuvo 15 días en terapia intensiva y , en total, dos meses internado.

“Me siento muy bien, siento que voy avanzado en mis terapias, antes no podía leer nada, ya puedo leer, me pierdo un poco, pero ya puedo leer. Tampoco la mano derecha; en el hospital no la movía nada, pero ahorita ya (está) mejor”, detalló.

Antes del incidente, el adolescente era muy aficionado al mundo de la lectura, incluso le dijo a su mamá Aurora González que quería ser escritor; ahora, ante todo, agradece la nueva oportunidad de vida.

Debido a la gravedad de las lesiones que sufrió, Luis Fernando considera que es un milagro su existencia, a pesar de las secuelas que persisten.

“Sí, es un milagro, ya doy pasos. Soy el mismo de antes”, sostuvo.

La casa de la familia es agradable, con sus paredes en color ostión, muebles de madera, una estancia amplia, pero más que el inmueble es el calor de hogar y el apoyo de su familia lo que han fortalecido al joven tanto en el trance amargo como en su recuperación.

“Los amo (a mi familia) siempre me apoyan, desde antes y ahora”, confió.

“NOS CAMBIÓ LA VIDA”

Como todo chico de su edad, Luis Fernando tiene sueños que no han sido truncados ni por el terrible episodio de violencia que vivió. Con orgullo confiesa que quiere ser director de cine.

“No sé, como que antes me gustaba escribir y ahorita también, pero ya no tanto. Me metí en YouTube a más canales de cine y me di cuenta de que me gusta, cómo contar las historias o dar mi perspectiva. Quiero ser director o guionista”, explicó.

—¿Llevarías tu historia al cine?

—Sí, respondió contundente.

Por su parte, la madre del joven contó que el suceso les cambió la vida por completo.

“Estamos bien, estamos felices porque Luis Fernando se está recuperando satisfactoriamente; es un proceso lento, nos dijeron que iba a ser muy lento, quisiéramos que fuera mucho más a prisa, realmente para el grado de lesión que sufrió es que va bastante bien”, manifestó.

Añadió que desde el 18 de enero del año pasado toda la dinámica de su familia se modificó.

“Todos los planes y todo lo que él (su hijo) estaba realizando se detiene”, mencionó.

La mujer recordó cómo vivió ese día y lo calificó como un mal sueño, una pesadilla.

“Siempre dejaba a mis hijos, en la mañana me iba muy temprano. Ellos entraban a las 7:30 horas, entonces los dejaba cerca. Recibo una llamada donde me piden que vaya urgentemente a la escuela, me dicen ‘un niño dañó a otro niño’”, evocó.

Declaró que su esposo llegó primero al colegio, que para ese entonces ya estaba rodeado de policías, cuerpos de auxilio, reporteros y padres de familia.

Fernando Ramírez Garza, padre del menor, advirtió que no puede volver a repetirse el suceso que les tocó a ellos y que en México se veía como algo tan lejano.

“Es una situación muy grave, nunca había sucedido en el país y no queremos que esto sea tomado a la ligera”, externó.

Pidió el trabajo conjunto de padres, maestros y autoridades para trabajar en la prevención.

“Tenemos que seguir insistiendo en llevar a cabo algunas acciones, ser responsable de la manera en que podemos ayudar”, señaló.

Dijo que a raíz del hecho en el Colegio Americano del Noreste notó que se ha trabajado más en la seguridad en los planteles educativos.

“Definitivamente también es un tema complejo; a algunos padres puede ser que les incomode que sus hijos sean revisados o sus mochilas, puede ser también un tema delicado, pero creo que si las autoridades se sensibilizaron y actuaron de cierta manera, esto  no se relaje y digan ‘tenemos que seguir trabajando y reforzar más el tema’”, destacó.

En medio de la tragedia que les tocó afrontar, la familia Ramírez González tiene algo claro que cuentan con toda la fuerza para salir adelante: “Creemos en Dios, le pedimos mucho a Dios, creemos que es un milagro por todo lo que hemos pasado, lo que hemos visto, la evolución, lo que nos decían los médicos. No sé si fuimos elegidos por algo o no, pero ya estamos aquí, le agradecemos a Dios la oportunidad que nos da nuevamente de contar con nuestro hijo y si es así que sirva de algo. Estamos dispuestos a ayudar a que esto no vuelva a pasar”, concluyó.

Tags: